- ¡Bienvenido, señor Minerva! -saludó Bárbara-
- ¿Dónde está ella?
- En el jardín.
Había descubierto lo que tanto me atormentaba y tenía que confirmar mi investigación.
- B-Buenos días, señor Minerva...-sonrió-
Ya habían pasado dos meses desde que la traje a este lugar.
...
- ¿Cuánto tiempo estuviste en aquel teatro?-preguntó viendo el libro-
- Dos años.
- ¿Puedo preguntar para qué fuiste llevada allí desde el orfanato?
Mi respiración se tornó entrecortada y empecé a sentir escalofríos.
- ¿Emma?-preguntó dejando el libro y acercándose con preocupación- Estás sudando, si no quieres no es necesario que...
- Te lo diré. -respondí decidida- Íban a venderme a un burdel.
Me miró con desesperación y continué.
- Pero los planes cambiaron repentinamente y me comprometieron con un joven que creció conmigo. Nos enviaron a ambos a ese lugar, para trabajar.
El trato era malo, pero entre los dos nos apoyábamos.
Teníamos ensayos hasta altas horas de la noche y conciertos desde el medio día.
La comida era muy escasa, cuando no dábamos las ganancias esperadas ni comíamos.- Debió ser muy duro.
- Lo fue. Aún más cuando me casé con aquel joven.-susurré mirando al suelo- Él era muy amable conmigo, me cuidaba y escuchaba.
- ¿Y porqué huyó sin él? Si estaban casados...
- Me enteré que era por interés. -respondí fingiendo sonreír- Tenían planeado abandonarme en cierta fecha y venderme con más precio debido a mis actividades en el teatro.
También escuché algo sobre mi apellido.- Eso...
- Era el hijo de la encargada, su nombre es Ray. -respondí entrecortadamente-
- No puede ser...
- Lo que no entiendo, es por qué él antes de todo parecía que actuaba por voluntad propia.
- Y... ¿usted lo quería? -preguntó-
Suspiré con fuerza y retomé.
- Sí, pero no pude quererlo más que un hermano o amigo.
Lo acepté todo por temor a lastimarlo.
Al final yo terminé siendo la lastimada.-reí con pesar-
Aún estando casados, no se sobrepasó conmigo, solo una vez antes de huir.Derrepente sentí una mano cálida acariciar mi cabeza.
- Yo... lo lamento.-susurró el joven Minerva con un tono de tristeza-
- ¿Eh?
- Lamento no haberte ayudado mucho antes. Lo siento, perdóname.
- P-Pero qué dice... lo que sucedió no fue culpa suya. -respondí volteando a verlo-
- Aquí estás a salvo, te protegeré.
- N-No sé como pagar su bondad... y la verdad es que siento como si lo conociera desde hace mucho.
- Eres alguien muy importante y por ello esas persona intentaron dañarte.
En ese orfanato secuestran a niños de familias importantes para sacar provecho de ellas.- ¿Usted cree que podré encontrar a mi familia biológica?-pregunté emocionada-
- Sí, pero no debes arriesgarte. Hay gente buscándote por ello no debes salir de aquí.
- Entiendo, le ayudaré mientras esté aquí.
Pero... quiero saber.- ¿Huh?
- El por qué me ayuda de esta forma.-dije con seriedad-
- Por que ambos fuimos víctimas de ese lugar.
- ¿Eh?
- Usted es alguien que puede cambiar el rumbo del reino y también de acabar con ese horrible lugar.
Las habilidades e inteligencia que posee no son broma y por ello la necesito a mi lado.- Con lo de víctimas...
- ¡Ya trajimos el té!-interrumpió Bárbara poniendo la mesa- ¿Qué les parece estas galletas? Es mi primera vez haciéndolas.
- Se ven deliciosas, muchas gracias.-dijo amablemente-
Mi corazón al escuchar aquella voz empezó a latir con rapidez.
¿Qué me sucedía?
Hace mucho tiempo que no me sentía de esa forma.
- Sírvete, Emma.-dijo dándome una galleta- Yo comeré más...
- Quiero ver su rostro.-interrumpí tomando su mano con la galleta-
- No me es posible en este momento.
- Pero debe comer, ¿no?
- No te preocupes por eso.
- Quiero verlo.
¡Quiero saber cómo luce su rostro completo!
~S
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Ode to death
Fanfiction¿Cuál será el precio a pagar por los seres amados? ¿La muerte, quizá? Tan dulce pero prohibido, tan falso pero también tan bondadoso. Aquellos niños que fueron arrebatados, el maltrato y la crueldad del que son condenados. Una revolución se acerca...