Ya habían pasado nueve meses desde aquel día.
Ray había ido a buscar a su madre a la mansión en la que vivía de niña, para pedirle que viniera con nosotros.
A su vez, los reyes fueron exiliados y despojados de todos sus bienes, siendo repartidos entre el pueblo. Y no era necesario ocultar mi identidad, ya que ellos se enteraron de la situación en el orfanato y la poca relación que tuve en el palacio.
Los Minerva habían sido asesinados, pero llegaron a ser muy queridos y respetados por diferentes personas a quienes apoyaron para salir adelante.
El cielo se veía despejado, los pájaros cantaban y las flores que Gilda junto a Ana sembraron, empezaron a verse cada vez más hermosas.
- ¡Emma! ¡No te quedes mucho tiempo bajo el sol!-dijo Phil corriendo cerca mío-
- Descuida, Phil. Emma necesita recargar energías.
- Emma tiene un bebé, por eso no debe forzarse.-respondió poniéndome un sombrero-
- Llevaré unas flores para decorar adentro, ¿me ayudas?-pregunté tomándolo de la mano-
- ¡Claro que sí!
Don y Gilda se habían comprometido y se encargaban de cuidar a los niños que aún permanecieron con nosotros en la mansión donde me quedé con Norman.
Los demás regresaron a sus hogares con sus respectivas familias y siempre enviaban cartas para contarnos cómo les iba.
- Ana, llegó una carta de Ray.-dijo Shelly-
- G-Gracias...-susurró Ana sonrojada-
Por otro lado, Ana y Ray empezaron a salir los fines de semana. Se los veía muy felices cuando estaban juntos.
Estaba muy feliz por ellos.
Aún así me sentía vacía por dentro.
- ¿Cómo se llamará él o la bebé?-preguntó Phil mientras abría la puerta de mi habitación-
- Todavía no pienso en uno.-respondí- Phil, ya regreso con ustedes. Ve con Gilda y los demás. -dije con una leve sonrisa-
Phil me vio preocupado y sin decir nada, se fue.
"Emma no sonríe como solía hacerlo en aquellos días"
Era lo que a menudo escuchaba y hacía que me sienta culpable por hacerlos preocupar.
- Cariño, ya llegué.-dije acercándome a aquella camilla blanca-
Puse las flores frescas en el florero y abrí las cortinas.
Me senté en una banqueta y tomé una de sus delgadas manos.
Acaricié su rostro enblanquecido, mientras comenzaba a contarle cómo fue mi día.
- ¿Sabes? Creo que en uno de estos días nacerá nuestro bebé. Phil me preguntó qué nombre le pondría y la verdad es que no se me ocurre ninguno.
Aún si no recibía respuesta alguna sentía que él estaba escuchándome.
Luego del accidente y enfermedad que lo había postrado en cama, permaneció dormido debido a una complicación cerebral.
Quería ver sus ojos celestes, tocar sus labios y abrazarlo.
A cambio miraba el cielo, acariciaba mi vientre y abrazaba mi almohada antes de dormir.
Había dejado de actuar, cantar y de hablar tanto como antes.
¿Él se sintió de la misma forma luego de separanos? ¿Le habrá dolido tanto no poder estar a mi lado?
Mientras lo cubría con una manta, sentí una punzada muy fuerte y caí al suelo.
- D-Duele...-sollozé-
Todo es más duro si no estás conmigo.
Las punzadas incrementaron así que supuse que serían las contracciones.
- Necesito levantarme.-dije apoyándome en la camilla- Vamos pequeño, tenemos que levantarnos.
Mi cuerpo no me respondía, y un líquido extraño empezó a salir de mi entrepierna.
- Norman...-susurré- Norman, Norman. ¡Norman!-dije entre sollozos-
Te necesito.
~S
Holaa, perdón por demorarme en actualizar. 😢
Gracias por votar y leer mis historias, espero no estén llorando como yo cuando escribí esto.Tengan un bonito día y no olviden de seguirme en instagram: sa.be.art y en twitter: sl_ekyun
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Ode to death
Fanfiction¿Cuál será el precio a pagar por los seres amados? ¿La muerte, quizá? Tan dulce pero prohibido, tan falso pero también tan bondadoso. Aquellos niños que fueron arrebatados, el maltrato y la crueldad del que son condenados. Una revolución se acerca...