Claramente no se trataba de ningún anciano, Seokjin era un hombre solo 5 años mayor que él, apuesto, de buena presencia, respetado entre personas importantes en conclusión un hombre guapo, joven y de la alta sociedad.
Al ver el pequeño reloj en su muñeca se dio cuenta que ya era tarde y tenía que regresar a su casa para evitar problemas con su padre.
De lejos veía sus delgados labios sintiendo tantas ganas de poseerlos, pero no podía.
— ¿Tienes los obsequios?
— Sí señor, compre varias piezas de arte y decoración para su suegro y para ... el joven Park he comprado un bolso de cuero muy fino, es muy elegante.
— Perfecto -Jungkook estaba por irse- espera, debo decirte algo, sé que debes estar inquieto con todo esto.
— No tendría porque señor -bajo la mirada-
— Sabes de qué hablo, ambos lo sabemos, pero no puedes perder la compostura debes guardar tus sentimientos para ti y no causarme problemas.
— No se disculpe señor, no seré impertinente se lo aseguro –estaba avergonzado-
— Retírate –Jungkook hizo una reverencia y salió un poco avergonzado-
Jungkook llevaba trabajando con la familia Kim desde que los padre de Seokjin vivían, crecieron juntos como hermanos, pero poco a poco Jungkook se sintió atraído por él, Seokjin no lo noto hasta que un día pasó algo que no se esperaba, Jungkook entró en su habitación una noche y le robo un beso, no fue capaz de reclamarle, pero desde ese día estableció reglas entre los dos, no estaba permitido hablarle de manera informal, sólo podía dirigirse a él como ''señor'' o ''Joven Kim'', la distancia a menos de un metro tampoco estaba permitida y definitivamente las muestras de cariño terminaron rotundamente.
Después de una dura noche meditando y recordando un poco de su infancia y cuando aún era feliz, Jungkook despertó rápidamente pues él y Sekjin tenían la reunión con los Park.
Juntos se encontraban ya de camino a visitar a aquella familia, Jungkook se encontraba a su lado mirando por la ventana del auto, durante el desayuno no habló para nada excepto para saludar, se veía deprimido y triste.
— ¿Estás bien? -capturó su atención-
— Sí señor, solo estoy algo agripado -mintió-
— Después podemos ir al médico -hizo un leve toque en su mano- empeorarás si no te revisan.
— No es nada importante, la cita de hora si lo es –miro hacia el frente alejando su mano-
— Si, tienes razón -Seokjin sabía que Jungkook estaba tratando de conmoverlo y de hacerle sentir culpa, naturalmente él no iba a acceder a su ''berrinche''- definitivamente conocer a mi futuro esposo es lo más importante ahora -cruzó los brazos-
Sintió su corazón estrujarse y no puedo evitar fruncir el ceño con tristeza.
