Capítulo 28.

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El ojiverde se remueve en la cálida cama, había comenzando a escuchar música de fondo y lentamente había despertado.

Abre sus ojos y se acostumbra a la luz que entraba por la ventana de la habitación, pasa saliva al sentir como su garganta estaba seca.

Sin hacer ruido se acomoda en la cama y su mirada se posa sobre Louis el cual estaba bailando mientras buscaba algo en uno de los cajones.

Habían dormido juntos.

El ojiverde lo mira con ternura, vestía un buzo holgado y una camiseta gigante.

El ojiazul abraza la ropa que utilizaría ese día y va hacia al baño en donde tenía el pequeño parlante que había despertado a Harry.

El rizado se levanta sin hacer ruido y abraza por la cintura a Louis, este pega un breve salto y luego se apoya contra el pecho del rizado, lo había asustado.

—Casi se me sale el corazón— murmura y Harry lleva una de sus manos al pecho del castaño, su corazón latía muy rápido.

—Lo siento— deja un beso en la mejilla de este en modo de disculpa— y buenos días.

Louis se separa del cuerpo de Harry y arruga su nariz, quería ducharse.

—Harry, iré a ducharme— murmura y apunta hacia el baño, el ojiverde forma un puchero en su labio inferior y vuelve a atraparlo entre sus brazos.

—Un baile— habla de forma baja para luego apoyar su cabeza en el hombro de Louis y comienza a balancearse en su lugar, el ojiazul ríe y deja su ropa en el mueble más cercano.

Apoya sus manos en la cintura del ojiverde para que este aún mantuviera su cabeza apoyada en su hombro.

De pronto Louis ya no sentía la necesidad de entrar a ducharse, su cuerpo se había relajado y junto a él su mente.

Ambos chicos en la habitación bailaban al suave compás de “Gravity” de Chase atlantic.

La calidez que le transmitía el cuerpo de Harry provocó que Louis se sintiera somnoliento otra vez.

El mundo desapareció de su alrededor, la canción era tan atrapante que ambos sólo podían sentir las caricias del otro, Louis juraría que estaba soñando.

El ojiverde finalmente levanta su rostro y con sus ojos cerrados deja un beso en la frente del ojiazul, el gesto es tan íntimo y reconfortante que el castaño sonríe como un bobo.

La magia lentamente comienza a desvanecerse cuando la canción termina, Harry es el primero en abrir los ojos y ahora Louis no quería separarse de él.

—Ahora puedes ir a ducharte— el ojiazul niega y se mantiene cerca del cuerpo de Harry.

—Reclamaría esa canción como nuestra, pero no nos representa para nada— Louis pone sus ojos sobre el rostro de Harry y este asiente estando de acuerdo.

La melodía era lenta e hipnotizante, transmitía muchísima paz, pero definitivamente no los representaba, la canción hablaba sobre una pareja que había terminado.

Louis y Harry estaban recién comenzando su historia.

—Ya, ve a ducharte— Harry deja un beso en la cabellera de Louis y finalmente se aleja— iré a ducharme a mi habitación.

Louis suelta un gruñido por lo bajo y vuelve a tomar la ropa que había dejado en su comoda.

Harry ríe al verlo de esa manera, parecía un pequeño gatito engrifado.

—Eres injusto, tú me puedes retener pero yo a ti no— el ojiverde tararea y le lanza un beso antes de darse media vuelta e ir a su habitación.

Rise Up |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora