🌾Ich liebe dich

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- Vicent, Bárbara quiero hablar con ustedes.

- Díganos, señor.

- Les daré una semana de vacaciones, sé que hace poco no pudieron tomarlas debido al inconveniente ocurrido. ¿Las aceptan?

- Sí... solo que es repentino.-dijo Vicent confundido-

- No se preocupen, Emma y yo nos encargaremos de cuidarnos solos.-dije con una sonrisa-

- Definitivamente él no es nuestro amo...-murmuraron ambos mirándome extraño-

- Entonces pueden descansar, muchas gracias por todo. No se olviden de comer bien.

- Muchas gracias, señor.-respondieron al unísono emocionados, luego se retiraron.

- ¿Hace cuánto no les das vacaciones?-preguntó Emma asomándose por la puerta de fuera de mi oficina-

- No lo creerías...-susurré con una risita forzada-

- Hmm... al parecer fuiste algo duro con ellos.-dijo acercándose-

Abrí mis brazos de par en par esperando a que ella logre abrazarme.

- Eres muy goloso, Norman.-susurró sentándose en mis piernas-

- Y tú eres muy dulce, preciosa.-dije besando su cuello-

- O-Oye... -gimió con suavidad-

- Encontré tu punto débil, excelente.-dije bajando a su clavícula-

- N-Norman... basta...

- Perdón, después de lo de ayer no puedo controlarme.
Me contuve por más tiempo que nadie.
Entiéndeme.-murmuré tocando sus pechos-

Aún sonrojada, volteó y puso su frente sobre la mía.

- Entonces no eres el único.-susurró de manera dulce mientras me besaba.

- Lo haces muy bien.-balbuceé con pesadez-

- Ahora tendrás que obedecerme.-dijo mirándome de forma imponente, mientras desabotonaba mi camisa-

- ¿E-Emma...?-susurré confundido, con mi miembro viril palpitando como nunca antes-

Puso su dedo índice en mis labios y luego empezó a desabrochar mi cremallera.

- ¿Qué vas a...?

- No es justo que te lleves toda la diversión.-dijo con una sonrisa- Al parecer me pides a gritos que lo haga.

Sus manos empezaron a recorrer mi cuerpo, al igual que su pequeña lengua.

Me sujetaba en los posamanos de la silla, mientras me controlaba y hacía ruidos que jamás habría pensado hacer.

- Qué voz tan obsena.-susurró en mi oído derecho-

Sus manos bajaron a mi punto débil, luego ella empezó a acariciarlo con suavidad mientras yo trataba de no venirme.

- E-Emma...

- ¿Quieres que me detenga?-preguntó con una risita-

- P-Por supuesto que no...-susuré- S-Se siente bien...

- Huh.

Bajó y se arrodilló en el suelo.

- ¿Qué quieres que haga, Norman?-susurró de manera sutil-

- Haz lo que desees, querida.-dije aguantándome los deseos de tocarla-

Ya se imaginarán lo que hizo no es necesario escribirlo. ^^

La cargué en brazos y nos dirigimos a mi habitación.

- Perdóname, pero creo que hoy yo tampoco seré gentil.-dije con la respiración entrecortada, poniéndola debajo mío-
Te saliste con la tuya, pequeña traviesa.-susurré besándola-

- Te amo...-respondió con dulzura-

Bajé el cierre de su vestido y lo quité de a poco.

- Eres preciosa, Emma.-dije con una sonrisa-

- ¿Qué harás conmigo?

Abrí sus piernas con suavidad, mientras ella abrazaba mi cuello.

- No tienes remedio.-dijo acariciando mi rostro-

...

Ya por la noche empezamos a revisar los libros que tenía en la biblioteca, limpiamos juntos y reacomodamos toda la pequeña mansión terminando exhaustos.

- Por tu culpa no puedo sentarme bien...-susurró haciendo un puchero-.

- Tú te lo buscaste.-dije abrazándola- Creo que debí haber sido más gentil. Perdóname.

- ¿Quieres que preparemos un pastel juntos?-preguntó emocionada-

- Es una excelente idea. Hace tiempo que no pruebo uno. ¿De qué te gustaría que fuera?

- ¡De chocolate! -dijo mirándome con ternura.

Qué tierna

- Ya limpiamos y ahora iremos a la cocina. ¿Qué te gustaría hacer mañana?

- ¿Arreglar el jardín y jugar ajedrez?-preguntó con su dedo índice en el mentón-

- ¡Buena idea! Así podré demostrarte lo mucho que mejoré en todos estos años.
¿Luego podemos... tocar juntos?-preguntó con timidez-

- Por supuesto, me muero por escuchar tu voz de nuevo.-contesté besando su frente-

- Te amo.

- Eres tan tierna, yo te amo más.-dije tomando su mano y balanceándola mientras nos dirigíamos a la cocina-

Deseaba que aquellos momentos juntos jamás terminaran.

Pero nada es duradero, y pronto estaría por cambiar...

Ode to deathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora