Contigo Aprendí Lo Que Es Amar [Dylan O'Brien]

CAPITULO 10

Ambos estábamos sentados mirando al frente, no decíamos nada, era un silencio incómodo.

Dylan por fin me miró y se decidió a hablar:

–¿Qué te pasa? –se le veía preocupado.

No dije nada.

–Venga ___, no seas así.

Sabía que era una actitud muy infantil, pero no me importaba. Además, no sabía que decirle.

Al ver que no le contestaba, Dylan soltó un suspiro de frustración.

–Joder, te conozco de apenas un día y ya la he cagado –ladeaba la cabeza algo confundido–, si por lo menos supiera lo que te he hecho...

–¿Que qué me has hecho? Por Dios, Dylan pareces idiota, primero llegas de la nada y me sonríes, nos propones compartir habitación, luego me das crema, me sacas la lengua, me miras y para colmo ayer dormí en tus brazos. Haces todas esas cosas hermosas que enamoran a cualquier chica, pero luego llega la Srta. Cosméticos y le pasas el brazo por encima de sus hombros y le miras como si fuera una diosa, y mientras yo, como una idiota me creí tus palabras de ayer, lo de que era una princesa. Dylan, o eres retrasado o no das cuenta de que la perra esa lleva más maquillaje del que yo he llevado en mi vida.

Dylan sonrió, ¿enserio?, ¿le llamo idiota y retrasado y el sonríe?

–¿Estás celosa? –soltó una carcajada.

Quería negarlo, pero era demasiado obvio.

–¡No me lo puedo creer! Estás celosa.

No paraba de reír.

–¡Para ya! ¡No estoy celosa! –me estaba poniendo roja.

Empezó a reír cada vez más

–¡No tiene gracia!

–Sí la tiene –no podía dejar de reírse.

–¿Ah sí? ¿Dónde? Porque yo no la veo –estaba empezando a enfadarme de verdad.

–Me hace gracia que pienses que siento algo por Brenda –así se llama la perra esa–. Me hace gracia que estés celosa de ella, pero sobre todo, me hace gracia porque tu eres más hermosa, inteligente, graciosa y mejor que ella, y además, solo tu me enamoras con solo sonreír.

Empezó a acercarse lentamente a mí .

¿De verdad me había dicho eso?

Estaba confusa. Me agarró por la cintura y lentamente me acercó a él.

Joder, ¿de verdad iba a besarme?

Ni siquiera podía pensar, le tenía muy cerca, puso su mano en mi mejilla y la acarició, ya sentía su dulce aliento en mis labios.

Pero no es lo que estáis pensando, no nos besamos. Cuando sus labios estaban a un centímetro de los míos apareció Brenda.

–Hola chicos, ¿que hacéis aquí los dos solos?

"¿A ti que te parece? Estábamos a punto de besarnos cuando apareciste con tu asquerosa cara maquillada y nos cortaste el rollo" –pensé.

Yo no soy una chica de las que se suelen pelear, pero hoy estaba sembrada.

–Estábamos hablando, nada más –dijo Dylan girándose para mirarla–, por cierto Brenda, ella es ___, una compañera de cabaña.

–Un placer conocerte –dijo Brenda sonriendo, su sonrisa era demasiado falsa.

"Pues ojalá nunca te hubiera conocido" –pensé.

–El placer es mío.

–¡¡Dylan!! –alguien le llamó.

–¡¡Voy!! Chicas me tengo que ir, os dejo solas para que os hagais amigas y eso –y después se marchó.

Definitivamente este chico es gilipollas.

Brenda me miró y luego sonrió con una sonrisa más falsa que sus extensiones.

–Veo que te llevas bien con Dylan, demasiado bien diría yo.

Me sentía muy incómoda.

–Sí, somos amigos.

–¿Amigos? Já –su cara cambió de sarcasmo a enfado–, no te atrevas a tocar a Dylan, él es mío. Que ingenua eres al creer que alguien como él estaría con alguien como tu. No te quiero ver cerca de mi chico, ¿entendido? –asentí tímidamente–.  Así me gusta, aprendes rápido y debo decirte que no soy una persona a la que te gustaría tener como enemiga. Adiós –y después de esto se largó.

¿De verdad me había dejado intimidar por esa polioperada? ¿Tan patética soy? No iba a permitir que alguien como ella me pisoteara. Yo no soy tan tonta, ahora tenia muchísimas mas ganas que antes de besar a Dylan. Esto es la guerra y no quiero perder, que gane la mejor.