-A poco y no es la cosa más linda que has visto en tu vida Maki-chan-
-Si es muy pequeño y lindo Oikawa, solo espero que no saque tu ego-
-Oye!-
Habían regresado del hospital hace unos días, gracias a Dios todo había resultado muy bien, su novio e hijo estaban muy bien así que no necesitaron estar mucho tiempo en el hospital, por lo que salieron unos días después.
Ahora estaban en su casa, cada día Suga o Satori venían a ver a Oikawa y ayudarlo con lo que necesitara o enseñarle lo básico para cuidar a su pequeño hijo, los demás amigos también habían ido a visitarlo trayendo regalos para su retoño, sin duda era el momento más feliz de su vida.
-Felicidades Iwaizumi, es un bebé hermoso- Matsukawa puso la mano en su hombro sacándolo de sus pensamientos.
-Gracias, aunque fue un poco de imprevisto pero lo bueno es que están bien- Le dio una sonrisa a su viejo amigo.
-Es una lástima que hayas nacido antes de tiempo, pequeño. Yo quería estar cuando nacieras- Hanamaki le hacía cariñitos a su hijo mientras una expresión triste adornaba su cara.
-Lo siento Maki al parecer este pequeño es un poco impaciente y no pudo esperar a que regresaran de su viaje- Oikawa se disculpó entre risas por la expresión del peli-rosa.
-Ya que, eso si, voy a venir lo más que pueda para vera este hermoso crecer-
-A todo esto ¿Cómo van a hacer con eso de la selección nacional?, Iwaizumi eres uno de los entrenadores pero no puedes dejar a Oikawa con un niño recién nacido-
-No voy a ir, a pesar de que, según Oikawa puede hacerlo todo solo no voy a dejarlo, les diré que puedo ayudarlos como un instructor externo, así solo voy cuando me llamen y en uno que otro partido-
-Y yo le dije que no es necesario, puedo cuidar de mi hijo solo, además no será mucho tiempo solo unos días- Oikawa interrumpió antes de que pudiera acabar de hablar.
-Será primero un fin de semana y luego ya serán semanas, no pienso aceptar ya te lo dije- Oikawa simplemente le sacó la lengua como respuesta, haciendo que todos en el cuarto se rieran.
El timbre sonó haciendo que se levantara para recibir a las visitas, podía escuchar las risas de sus amigos y pareja por algún chiste. Abrió la puerta y sonrió al ver a las personas que estaban parados en frente de él.
-Iwaizumi, buenas tardes venimos a visitar a Oikawa, Nao y Shiro querían conocer al bebé- Hinata, Kageyama, Nao y Shiro estaban en la puerta de su casa, ambos niños tenían en sus manos unos regalos que supuso eran para su hijo.
-Buenas tardes chicos pasen- Se hizo a un lado para dejarles pasar y los guio hasta la habitación.
Oikawa estaba sentado en la cama con su hijo en brazos, cuando vio a los pequeños entrar los saludo y les dio una sonrisa, para luego mirar y saludar a los dos adultos. Hanamaki y Matsukawa quedaron viendo raro a los adultos, y es que aún no estaban al corriente de los últimos acontecimientos, Iwaizumi les hizo una señal para que no mencionaran lo raro de la situación y estos al entenderlo actuaron normalmente. Los niños se acercaron hasta el castaño y le dieron los regalos que ambos tenían.
-Muchas gracias amores, venga suban para que conozcan a su nuevo primito- Los niños hicieron rápidamente lo que dijo el castaño y se acercaron lo más posible para ver al pequeño.
-¿Quieres cargarlo Nao?- El pequeño peliblanco miraba con devoción y asombro a su hijo, que en ese momento estaba despierto y con los ojos abiertos.
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La vida sin ti
RomanceHinata se reencontró con Kageyama, haciendo que los sentimientos que habían guardado el uno por el otro renacieran, pero no todo es felicidad y por un mal entendido Kageyama se va sin saber que Hinata está guardando un secreto que cambiaría la vida...