watch you sleep ─ jaesahi

II

"Las cortinas blancas son tan delgadas como el papel"

Asahi abrió sus ojos al compás de su ruidosa alarma, estiró su cuerpo lentamente buscando desperezarse y se levantó con cuidado de no hacer ruido. Observó a Jaehyuk, el azabache dormía profundamente, incluso aunque las cortinas blancas dejaran entrar la luz de sol, logrando que los lunares de su piel blanca se notarán, una piel tan nívea que contrastaba mágicamente con su cabellera negra y su labios cereza.

Asahi negó con un movimiento, era un poco perturbador mirar a alguien dormir.

Se movió al cuarto de baño con sus cosas, para tomar una ducha y demás. Luego de unos treinta minutos ya estaba casi listo, termino de abotonar su camisa blanca, la que vestía junto a sus pantalones negros, añadió una chaqueta del mismo color de su camisa y ajusto su corbata azul. Volvió a mirarse en el espejo, ordenando su cabello platinado de forma que no cayera totalmente sobre su frente.

Volvió a su habitación encontrado al pelinegro en la misma posición. Asahi pensó en que debería levantarlo, ya faltaba poco para iniciar el día, y no creía que Jaehyuk quisiera llegar tarde.

Acercó su mano al cuerpo de Yoon para moverlo un poco, pero se detuvo, el pánico lo consumió ¿Su piel sería tan suave como lo imaginó?

Un leve suspiro brotó de sus labios al notar el pijama amarillo con florecitas que vestía su compañero. Seguro era pecado despertar a un ángel, más cuando un puchero estaba en los belfos del chico ¿Algún día lo besaría?.

¿Qué cosas raras pensaba? Era como un acosador mirándole. Buscó su teléfono en la mesa de noche, configuró el volumen en máximo y reprodujo la canción con más ruido de su playlist.

Uff, seguro lo enamoraba con su dulzura.

Jaehyuk se movió incómodo, sentándose en su cama al instante, llevo su mano a su pecho, su respiración subía y bajaba del susto. Encontró con la mirada a Asahi, los labios del rubio formaban una línea, pero su hoyuelo derecho estaba marcado.

─Es un poco tarde ─empezó a decir. ─Lo siento.

Jaehyuk paso sus dedos entre su cabello revolviéndolo y dejando escapar un bostezo. ─Gracias ─dijo. Abandonó la cama, yendo directo al baño, y arreglarse para una nueva jornada.

Igual que el resto vestía su camisa y chaqueta blanca, corbata azul, pantalones negros y sus amados converses. Nada mal para ser un uniforme.

Regresó a la habitación y empezó a hablar, pero se calló al notar que estaba sólo. Tal vez invitaría a su roommate a desayunar luego.

···

Asahi soltó la bandeja que contenía su desayuno sobre la mesa en dónde estaban sus amigos, y tomó lugar en el asiento libre.

─Buenos días, Sahi ─lo saluda Yoshinori.

Mashiho le sonríe, pues sus mejillas están llenas.

Asahi lleva una cucharada de cereal a su mandíbula, masticando rápidamente; termina de tragar y sorbe con una pajita del café amargo que pidió, deleitándose con el sabor y a la vez sintiendo calma mientras el líquido baja por su garganta.

─¿Por qué estás tan agitado? ─le pregunta Yoshinori. El mayor era observador, y pues cierto rubio platinado bebía café en extremo cuando algo lo tenía nervioso.