CAPITULO 18

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Acababa de besar a Dylan O'Brien.

Esto aclaraba muchas cosas.

Me alegraba de que mi primer beso hubiera sido con una persona tan especial.

Le quería, quería a Dylan O'Brien. Era algo raro que sentía en mi pecho, ¿era amor?, nunca antes había amado a alguien como le amaba a él.

Llegamos a nuestra cabaña, ya no íbamos dado de la mano porque ambos queríamos guardar el secreto, había sido algo demasiado especial como para ir diciéndolo a los cuatro vientos. Solo queríamos que lo supieran los 6 chicos que ahora nos miraban con sonrisas.

Nadie preguntó nada, lo que me dejo bastante tranquila. Nuestros amigos sabían perfectamente lo que había pasado, no les hacía falta preguntar.

Después de saludar a sus amigos, Dylan, se quitó la camiseta y los pantalones con toda la naturalidad del mundo. Se quedo así, en boxers y haciéndose el indiferente.

Yo me puse mi pijama.

No tardamos en acostarnos todos, el senderismo nos había dejado agotados.

Claudia dormía con Adrián. Los dos no paraban de moverse, hacían demasiado ruido.

–¡Iros a un hotel! –gritó Dylan que intentaba dormirse.

Ambos pararon y me vi sumergida en un silencio que daba miedo.

Paso media hora, yo no podía dejar de pensar en el beso. Solo seguían despiertos Natalia, Yessi y Álvaro que hablaban en susurros.

Paso otra media hora, solo seguía despierto Álvaro , lo sabía porque de vez en cuando se movía y hacía ruido.

Pasaron 15 minutos y Alvaro se durmió. Yo seguía sin poder dormir. Saqué mi móvil para ver la hora. Las 02:00, era muy tarde.

Oí pasos fuera, susurros, algunos golpes lejanos y me asusté, me asusté tanto que tuve que reprimir las lágrimas.

Ya no podía más. Me levanté y me metí en la cama de Dylan con cuidado para no despertarle.

–Mmm... ¿___? ¿Estás bien? –mierda, le había despertado.

–Tengo miedo, he oído ruidos –le dije acercándose más a su cuerpo.

Besó mi cabello.

–Tranquila princesa, conmigo no te pasará nada.

–Muchas gracias Dylan. ¿Me puedo quedar a dormir?

–Claro que si –le bese la mejilla–, pero una cosa, en mi cama solo puedes entrar sin camiseta.

–¡Dylan!

–¿Qué pasa? Es el precio que tienes que pagar por haberme despertado –lo decía completamente enserio.

Empezó a subir lentamente mi camiseta, me ayudó a quitármela y la tiré al suelo.

–Buenas noches –besé cortamente sus labios.

–Sueña conmigo, tonta.

Me di la vuelta de manera que Dylan me abrazaba por la espalda. Se pegó tanto a mi cuerpo que sentía su "cosa" rozándome el trasero. Era una sensación agradable.

Me dormí con las caricias de Dylan en mi vientre y con un calor en los labios provocado por sus besos.

Contigo Aprendí Lo Que Es Amar [Dylan O'Brien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora