Rise Up |Larry Stylinson|

Capítulo 1.

El ojiverde caminaba por los pasillos de la Universidad con sus audífonos puestos, movía su cabeza de lado a lado y de vez en cuando cerraba sus ojos mientras movía su cuerpo al ritmo de la música mientras avanzaba.

Harry Styles no sabía el significado de la palabra “vergüenza.”

Muerde la manzana que traía en una de sus manos y pone sus ojos sobre su mejor amigo, mastica con lentitud y se acerca a él sin aún sacar los audífonos de sus oídos.

Zayn deja de conversar por su celular y Harry solo ve comos los labios de este se mueven antes de cortar, sonríe mientras niega con su cabeza, le quita los audífonos a Harry y este no puede evitar soltar una queja.

—¡Hey!

—Debes bajarle el volúmen, quedarás sordo algún día—el rizado se limita a rodar los ojos y Zayn imita el gesto.

—¿Con quién hablabas?

—Con Niall, me estaba dando los últimos detalles de estas vacaciones de verano— apenas Harry oye eso hace una mueca, estaba un poco complicado con ese tema— ¿Qué sucede?

—Ian...

—¿Otra vez? Harry, son sólo unas vacaciones con amigos, no es como si lo engañaras o algo por el estilo.

Harry sabía que eso no pasaría, pero en la mente de su novio habían miles de escenarios en dónde el ojiverde posiblemente lo engañaba.

En resumidas palabras Ian Griffin no quería que Harry fuera a esas vacaciones, quería que se quedara con él y Harry aceptaría, pero estaba el hecho de que ya había pasado las vacaciones del año pasado junto a él y bueno... El rizado quería su espacio, más bien, necesitaba ese espacio.

—Sabes como es.

—Es un celopata de primera, te cela conmigo y básicamente soy tu mejor amigo desde los tres años— Harry traga en seco y no lo niega, no podía negar la verdad.

—Se le pasará, ahora cuéntame sobre esas fabulosas vacaciones que nos esperan, ¿dónde iremos?

—Los padres de Niall tienen una casa de campo con piscina, un bosque cerca y un lago— ambos chicos comienzan a caminar por los pasillos de la Universidad para ir a sus respectivas clases— nos quedaremos ahí y bueno, Niall llevará a un amigo.

—¿A cuál amigo?— Harry rebusca en los bolsillos de su pantalones su móvil para desconectar sus audífonos y suelta un suspiro al ver varios llamadas perdidas de Ian.

—Es vecino suyo y también van juntos en la Universidad.

—Uh, ¿es un chico mimado?

Y ahí estaba la diferencia entre ellos y Niall, Harry y Zayn asistían a una Universidad pública mientras tanto Niall asistía a una privada.

Siempre ha habido rivalidades entre estas Universidades, pero la verdad es que no tenían ninguna diferencia, sólo la gente que asistía a ellas.

Ellos se conocieron durante una fiesta clandestina, las cosas se salieron de control cuando un chico había saltado en skate desde el techo del lugar y chocó contra el auto de uno de los vecinos del lugar, la policía llegó de un momento a otro y todos se habían puesto a correr.

Harry y Zayn se fueron por la parte trasera para poder saltar el muro y escabullirse por las calles, ahí es donde se encontraron a Niall el cual tenía un poco de dificultades para subir.

El par de mejores amigos sabía que no podían dejarlo ahí, así que lo ayudaron y los tres corrieron a través de la oscura y fría noche.

Desde ese momento se volvieron inseparables y los tres siempre estaban en las mejores fiestas de la ciudad.

A Niall no le importaba lo diferentes que eran, había ido un montón de veces al hogar de Harry y de Zayn y jamás había dicho algo sobre aquello, jamás los trató de forma diferente, el ojiceleste era muy diferente a la mayoría de los chicos que asistían a ese tipo de Universidades, aúnque Harry sabía que habían excepciones, no todos los que tenían educación privada eran personas millonarias, estaban las personas becadas.

—No lo es, según Niall sólo le falta un poco de diversión.

—Entonces estará con las personas correctas.

—Definitivamente.

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Harry desenvuelve con lentitud su dulce para no causar ruido ni interrumpir la clase.

Una vez logrado pone el dulce en su boca y se entretiene con este mientras ponía atención a lo que estaba pasando su profesor.

Si se desconcentra solo un momento sería una clase totalmente perdida.

Anota con un lápiz de carbón los hechos importantes y conceptos, su personalidad era bastante prepotente y también era un sin vergüenza nato.

Pero sus cuadernos junto a sus calificaciones demostraban lo aplicado y buen estudiante que era.

Se preparaba con una semana de anticipación para sus exámenes, avanzaba sus trabajos a penas los anunciaban, pedía libros en la biblioteca para complementar sus apuntes y gracias a todo eso tenía uno de los mejores promedios de la generación.

El ojiverde observa el gráfico frente a él y lo dibuja rápidamente en su cuaderno, sabía que esos datos eran importantes.

Lo bueno de todo eso, es que el año ya estaba finalizando y al tener un promedio alto no debería rendir ningún exámen extra.

Podía desde ya gritar que estaba de vacaciones, estaba ansioso ante lo que se vendría, no había nada mejor que estar en el aire libre junto a un núcleo de amigos que jamás te juzgarían y si la suerte estaba de su lado, quizás tendría otro amigo más.

Esperaba que el chico que traería Niall tuviera buen sentido del humor o si no tendrían grandes problemas.

El ojiverde ya estaba soñando con los días de piscina y noche de películas, casi podía rozarlos con las puntas de sus dedos.

Esperaba que Ian no fuera tan controlador, porque Harry lo quería muchísimo llevaban cerca de un año juntos y como cualquier relación los primeros meses fué todo de color de rosas, luego Harry descubrió la otra cara de Ian y admitía que no le gustaba esa faceta, pero estaba ese dicho que siempre se repetía.

“Debes querer a las personas con sus defectos y todo”

Así que aún seguía sumando meses junto a Ian a pesar de que sentía que esa conexión se había cortado de raíz hace tiempo o eso quería creer.

Harry sacude su cabeza para salir de sus pensamientos y su mandíbula se afloja, el dulce cae de sus labios directo a su cuaderno.

Una zona de este queda manchado de color rosado y el ojiverde maldice en voz baja, vuelve a tomar su dulce para volverlo a meter en su boca.

Jodida suerte que tenía.