Capítulo 22.

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Harry había despertado junto a Louis en la tarde de ese mismo día, estaba desorientado respecto a la hora que era, incluso llegó a pensar que habían dormido hasta el día siguiente, pero Zayn le indicó de inmediato que no era así.

El ojiverde estaba muy agradecido con sus amigos, cuando notó todos los gestos que habían hecho por ellos no pudo evitar levantarse para darles un abrazo, aunque bueno, lo rechazaron.

Según ellos no querían contagiarse, así que no hubieron abrazos, el rizado había vuelto a sentarse con un puchero en sus labios.

Louis despertó ante tanto alboroto con un dolor de cabeza tremendo, le dieron una botella de agua junto a un paracetamol, el ojiazul ya se sabía ese truco.

El paracetamol es un placebo, realmente no tenía efectos para poder quitar dolores así que sabía que no funcionaría, todo estaba en la mente humana, cuando alguién se toma un remedio que exáctamente es un placebo como el paracetamol y está seguro de que le ayudará este funcionará.

De ahí venía la frase "la mente es poderosa."

De todas formas el castaño pone la pastilla en su boca y la traga con un poco de agua.

—Les preparamos sopa de verduras, esperemos que mañana estén mejor— Niall murmura para luego poner una bandeja frente a ellos, habían dos platos de sopa humeantes, junto a pequeños trozos de pan.

 —Gracias, en serio— Harry murmura de forma baja y se extiende para tomar el plato, la sopa estaba en su punto justo de caliente, tal como le gustaba.

—Que esto les sirva para que no cometan más locuras como esa— Louis vuelve a tomar más agua antes de tomar su plato.

—Claro, la próxima vez no los dejaremos refugiarse— Zayn rueda sus ojos ante la respuesta de su mejor amigo y luego una sonrisa se forma en sus labios, Harry jamás aprendería.

Muchísimas veces ambos se encontraban debajo de la lluvia haciendo travesuras, recuerda perfectamente cuándo ambos fueron parte del centro de alumnos de la escuela; Harry era el secretario y Zayn el presidente.

Tuvieron que ir a una reunión en representación de la escuela y esta no tenía los medios para pagar una locomoción que los llevara directamente hacia su destino, así que junto a su profesor de acompañante tuvieron que tomar varios buses para poder llegar.

La lluvia los tomó por sorpresa a mitad de camino y con las mochilas sobre sus cabezas corrieron hasta el establecimiento en dónde sería la reunión, a pesar de que estaban completamente empapados disfrutaron de esa circunstancias, les dieron café y sándwiches gratis.

Para volver a sus hogares tuvieron que tomar las mismas locomociones, pero ya no les importaba nada, sus zapatos estaban llenos de agua y su profesor les dió el permiso de hacer lo que quisieran.

Ambos chicos pasaban debajo de los canales de agua de los grandes edificios y se reían diciendo que solamente les faltaba Shampoo para poder darse una ducha gratis.

Cuando tomaron el bus que los llevaría directo a sus casas, sacaron sus zapatos y estrujaron sus calcetines, ambos ya no hablaban de eso porque les causaba vergüenza, pero ese día había sido inolvidable, incluso ambos tenían fotos en sus computadores, esa fué una de las tantas aventuras que habían tenido juntos.

La pasaban bastante bien al formar parte del centro de alumnos.

—Exacto, la próxima vez invítenme— Harry ríe roncamente y asiente sin dudarlo, claro que lo haría.

El rizado pone la mirada sobre la ventana y ve como había un brillante sol, se sentía como la miérda, pero las ganas de salir para disfrutar del olor a tierra mojada y ver como el agua lentamente se evaporaba eran más grandes.

Así que se dispone a terminar la sopa que habían preparado sus amigos y luego toma un poco de agua, se levanta del sillón y Louis le da una mirada confundida.

—El día está precioso, vayamos a verlo— mira directamente hasta al castaño al cual sólo le quedaban dos cucharadas de sopa, el ojiazul lo piensa antes de dar una respuesta, se sentía un poco mal, pero la idea sonaba completamente tentadora.

Toma el resto de la sopa que le quedaba y deja el plato a un lado, se levanta del sillón y engancha su brazo al de Harry.

Niall y Zayn se interponen en sus caminos, por primera vez Louis ve a Niall siendo tan serio, en su mirada predominaba la preocupación y lo entendía, claro que lo hacía.

—La humedad les puede hacer mal.

—No estaremos directamente cerca de ella, nos sentaremos en las sillas que hay en la terraza, tomaremos un poco de sol y beberemos agua— Harry tenía esa habilidad de convencer a los demás la mayoría de las veces lo lograba sin tener verdadero fundamentos que pudieran respaldarlo, pero eso ya no funcionaba con Zayn.

El ojimiel conocía perfectamente a su mejor amigo.

—No—es lo único que dice, el ojiverde suelta un suspiro y decide tirar su última carta.

—Tomaré de ese asqueroso té con jengibre— Zayn entreabre sus labios ante eso, que Harry aceptara tomar té con jengibre era un gran avance, era una recuperación asegurada.

El pelinegro no lo duda antes de aceptar, se los prepararía de inmediato para que ambos bebieran el té mientras estuvieran afuera, disfrutando del clima.

—Bien, pero ambos lo beberán.

Harry mira a Louis en busca de su aprobación y este se encoge de hombros, no tenía problemas con beber eso.

—Acepto, incluso me gusta el jengibre— el ojiverde hace una mueca de asco, sinceramente él lo odiaba, le había quedado el mal sabor en la boca desde que comió fresas con tantas ganas y se dió cuenta del sabor raro que tenían, Zayn les había puesto jengibre rallado y fué lo más asqueroso que alguna vez probó en su vida.

No lo pueden juzgar, son sus gustos.

—No diré nada ante eso— Louis entiende de inmediato entiende que le desagradaba el jengibre así que ríe con suavidad.

Finalmente Niall y Zayn se quitan de su caminos y ambos chicos van directamente hacia la puerta principal, a penas la abren un suave viento golpea el rostro de ambos.

Louis se siente definitivamente más aliviado y de pronto le había parecido una buena idea.

Harry deja un beso en la cien del castaño para luego separarse de el, camina hacia una de las sillas de mimbre y se deja caer en ella.

Louis se sienta a un lado del ojiverde y le llama la atención la manera en la que Harry observaba todo, con atención e incluso admiración, así que también mira hacia donde veía Harry en busca de lo mismo.

Recuerda la vez en la que Harry le dice que debía abrir sus ojos, pero no literalmente.

Es ahí que se da cuenta de lo que sucedía, había vapor surgiendo del suelo, las hojas de las plantas junto al pasto se veían más verde que nunca e incluso se podían escuchar varios pájaros cantando, las mariposas volaban con pequeños aleteo y el olor a tierra mojada era indescriptible.

Se sentía en paz, tan en paz que también se había quedado hipnotizado y no había notado que Harry ahora lo miraba a él con la misma atención que antes miraba a las plantas, al lago, a la lluvia, a los pájaros, a las mariposas.

No lo miraba solamente con sus ojos, lo estaba mirando con el alma.

Rise Up |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora