Epílogo

1K 92 6
                                    

(...) 

Parte dos

(...) 

-¿Por qué tengo que ir con él?- Su madre suspiró mientras doblaba la ropa para ponerla de nuevo en el cajón, luego lo miró seriamente.

Sabía que su madre estaba a punto de enojarse con él pero es que realmente no quería ir.

-Porque es tu padre Souta, quedamos en que lo verías una vez al mes. No iras todo el fin de semana ya que el domingo es el cumpleaños de Nishinoya, así que tienes que ir el viernes y sábado-

-Ese hombre no es mi padre, mamá. Mi papá es Takeru Nakashimu- Vio a su madre suspirar antes de regresarlo a ver.

-Souta por favor, solo anda estos dos días-

-Pero mami...-Iba a refutar cuando su padre entró a la habitación.

-Souta hijo, ya hablamos de eso, anda estos días con tu otro padre y luego regresas con nosotros- Asintió ante lo dicho por su padre.

Después de todo sabía que no tenía más opción, sus padres lo obligarían a ir.

Toda su vida había cambiado desde hace algunos meses, él había tenido una vida normal, su madre Ennoshita lo quería mucho, su padre Takeru era su modelo a seguir, y su hermano era lo más preciado que tenía en la vida, pero cuando descubrió que en realidad no era hijo de su padre se sintió muy mal.

Todo comenzó cuando su tío Nishinoya llegó un día pidiendo hablar con sus padres de urgencia, hablaron por algunas horas y luego de eso sus padres le dijeron la verdad. 

Él no era hijo de su padre Takeru, al parecer su padre biológico ni siquiera sabía de su existencia, y tenía otra familia, pero irónicamente el hijo que había criado no era suyo y ahora se había enterado de todo.

Tanaka Ryuu, ese era su padre biológico. Su madre le explicó toda su historia y aunque al principio estaba muy enojado al final, luego de hablar con su padre, entendió todo lo que pasó. No podía juzgar a su madre y aceptó conocer a su padre biológico, aunque no muy convencido.

No le cayó ni bien ni mal, para él solo era un desconocido más, su padre seguía siendo Takeru, el hombre que lo cuidó y protegió todo este tiempo, tanto a su madre como a él. Pero sus padres decidieron que era una buena idea que él creara lazos con su padre biológico así que, ahora, tenía que ir a visitarlo cada mes.

Al principio pensó que sería algo fácil, había visto como Nao creció con dos madres y era muy feliz, pero para él todo era incómodo, sentía que era como convivir con un extraño.

-¿Has esto por nosotros de acuerdo?- No podía decirle que no a su madre, mucho menos cuando lo miraba así.

-De acuerdo- Se levantó de su sitio y continuó guardando sus cosas en la maleta.

Cuando estuvo listo bajó con sus cosas para que su padre lo vaya a dejar hasta el metro de Tokio para poder ir hasta Miyagi donde su otro padre lo recogería.

-Pon buena cara mi vida y pórtate bien. Te amo- Su madre le dio un beso en la frente para despedirse de él.

-Adiós hermanito- Su pequeño hermano lo abrazó como forma de despedida y él también se lo devolvió.

-Vuelvo enseguida- Su padre cargó su maleta para ir hasta el auto y él lo siguió.

El camino fue tranquilo, hablaron de la escuela y de diferentes cosas. Siempre se le hizo fácil hablar con su padre de todo, sin duda tenían una buena relación.

La vida sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora