CAPITULO 21

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Esta vez fui con Dylan en la canoa. Él remaba mientras yo tomaba el sol, creo que es un trato bastante justo teniendo en cuenta que por su culpa estaba empapada.

Yo seguía tumbada entre sus piernas y le hacia caricias en los muslos.

Ahora ya no eramos los últimos, Dylan remaba bastante rápido.

Adrián y Claudia llegaron los últimos porque cada dos por tres dejaban de remar para darse el lote.

No quiero ser yo la que les quite la ilusión, ¿pero no han pensando que dentro de poco el campamento acabará y no se volverán a ver? De Toledo a Albacete no hay muchísima distancia pero hay bastantes kilómetros.

Imaginé a Claudia llorando el último día porque tenía que despedirse de Adrián. Quizá yo también lloraría, echaría de menos a Dylan.

Nos comimos nuestros bocatas de chorizo y nos montamos en el autobús.

-___, ¿qué tal tu primer beso? -me pregunto Clau que iba sentada a mi lado.

-Un momento, ¿cómo lo sabes?

-Llámalo intuición femenina, Dylan esta muy cariñoso contigo, eso y que he escuchado a Dylan y Adri hablar sobre el tema.

-Entonces eso ya no es intuición femenina.

-Llámalo como quieras, pero dime, ¿te gustó?

-Muchísimo -no pude evitar sonreír.

-Quiero detalles, ¿donde colocaste las manos?

Sabía a donde quería llegar Claudia.

-En su cuello.

-¿Y él?

Dudé un momento.

-En mi cintura.

-¿Y bajo la mano, verdad?

-¿Cómo lo sabes? -Clau es una experta en esto.

-Eso si que es intuición femenina.

Reímos.

-Disfruta ___. Ese chico te quiere de verdad.

Claudia tenía razón. Dylan me quería de verdad, y yo a él también.

-Por cierto, Clau, ¿Adrián y tú habéis hablado de lo que haréis después del campamento?

Quería estar preparada, si mi mejor amiga lloraba era más que seguro que yo también lo haría.

-Sí, hemos hablado del tema. Quedaremos como amigos, las relaciones a distancia son duras -busqué en su rostro algún signo de tristeza, pero no lo encontré.

Claudia es una chica fuerte, nunca la había visto llorar por un chico. Sabe reprimir las lágrimas muy bien.

El autobús frenó y nos bajamos.

Habíamos llegado a una piscina natural, era muy bonita, tenía incluso una cascada.

Extendí mi toalla en el suelo y que quité la ropa.

Esta vez si iba a bañarme. Me senté en el borde de la piscina y metí los pies.

Observé mis deditos durante un buen rato, tenía las uñas pintadas de rosa.

Alguien me empujó por detrás y caí al agua. Estaba congelada.

-¡Yo te mato Josh!

Empecé a correr detrás de él.

Josh es el novio de Alejandra, era un buen amigo.

Cuando le alcancé intente tirarle al agua, pero él tenía más fuerza que yo así que volví a caer dentro.

Josh y yo reíamos. Me ayudó a salir.

-Lo siento, te estaba viendo en la orilla y pensé que tendrías calor.

-Te perdono, pero me tienes que invitar a un helado.

Fuimos al kiosko y compramos 3 helados de chocolate. El tercero era para Ale.

-Toma princesa, te he comprado un helado -dijo Josh dándole el helado a su novia.

-Muchas gracias -le dió un beso.

-Chicos, os dejo solos -empezaba a sobrar, así que me fui para dejar solos a la parejita.

Busqué a Dylan con la mirada y le encontré en el agua con unas chicas.

Me miró y yo le sonreí. Me hizo un gesto con la mano para que entrara a bañarme con él, pero no le hice caso. No quería estar con Brenda y sus amigas.

Vi a David y decidí ir con él, no por venganza porque estuviera celosa de que Dylan estuviera con Brenda y sus amigas, si no porque a David se le veía triste.

-Hola David. ¿Te ocurre algo?

-Lorena -dijo sin mirarme-, está saliendo con el chico con el que me puso los cuernos.

-David, tienes que olvidarla, hay más peces en el mar.

Me parecía raro estar consolando al chico que me rompió el corazón,

-Ya, pero duele, seis meses es mucho tiempo ___, tú no lo entiendes porque nunca has tenido novio -me miró a los ojos.

Tenía ganas de gritarle que llevaba años enamorada de él, que aunque no tuviera novio sabía mejor que él lo que era el amor. Pero me lo guardé todo y me callé.

David volvió a mirarme.

-Lo siento, no debería de haberte dicho eso

-No lo sientas, tienes razón, yo no se nada de esto, además, ¿quien saldría con la chica fea que prefiere quedarse en casa leyendo a ir de fiesta? Tienes toda la razón del mundo y no tienes porque sentirlo.

Me levanté para irme pero David me cogió del brazo para detenerme.

-___, por favor, no te enfades, lo dije sin pensar.

-No estoy enfadada, solo necesito estar sola.

Me fui, pero no lloré, tenía que ser fuerte, no podía dejar que me pisotearan.

Además, David no tenia la culpa, él solo estaba siendo sincero.

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Contigo Aprendí Lo Que Es Amar [Dylan O'Brien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora