Capítulo 05

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No había pensado mucho en la conversación que escuchó aquel día, principalmente porque estaba más dormido que despierto, pero ahora que todos sus sentidos están funcionando al cien por ciento y que John vuelve a hablar por teléfono creyendo que él está dormido, no puede evitar analizar cada palabra minuciosamente, la expresión: "La mesa", es lo primero que llama su atención.

¿Qué es ese lugar? ¿Por qué insiste Johnny con que no está preparado? Si es un restaurante no entiende el misterio, admite que el lugar de comida rápida que frecuenta con el señor Seo no es lo más común del mundo, pero tampoco lo perturba a tal nivel de necesitar una "preparación" para ir.

—Hoy sí asistiré —escucha a Johnny cerca, tal vez en el balcón de la habitación —no, no llevaré a Mark, la verdad hace un par de días cedí a la tentación y contraté a otro de los chicos de Jeno, lo llamaré a él para que venga conmigo.

Un desagradable sentimiento recorre al menor cuando escucha que Johnny está viendo a otra persona, su ceño se frunce adorablemente y se remueve incómodo sobre el colchón, ¿ese chico habrá dormido en esa cama? La sábana podría tener fluidos extraños de esa persona, asco.

—No me compares contigo, no estoy interesado en tener dos dolces.

Otra palabra que no entiende.

—No soy un jodido adicto al sexo como tú —critica John a su amigo —llevo dos meses esperando a Mark, ¿crees que soy de piedra?

Un breve silencio y luego una suave risa por parte del mayor lo desconcierta, nunca lo ha visto sonreír, mucho menos lo ha escuchado reírse.

—Él ha estado viniendo cada vez que Mark no está en la casa, no sé de dónde Jeno saca chicos tan buenos en la cama, su Casa Blanca es la mejor —¿acaso hay más casas blancas? —supongo que por eso Taeil aún no se ha desecho de él después de lo que hizo con DongHyuck.

No entiende nada y es frustrante.

El desagradable sentimiento se hace más y más grande, ¿Johnny se está acostando con otro chico cuando no está? No es como si le importara, es decir, ellos no son nada, simplemente le molesta un poco, por alguna rara razón le molesta.

—Espero que Mark despierte pronto, lo llevaré a su casa y luego iré con Jeno a recoger al otro chico... sí, voy a cambiarlo, es alguien agradable, me da un poco de lástima, así que esperaré un par de días más antes de deshacerme de él.

Todo su cuerpo se paraliza y el sentimiento desagradable se transforma en una fría angustia, no puede permitirlo, no puede dejar que lo cambie.

—Debo irme, nos vemos en La Mesa.

Cuando escucha los pasos de Johnny acercándose, Mark cierra los ojos, el mayor acaricia su mejilla y luego vuelve a irse con dirección al baño, ese simple acto hace que el estómago de Mark cosquillee, ¿él hará eso seguido? ¿Acariciar su mejilla dulcemente cuando cree que está dormido?

La bonita sensación no dura mucho y la palabra "cambiarlo" vuelve a darle un golpe, indeciso se levanta de la cama, cubierto con un edredón blanco, sin importarle mucho que el edredón se arrastre, va hasta al baño y se sienta en el medio, justo frente a la ducha, donde siempre se sienta cuando acompaña al mayor. La estructura transparente, aunque está empañada, permite ver perfectamente lo que hay fuera, por lo que John nota rápido su presencia.

—¿Dormiste bien?

No contesta, sólo se dedica a observar el cuerpo desnudo del mayor, como siempre, se ve rudo y fuerte, sus venas marcadas brillan bajo las gotas de agua que resbalan por su piel, Mark suspira, agobiado, preocupado, hay tantas cosas de esa tonta llamada molestándolo.

DOLCE | JohnMarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora