pov escritor
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-Entonces....-
-No tienes que hacerlo cariño-Ambos omegas de la familia estaban en la enorme y bella cocina de la casa.
lugar el cual Otabek no se había molestado en mostrarle.
-Solo es una tonta tradición querido...-
-Lo voy a intentar-Aruzhan le había contado sobre una tradición de la familia Altin, los omegas de la familia aprendían una receta de un pan que cocinaba el omega para su alfa en sus cumpleaños.
Era una tradición vieja y de hecho no era de Kazajistán, era de Ucrania, que es de donde eran originaria la familia Altin.
Y no es que a Yuri le molestara la tradición, era una tradición muy linda a comparación de las de su familia; las cuales no quería molestarse en listar, el problema era que el era un desastre como omega de casa; no sabía montar a caballo, ni cocinar, nunca había tendido una cama en su vida y menos aún lavar un plato. No era inútil solo estaba entrando para cosas diferentes.
Sabía utilizar un arma, entrenar perros, saltar de una ventana, contar fajos de billetes con rapidez. Nada de eso parecía muy útil en la vida de casado.-Se llama Paska-
-Entonces....es en el cumpleaños de los alfas que se hace esto?-
-Si, a veces también en año nuevo pero no es muy común-
-¿Aquí celebran navidad?-La Morena le miró unos segundos, le miraba de una forma que le intimidaba, no sabía si era normal que alguien le mirara tanto.
-No ¿En Rusia si?-
-Tampoco-La mujer asintió y fue hacía un cajón y sacó dos telas dobladas de color negro.
-Ponte uno, no querrás ensuciarte. Luego no se quitan las manchas de la masa de la ropa así que es mejor taparla-
-¿Qué es esto?-
-Un mandil cariño ¿qué más?-• • •
Las cosas eran sencillas por ahí, todos tenían una tarea y lo demás era libre, para que fueras e hicieras lo que quisieras.
Otabek, por ser el próximo alfa Altin, tenía un par de tareas más que lo que la gente por ahí tenía; Firmaba papeles, leía contratos, aprendía las herencias de cada familiar y sabía los gastos de la gente que dependía de los bonos que daban a los pueblos.
Todo con el fin de mantener el reconocimiento del pueblo.
También le gustaba ayudar en los establos de vez en vez; iba, se daba una vuelta, acariciaba a los caballos, saludaba a Yure, el hombre que limpiaba sus caballos, correteaba un rato con los perros y veía a Lera regar las flores mas no se metía ahí, la mujer tenía una extraña manía con que era muy malo que un joven como el se marchara los zapatos con lodo. Como si vivieran en los 1800 o algo así y usara botas que requerían que las lustraran.
A veces también solo se sentaba afuera, en las mañanas, en la mesita de té que tenían en la terraza y disfrutaba de una taza de café. A esa hora sus padres y hermanos ya estaban empezando a hacer sus tareas matutinas, pero el no. Se daba tiempo y disfrutaba el olor del rocío de la mañana y de la tierra recién mojada, ya que a esa hora regaban el pasto, veía como Yure llegaba con sus pantalones cafés y sus botas de hule grises a los establos y acariciaba a palma abierta a los caballos, menos al suyo, Gen, que de hecho era una yegua muy arisca e hija de puta con todos menos con el.
Se preguntaba si algún día podría compartir esas mañanas con Yuri y su respuesta era no, probablemente no, porque ni el estaba enamorado del omega, ni el omega de el.

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saber si te amo
Hayran Kurgudos familias peleadas por pasados inconvenientes e irrelevantes. la única solución, el matrimonio.