uno

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—¡Jeno!

El grito de Donghyuck lo hizo dar un pequeño salto del susto. Llevando la palma de su mano derecha a su pecho y mirando sorprendido al rubio, le respondió.

—¿Qué pasa?

—Mira , con Mark y Ten organizamos una fiesta, como hoy es Viernes aprovecharemos para festejar el partido que ganamos el Martes.

—Oh —cuando sintió el ritmo de su corazón normalizarse, bajó su mano y suspiró para no verse tan tenso—. Suena bien. Mh, ¿puedo llevar a Jaemin?

Ante la mención del platinado, Donghyuck no pudo evitar hacer una mueca que Jeno prefirió ignorar.

Él era conciente de que sus amigos y Jaemin claramente no se llevaban bien, chocaron muchas veces y no tenían absolutamente nada en común, sin mencionar que Jaemin tenía un carácter bastante formado, aún así, Jeno tenía la pequeña esperanza de que todos puedan ser buenos amigos.

—¿Crees que él se sienta cómodo ahí? No me malentiendas pero la última vez que salimos a una fiesta con él, acusó a Sicheng de robarle, ¡y Sicheng es un angelito!

Jeno recordaba a la perfección aquella noche. Jaemin había entrado en pánico cuando notó que su tonto y caro reloj había desaparecido de alguna forma mágica de su muñeca y claro, él no tuvo mejor idea que acusar al pobre e inocente Sicheng, únicamente porque el chino le había comentado que el reloj era bonito. Esa noche fue un caos, primero porque Jaemin le gritaba a Sicheng que era un ladrón y segundo porque había armado tanto escándalo que los terminaron echando a todos de aquél bar.

La peor parte fue cuando a la mañana siguiente Jaemin terminó encontrando el condenado reloj en el bolsillo con cierre de su chaqueta de cuero y no, Na Jaemin no quiso disculparse con Sicheng y eso llevó a una nueva discusión entre Jeno y él, hasta que el menor terminó cediendo y se disculpó personalmente con el chino.

Esa fue la primera y, hasta el momento, última vez que llevó a Jaemin a una fiesta junto a sus amigos.

—Prometo que no llevará ninguna de sus cosas caras, ni siquiera le dejaré llevar su celular.

—Entonces evita que lleve su auto también, de seguro olvidará donde lo estacionó y acusará a Yangyang de robarlo sólo porque le dijo que le gustaba el color del maldito vehículo.

Jeno prefirió reírse, tomando aquello como una broma.

—Tranquilo, pediré un taxi.


𓆝


—¿Un taxi? —Jaemin le preguntó, totalmente en desacuerdo con esa propuesta —No cariño, no podemos tomar un taxi, cientos de personas estuvieron en ese lugar, ¡hasta personas con sida! ¿Y si nos lo pegan?

Jeno rió, negando rápidamente.

—No funciona así, Nana.

—No importa, de seguro ese lugar estará lleno de olores repugnantes y perfumes baratos —sus manos temblaron ante la simple idea —No, no, no y no, le pediré al chofer que nos lleve.

No, no podían ir con el chófer, era una fiesta, no una reunión que Jaemin solía hacer con sus amigos. Si iban a una maldita fiesta de barrio con un coche último modelo, claramente eso terminaría mal.

—No puedes llevar chofer, Nana.

—No podemos ir en taxi, Jen.

Jeno miró a su novio y no pudo evitar considerar la idea del chofer ante ese hermoso pucherito que su lindo y malcriado novio estaba haciendo.

No. Se repitió que tenía que ser fuerte, que esa carita de ángel no iba a engañarlo de nuevo, claro que no.

—Jaemin, si no vamos en taxi, iremos caminando.



𓆝



—Es aquí.

Jaehyun frunció el ceño cuando vio el lugar donde estaba por dejar a la pareja.

—¿Aquí?

—Sí.

Jaemin también lo observó e hizo la misma mueca que su amigo.

Odiaba esos lugares, no eran para nada su estilo, sin mencionar que Jeno no lo había dejado llevar absolutamente nada para distraerse durante la noche. A él no le gustan esos lugares, solamente asistía porque su novio lo invitó y sabía que tenía esa maña de querer que él y sus amigos fuesen unidos, pero era imposible, Jaemin y ese grupito de hockey sobre hielo no pegaban ni con el super pegamento que tenía en su habitación.

Jeno fue el primero en bajarse, observando alrededor para ver si encontraba a alguien conocido, Jaemin en cambio se quedó en el vehículo, tratando de pensar qué haría esa noche.

—¿Seguro que quieres ir? —el susurro de su amigo lo sacó de sus pensamientos—, si quieres puedo inventar algo y sacarte de aquí, puedo decir que Shotaro tuvo algún problema y Jeno te dejará ir, lo sabes.

Jaemin sonrió.

Como él no quiso ir en taxi y Jeno no quiso que su chofer los llevara, ambos terminaron acordando que uno de los amigos de Jaemin los llevaría, y Jaehyun simplemente no estaba haciendo nada y tenía el tiempo libre, sin mencionar que Jung tiene una pequeña debilidad por Jaemin.

—Suena a una buena idea pero... —miró a su pareja. El peliazul estaba sonriendo mientras lo esperaba afuera, seguramente estaba emocionado por entrar— no puedo, Jeno realmente está emocionado.

—Lo quieres mucho, ¿verdad?

—Demasiado.

El Novio De Jeno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora