Capítulo 9.

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El ojiazul estaba sentado en uno de los taburetes de la cocina, tenía un pequeño vaso de shots en su mano izquierda y con la derecha estaba llenando el pequeño recipiente.

Sin siquiera comer limón o sal, toma el vaso en seco y cierra sus ojos ante la quemazón que había sentido en su garganta.

Se baja del taburete y pone el vaso sobre la encimera, se inclina contra esta y vuelve a llenarlo mientras movía su cabeza de un lado al otro al ritmo de la música.

Harry estaba bebiendo un vaso de whisky com hielo mientras estaba apoyado en la separación de la cocina y la sala de estar, Niall estaba sentando en uno de los sillones del lugar mientras bebía una combinación de vodka con jugo y Zayn estaba inquieto mientras se movía de un lado a otro en un intento de baile.

Las mayoría de las luces estaban apagadas y eso le daba un ambiente más privado a la ocasión, aúnque sólo eran los cuatro.

La mirada de Harry se dirige a la cocina y ve como Louis estaba mordiendo un limón partido, la boca del ojiverde se hace agua al ver como pequeños rastros de jugo de limón se deslizan por la mandíbula y cuello del ojiazul, podía literalmente sentir el jugo de limón en su boca.

Toma el trago de whisky al seco y se acerca a Louis, toma uno de los vasos para shots sin ocupar y lo pone frente al castaño.

—Me gustaría tomar uno por favor— Louis le da una breve mirada y sirve tequila en ambos vasos.

Louis se dedica a poner sal en su muñeca y su mirada no puede evitar caer en como Harry lame la zona de su mano entre su dedo pulgar e índice, finalmente pone sal ahí y efectivamente esta se queda adherida con mayor facilidad.

Harry sonríe y hace un salud imaginario para luego chupar la sal, tomarse el tequila y morder el limón.

Louis ríe y rápidamente lo imita, ambos dejan sus vasos vacíos uno al frente del otro y sus miradas se vuelven a encontrar.

El ojiazul ya sentía parte de su cuerpo adormecido y sus pensamientos saldrían como si fuera un libro abierto.

—¿Así que realmente estás celebrando que terminaste con tu ex?— y tal cómo lo había previsto, había sucedido.

—Sí, ¿está mal que lo haga?

—No, sólo estás celebrando que al fin soltaste algo que te hizo daño— Harry se encoge de hombros y camina hacia el refrigerador, abre este y saca dos botellas de agua.

Le entrega una a Louis y abre la que se había quedado para él, si tomaba agua entre tragos la resaca no sería tan grande al día siguiente.

Louis agradece el gesto y también bebe un sorbo de esta.

—¿Alguna vez tuviste a alguna relación que fuera un desastre?— Louis mantenía sus ojos cerrados, de pronto el sueño se había apoderado de él, estaba somnoliento.

—Sí, he estado con chicos dañinos, pero la diferencia es que jamás absorbí sus acciones o formas de ser, sigo siendo el mismo chico sano que siempre fuí— Harry no deja pasar la palabra chicos a la ligera.

—¿Jamás has salido con una mujer?

—Oh no, soy gay, por si no lo sabías— Harry sonríe ante eso, le gustaba escuchar a alguién aceptarse libremente, era algo bonito de presenciar, sentir el orgullo en su tono de voz.

—Ahora lo sé— el castaño asiente y deja caer lentamente su cabeza en la mesa de madera, Harry lleva su mano derecha hasta el cabello de Louis y acaricia su cuero cabelludo con la punta de sus dedos.

—No hagas eso, me dará más sueño del que tengo.

—Ya es tarde, vamos, te llevo hasta tu habitación—Louis ni siquiera se niega, sólo quería estirarse en algún lado y dormir, pero sentía que cuando se levantara sus piernas dejarían de funcionar y caería al suelo.

Ese era el efecto del tequila, lo ponía torpe como la miérda.

Harry rodea la encimera del lugar y se acerca hasta a Louis, pasa sus brazos por la cintura del castaño y lo ayuda a levantarse, toma la botella de agua que le había entregado a Louis y sin más ambos salen de la cocina.

Caminan a través del pasillo para ir directo a las habitaciones y le cuesta un poco sostener el peso del castaño mientras intentaba abrir la puerta con su mano libre.

Cuando lo logra suelta un suspiro de alivio, deja al ojiazul sentado en su cama y la botella a un lado de el, se agacha y comienza a desabrochar las zapatillas del castaño.

Todo esto bajo los ojos azules de Louis.

—Eres muy bueno— comenta el castaño y Harry alza su mirada, le sonríe y saca ambas zapatillas de los pies del ojiazul.

—Al lado tuyo tienes una botella de agua, recuerda hidratarte, me iré para que puedas cambiarte y dormir a gusto— Harry de verdad no había alcanzado a dar un paso lejos de Louis cuando este lo estaba sosteniendo suavemente del brazo.

—Quédate conmigo a mirar las estrellas— el ojiverde mira como el cabezal de la cama de Louis daba directamente hacia la ventana y se siente confundido, porque literalmente no se veía nada— tú no tienes la habitación con mejor vista.

A penas dice eso se levanta de su lugar y se sube arriba de la cama, Harry queda en alerta cuando lo ve tambalearse levemente, no entendía a que era lo que se refería Louis realmente, pero logra hacerlo cuando este jala de un pequeña cuerda del techo, como si fuera una puerta esta se abre y deja a la vista una perfecta vista de las estrellas.

—Es como un cobertizo que da hacia el techo, esa ventana se puede abrir— comenta para luego bajarse de la cama y estirarse en esta, pone sus manos sobre su estómago y deja su mirada puesta en las estrellas.

—¿No quieres que cambiemos de habitación?— Louis ríe y Harry se estira a su lado, pone sus manos debajo de su cabeza y también se permite observar la maravillosa vista que estaba arriba de él— ¿cómo sabes esto?

—Niall me contó todo antes de venir, lo hizo para convencerme y lo logró, no estaba la certeza que me tocara justo esta habitacion pero así fué.

—Es genial.

—Claro que lo es, gracias por quedarte.

Harry deja de mirar las estrellas y voltea a mirar al ojiazul, el cual también se voltea a verlo.

—¿Qué?— pregunta con suavidad y Harry suelta un suspiro.

—Nada, y-yo... Simplemente nada— Louis le sonríe y vuelve a poner su mirada sobre el techo, el ojiverde sólo se queda a observar como lentamente los ojos de Louis se cerraban y los suyos también caían lentamente ante el cansancio.

Ambos se habían quedado dormidos con la cercanía del otro.

Rise Up |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora