CAPITULO 35

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Como Dylan me había dicho, él me llevaba a caballito. La mayoría del tiempo caminamos en silencio. Íbamos todos juntos, nadie decía nada porque si decían algo llorarían. Estaban tan tristes como yo, se acercaba el momento de la despedida y habría muchas lágrimas. Todos caminábamos cabizbajos, Tony y Yessi, Nata y Alvaro, Clau y Adri, Dylan y yo, Gabi y Zayn, que era el chico con el que había bailado la noche anterior.

Era deprimente, no volveríamos a vernos en mucho tiempo, o quizá nunca más.

Habíamos recorrido más de la mitad del camino y me bajé de la espalda de Dylan.

Diez minutos más tarde Dylan se acercó a mi oido:

–Aquel chaval acaba de mirarte el culo–-susurró.

–Te quiero, celoso –dije besando su mejilla.

–Yo también te quiero pero aquel chaval acaba de mirarte el culo –volvió a decir–, voy a partirle la cara.

Le agarré del brazo antes de que hiciera alguna estupidez.

–Estaba de broma, pero tú eres mía y de nadie más, ¿entendido?

–Solo tuya –confirmé.

–Solo mía.

Colocó su mano en el bolsillo trasero de mi pantalón. Me sonrojé.

–¿Por qué siempre me tocas el culo?

–Me gustan las cosas redondas y lo que me gusta lo toco.

–Eres idiota.

–Tu idiota.

–Joder, Dylan no me hagas esto más difícil –dije empezando a llorar.

Me quitó las lágrimas con el dedo pulgar.

–Por favor, no llores por mí.

–¿Cómo no llorar? Si voy a perder a la persona que me hace feliz, Dylan eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

Me agarró por los muslos y me elevó por los aires. Apoyé la cabeza en su hombro y seguimos andando.

Quince minutos mas tarde llegamos al campamento y los autobuses ya nos esperaban.

Bajé corriendo a la cabaña con Dylan y lo que vi me partió en corazón, todos lloraban mientras recogían sus cosas. No pude aguantar más, apoyé la espalda en el marco de la puerta y resbalé hasta quedarme sentada. Me hundí en un mar de lágrimas y sentía como si me ahogaba.

Recogí mis cosas sin ánimo y todos subimos la cuesta con las maletas.

Llegamos a la pista y vi a mucha gente llorando.

No quería despedirme de Dylan, ni quería ni podía.

–Los de Toledo que empiecen a subir al autobús, por favor –dijo Luis.

Miré a mi derecha y vi a Claudia llorando en el hombro de Adrián, Yessi y Nata también lloraban. Gabi ya había subido al autobús, ella odia llorar y más por un chico.

Dylan tocó mi hombro pero a mí me daba pánico girarme.

Al final me giré y le abracé con fuerza.

–No, por favor –dije entre lágrimas.

–Tienes que irte –Dylan también lloraba.

–No quiero.

Me abrazó más fuerte.

–Dylan díselo –dijo Adrián que ahora estaba solo, mis amigas ya habían subido al autobus.

Dylan suspiró.

–¿Qué tienes que decirme?

–Que te quiero con locura, que me has echo el chico más feliz del mundo en estos 5 días. Gracias por todo lo que me has hecho sentir ___, que recuerda que eres mía y que doy la vida por ti. No podré volver a enamorarme de una chica como lo he hecho de ti. Y que te amo millones.

Agarré sus mejillas y le acerqué a mi para fundirnos en un precioso beso.

Nos separamos.

–No me olvides nunca –le dije.

–Ni aunque pase un millón de años –sonrió y yo le devolví la sonrisa.

Cogí mi maleta y empecé a caminar.

¿Ya está? ¿No iba a hacer nada?

En ningún momento me giré, si lo hacía me derrumbaría de nuevo.

Subí al autobús y me senté al lado de Claudia. La abracé y lloramos juntas.

El autobús arrancó.

Esto era un adiós.

FIN

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Gracias a todos por leer la novela, espero que les haya gustado tanto como a mi. Podeis comentar que os ha parecido, lo que os ha gustado y lo que no. Gracias también por votar y comentar. Por ultimo, me gustaría que comentarais sobre si queréis segunda temporada de Contigo Aprendí Lo Que Es Amar, si comentáis puede que haga una segunda parte.

Instagram: @martamahomie26

Contigo Aprendí Lo Que Es Amar [Dylan O'Brien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora