Hinata se reencontró con Kageyama, haciendo que los sentimientos que habían guardado el uno por el otro renacieran, pero no todo es felicidad y por un mal entendido Kageyama se va sin saber que Hinata está guardando un secreto que cambiaría la vida...
-Lo sé, pero es raro que me quieres ver tan seguido. No lo tomes a mal, sabes que me gusta venir a hablar contigo y pasar tiempo con Shota pero sé que algo pasa-
Tadashi lo había estado llamando todos estos días, según él, el castaño quería decirle algo pero no encontraba la forma de decírselo y sinceramente ya se estaba muriendo de curiosidad.
-Bueno, realmente quería hablarte sobre Akiteru- Dijo algo inseguro- ¿Has hablado con él?-
-Bueno no tanto como antes pero no ha pasado nada. Hemos estado ocupados los dos- Intento sonreír pero sabía que Tadashi no se iba a creer su mentira.
-No tienes que mentir. Ya se me hizo raro que Akiteru llegara a nuestra casa borracho cuando siempre iba donde ti, así que le pregunté a Akiteru y me dijo que no ha hablado contigo desde hace semanas- Lo dijo mirándolo a los ojos- ¿Pasó algo?-
Ahí estaba la pregunta que no quería oír. Realmente no tenía ganas de hablar de lo que había pasado entre ambos y es que aún le dolía un poco lo que pasó.
-Tadashi...-
-Si no quieres hablar de lo que pasó no te voy a obligar, pero estoy preocupado por Akiteru. Está tomando demasiado, y cada vez que lo veo se nota mas demacrado. Tú eras su soporte y me preocupa que ya no te tenga-
Oír todo eso lo hizo sentí mal. Akiteru empezó a tomar por su relación con Saeko, siempre que se peleaban el rubio iba a tomar, ahogar sus penas y él siempre estaba a su lado, era la persona que lo cuidaba pero él también tenía un límite y se cansó de cuidar del rubio.
Después de todo no era lindo cuidar de la persona que amas y que esta lo único que haga era hablar de cuanto ama a su novia y confundirte con ella.
A parte nunca le agradeció por nada de lo que él hacia, nunca le dijo algo bonito, es más, él se sentía como alguien al que el rubio recurría cuando estaba ebrio, y sentía que el rubio ni siquiera lo consideraba un amigo.
-Tadashi, ya no lo pude aguantar más. No puedo ayudar a Akiteru, me hace daño hacerlo. Lo mejor para mi es separarme de él y hacer mi vida- Pudo ver la cara de sorpresa del castaño.
-Pensé que esperarías por el-
-No puedo esperar toda mi vida por algo que probablemente no pase. Es momento de empezar a hacer mi vida-
-Entiendo. Me alegro mucho por ti créeme, espero que seas feliz-
-Gracias Tadashi y realmente espero que Akiteru pueda ser feliz, ojala puedas ayudarlo-
-No podemos ayudar a alguien que no quiere ser ayudado-
Eso era cierto, pero realmente esperaba que el rubio pudiera reaccionar a tiempo y enderezar su vida.
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