Capítulo uno

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El contante golpeteo apresurado de sus tacones resonaban a través del pasillo enmarcado con coloridos casilleros escolares

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El contante golpeteo apresurado de sus tacones resonaban a través del pasillo enmarcado con coloridos casilleros escolares.

Kory estaba agotada y su día apenas comenzaba, la campaña de Bárbara consumía toda su energía y tiempo últimamente. Y ahora debía reunirse con el maestro de su hijo porque este había tenido un pleito con uno de sus compañeros.

Cuándo llegó al sitio indicado por el maestro durante la llamada telefónica sus ojos viajaron hacia Ryan de inmediato, estaba de pie junto a una niña de cabello oscuro peinado en dos tiernas coletas, la que Kory supuso era la otra parte del problema, y un hombre alto de piel morena, lentes y entradas canosas. Su pequeño lucia bastante nervioso y eso rompió un poco el corazón de Kory, aunque se animó un poco cuando ella le sonrió tranquilizadoramente.

 —Usted debe ser la Sr. Anders— dijo el hombre mayor al verla acercarse.

—Si, Kory Andres— respondió —Lamento tanto mi retraso, tuve algunos asuntos que resolver en el trabajo— se lamentó Kory mientras extendía su mano para estrecharla con el maestro de su hijo. —Realmente lo siento Sr...

—Fox — se presentó estrechando su mano amablemente —Luciuis Fox.

—Encantada de conocerlo Sr Fox — respondió Kory con una sonrisa nerviosa. —Nuevamente me disculpo por mi tardanza.

—Por favor, no hace falta que se disculpe Sra. Anders. Gracias por tomarse el tiempo para esto. —El señor Fox sonrió y abrió la puerta de la sala de maestros. —Por favor entren y tomen asiento.

Kory asintió y se ubicó junto a Ryan en una de las sillas que rodeaban a la mesa de la sala de maestros, acomodando su enorme bolso a un lado lleno de papeles. La niña que los acompañaba tímidamente se sentó en una esquina lejos de ambos, mientras que el señor Fox tomó la silla del frente y se preparó para hablar.

—El padre de Mary está retrasado, si quiere podemos comenzar o ¿prefiere esperar unos minutos más?

—No creó estar en posición para juzgar a nadie por su puntualidad— bromeó Kory. —Pero realmente estoy desconcertada. ¿Que fue lo que ocurrió? Ryan no es un niño violento, realmente no entiendo que puede haber pasado — finalizó afligida realmente no podía imagina a su bebé metiéndose en problemas. Ryan era el niño más dulce del planeta. Sus maestros anteriores tanto de jardín de infantes, como de primer y segundo grado no habían tenido reparos al momento de hablar de lo maravilloso que era en clases y lo mucho de disfrutaban de tenerlo como alumno, y si bien esta era la primera vez que se reunía con el Sr. Fox y aun faltaba tiempo para la tarde de padres y maestros Kory estaba segura de que su maestro de tercer grado diría exactamente lo mismo.

—Bueno— suspiró. — Verá Sra. Anders— comenzó el Sr. Fox en un tono solemne, sin embargo antes de que pudiera continuar fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose de repente.

Reunión de padres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora