Capítulo 26.

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Decir que Harry estaba nervioso era poco, sus manos temblaban y su labio inferior ya estaba roto de tanto mordisquearlo.

Estaba satisfecho con lo que había hecho, incluso hasta a Zayn le había encantado, el ojimiel intentó estirarse sobre los cómodos almohadones que había puesto en el fuerte, pero el ojiverde no se lo permitió.

—¿Le gustará?— pregunta por décima vez en voz alta, tenía miedo de decepcionar al ojiazul.

Había hecho tantas cosas parecidas y a su ex novio no le había gustado ninguna, así que ese miedo seguía ahí, hormigueando en su estómago.

Sabía que Louis era diferente, pero no podían culparlo por temer.

—Le va a encantar, ahora anda a ducharte, apestas— Harry rueda sus ojos y junto a Zayn se dirigen hacia a la cabaña.

El ojimiel lo había ayudado a armar todo, ambos habían dicho que seguirían trasplantando plantas, pero realmente habían estado preparando todo eso.

Harry quería tener una linda velada junto a Louis.

—Gracias por ayudarme— Zayn se apega a su mejor amigo y pasa uno de sus brazos por sobre los hombros de este.

—Amo ayudarte en este tipo de cosas, así me das ideas de cuando esté en pareja— Harry ríe y abraza por la cintura al ojimiel.

—La persona que esté contigo será muy afortunada— Zayn no niega eso, claro que sería afortunada.

Ambos mejores amigos entran a la cabaña y ven como Louis estaba junto a Niall en el sillón de la sala de estar, ambos estaban comiendo palomitas mientras veían una película.

Niall es el primero en verlos y les sonríe, obviamente sabía del plan, el ojiceleste era un chismoso de primera y no existía nada que él no supiera.

Louis mira por sobre su hombro y saluda a ambos con una de sus manos, Harry vuelve a morder su labio inferior  demostrado su obvio nerviosismo.

Zayn le da un pequeño empujón a Harry para que se diera prisa, el ojiverde capta la señal y rápidamente va hacia a su habitación.

Louis lo sigue por un momento con su mirada hasta que desaparece.

—¿Terminaron por hoy?— el ojiazul pregunta y el pelinegro de inmediato asiente, estaría atento a cualquier pregunta que le pudiera hacer el castaño, no arruinaría la sorpresa de Harry.

—¿Qué estaban viendo?— pregunta de vuelta y se acerca hasta el sillón para sentarse en uno de los reposabrazos de este.

—Teen Wolf, ¿puede creer que el kanima es...?— Zayn alza su manos antes de que Niall pudiera terminar su pregunta.

—Aún no he llegado ahí, no me hagas spoilers— el irlandés rueda sus ojos pero termina aceptando.

Louis frunce su ceño y vuelve a poner su mirada en el pasillo que llevaba directo a las habitaciones.

—¿Harry está bien? Digo, se veía raro— Zayn traga en seco y pone una galante sonrisa en sus labios.

—Está bien, sólo quería ducharse ya que sentía que tenía tierra por todo el cuerpo— Louis no pregunta nada más, se acomoda en el sillón y vuelve a llenar su boca con palomitas.

Harry aparece otra vez en el campo de visión de sus amigos, pero esta vez estaba completamente aseado.

Las manos del ojiverde se deslizan por los hombros de Louis y este se voltea a mirarlo, deja la fuente de palomitas en en la mesa de centro y se levanta de su lugar.

Los brazos del castaño se envuelven en los hombros del rizado.

—Quiero que me acompañes a un lado— comenta antes de dejar un beso en la frente del ojiazul.

Niall ahoga un grito de emoción y Zayn sonríe con orgullo.

—Claro, pero primero te secas este cabello y yo me pondré algo encima— Harry iba a replicar y Louis arquea una de sus cejas— no quiero que nos volvamos a enfermar.

El ojiverde mira brevemente a su mejor amigo y este se encoge de hombros, finalmente Harry suelta un suspiro y acepta.

Ambos van a sus respectivas habitaciones, Harry intenta secar lo más rápido posible su cabello.

Estaba nervioso y dios, el aire caliente del secador lo abrumaba aún más.

Ojalá tuviera la misma confianza ahora como cuando la tenía cuando saltaba de un risco para caer al agua.

—¿Estás listo?—Louis se apoya en la puerta de la habitación de Harry y el ojiverde sonríe al verlo con una gran polerón de polar.

El ojiverde apaga el secador y lo desconecta, asiente hacia a Louis y este estira su mano hacia a Harry.

El rizado la toma y ambos salen de la habitación, tomados de la mano avanzan por el pasillo y el ojiverde evita rodar sus ojos cuando ve que Zayn ya tenía la puerta abierta para ellos.

Louis no pregunta nada por la rara actitud de Zayn y menos por el nerviosismos de Harry.

—Bien, debo cubrir tus ojos— murmura el rizado y Louis lo mira con pánico, no le gustaba tener sus ojos vendados— será por unos segundos y prometo no soltarte.

—Está bien— murmura en un hilo de voz y el ojiverde saca una bandana de uno de los bolsillos de su pantalón, ya estaba doblada, así que lo único que hace es ponerla sobre los ojos de Louis.

Amarra esta detrás de la cabeza del ojiazul y luego pone sus manos sobre la cintura del castaño.

Ambos comienzan a avanzar con lentitud y Louis ya estaba desorientado, aúnque tal como dijo Harry, sus ojos vendados durante un par de minutos.

La venda es retirada de sus ojos y pestañea un par de veces para luego analizar el lugar que estaba frente a el.

Era precioso, las mantas puestas como una pared, se veían tan suaves y las luces les daba un toque tan puro.

Louis voltea hacia a Harry y lo abraza con fuerza, deja múltiples besos en la mejilla del rizado y no paraba de agradecerle una y otra vez por el gesto.

Harry se relaja al ver que le había gustado y como no gustarle, Louis podía decir que era el gesto más lindo que habían hecho por él.

Harry sin dudas era único e inigualable.

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Rise Up |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora