Capítulo 25

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Por un momento logró olvidarse de sus problemas, aunque no sabe si alegrarse por eso o no, después de todo su mayor "problema" es la salud de JiSung, debería levantarse y darse una ducha, pero los brazos de John son insoportablemente cómodos, cálidos y fuertes a la vez, podría dormir durante horas rodeado de ellos, sentirse protegido es tan placentero que lo asusta, hace tanto tiempo que no se sentía bien que el estarlo lo perturba, como si fuera la calma antes de la tormenta.

Al ver la hora se lleva una sorpresa, son las nueve, pero si despertaron a las siete en punto, bueno, en realidad se entretuvieron un poco, Hendery suele decir que el sexo matutino es reconfortante y ahora puede darle la razón, no lo había probado porque contrario a Hendery, él sí tiene responsabilidades, sus relaciones sexuales no iban más allá que de encuentros de una noche, luego debía volver a casa para que JiSung lo encontrara al despertar.

—¿Te sientes bien? ¿No te duele nada? —Johnny acaricia su cabello mientras Mark niega con la cabeza —Que extraño.

¿Por qué? Si fue tan suave y cuidadoso con él, opuesto a los encuentros rápidos de una noche a los que está acostumbrado, John se tomó su tiempo, lo tocó con gentileza, consintió cada pequeña parte de su cuerpo, fue irreal.

Cuando al fin se deciden a levantarse para preparar el desayuno, el teléfono del señor Seo suena, Mark siente como su corazón empieza a latir rápido, seguro es la enfermera que está cuidando a JiSung, y aunque no sea ella, de igual manera irá al hospital apenas termine de tomar una ducha, él ha estado pasándosela bien mientras su hermano está hospitalizado, el golpe de volver a la realidad lo agita, qué demonios le ocurre.

—Tu hermano despertó —dice John cuando cuelga la llamada —él está bien, desayuna con normalidad y ya no tiene fiebre, así que le darán el alta cuando llegues a pagar la cuenta del hospital.

Mark siente que puede respirar otra vez, como si un gran peso hubiera sido quitado de su espalda.

—Espera un segundo —añade Johnny al ver que el menor se da prisa en salir de la cama —Creo que deberían mudarse hoy, tu hermano estará más cómodo aquí que en tu casa y la enfermera se hará pasar por una criada doméstica, así podrás estar tranquilo cuando debas dejarlo solo y habrá alguien calificado cerca por si vuelve a sentirse mal.

Llegan al hospital tan rápido como el tráfico se los permite, el señor Seo lo deja frente a la entrada principal y luego se va a buscar estacionamiento, Mark sube hacia la habitación de su hermano lo más rápido posible, entre temblando y con el corazón latiéndole frenéticamente, se siente culpable, tal vez si hubiera estado ahí cuando tenía fiebre no habría llegado al punto de desmayarse.

No llores, no llores, vas a asustarlo.

Al entrar y ver a JiSung comiendo fruta como si nada hubiera pasado, muerde la punta de su lengua tratando con todas sus fuerzas de no llorar.

—¿Qué haces aquí? —JiSung mete un trozo de mandarina a su boca —Pensé que estabas en la ciudad veci... hey, suéltame, no me gustan los abrazos, ¿por qué tan dramático?

—Debiste decirme que te sentías muy mal —lo regaña golpeando su espalda de forma suave —habría corrido hacia ti en lugar de decirte donde estaba la medicina para la fiebre.

—Ajá, sí, ahora dime qué hago en una habitación VIP de hospital y porqué esa chica —susurra señalando hacia una muchacha sentada en una esquina —me trata como si fuera un rey, no importa lo que pida, ella lo consigue, ¿tienes una tarjeta con millones de dólares que no me has enseñado?

Una tarjeta llamada Johnny.

—JiSung, ¿qué tal te sientes? —para su suerte, justo cuando estaba a punto de inventarse alguna excusa tonta, entra el doctor de su hermano —Veo que te levantaste con hambre, eso es bueno, come mucho y te recuperarás pronto —luego pasa su mirada hacia Mark —Señor Lee, ¿puede acompañarme a mi oficina? Necesito que firme el alta.

DOLCE | JohnMarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora