🌾 Pleurer

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- Te lo suplico de rodillas. ¿Qué pensamientos son los tuyos? No te entiendo pero pareces furioso.

- ¿Y tú qué eres?

- Tu fiel esposa.

- Si lo juras, te condenas eternamente, aunque puede que el demonio, al ver tu rostro de ángel, dude en tomarte.

- ¿Entonces, qué es lo que deseas?

- Pronto lo descubrirás, sé que es difícil para tí, pero no puedo aguantar más tu indecisión.

- ¿Qué piensas hacer?-pregunté retrocediendo un par de pasos, intentando alejarme- Yo sé que tú no eres así.

- ¿Cómo soy, entonces?

- Te preocupas por el bienestar de todos aunque aparentas que no te importa. Sé que si Norman regresa ya no actuarás de esta forma y todo será como antes...

- ¿Es todo lo que puedes decir?-preguntó avanzando amenazante, con una sonrisa fingida-

- Por favor Ray, yo necesito...

- ¿Tiempo? Ya veo, aún lo esperas. Tú misma accediste a permanecer a mi lado, Emma. ¿Ahora dudas?

- Lo siento... yo.

- Ya es tarde, eres mi esposa y debes olvidarte de él.

- ¿Qué estás diciendo? No es como si yo lo amara. ¿Acaso tu tampoco quieres verlo?

El silencio se tornó incómodo. Sentí que alguien se acercaba y traté de avanzar a la puerta.
Fui retenida con brusquedad y rodeada por un par de brazos.

- Emma... -susurró Ray acercándome a su rostro con desesperación-

- ¿Q-Qué estás haciend...

- Olvídate de él. Es por tu bien.

En ese momento nuestros labios se juntaron.
Todo se tornó oscuro y a mi mente vinieron recuerdos del pasado.

- Emma, ¿Recuerdas lo que te pregunté el otro día?

- ¿Lo que haríamos al salir de aquí?-pregunté echada en el césped-

- Ya sé qué quiero hacer.

- Dijiste que era un secreto.-interrumpí levantándome para verlo-

- Lo sé muy bien, pero solo te lo diré a ti.-respondió con seriedad-

- ¿Entonces cuál es tu deseo?

Suspiró y me miró fijamente.

- Tú.

...

Mi primer beso había sido de Ray.
Abrí mis ojos y sentí lágrimas recorrer mis mejillas.

- Emma... -susurró nuevamente antes de acercarme a él por segunda vez y sentir que me rodeaba la cintura-

Los recuerdos seguían viniendo con intensidad.

Recordé ese momento.

- Emma, ¿Te casarías conmigo?-preguntó con un ligero rubor-

Pero también.

- ...Vivamos juntos.

Mi corazón se paralizó por unos segundos y antes de poder responder y digerir sus palabras, agregó.

- No es nada. Quiero vivir contigo y Ray. Me gustaría estar con ustedes por siempre.-respondió mirando a otro lado-

Mentiroso.

- Adiós, lamento no poder permanecer más a su lado.

Te fuiste sabiendo lo que sucedería.
Nosotros no íbamos a ser adoptados, nosotros teníamos una familia real, de la cual fuimos arrebatados cuando éramos muy pequeños.
¡Teníamos que encontrarla juntos! Antes de ser vendidos o incluso asesinados para el mercado negro...

Aquellos días en los que éramos tan pequeños y no conocíamos la tristeza.

- Norman, no puedo dormir.

- ¿Quieres que salgamos fuera? Sin que nos descubran.

- ¿Ray también se durmió?

- Al parecer si.-rió viendo a su amigo durmiendo profundamente-

- Entonces vayamos los dos. ¿Crees que hoy podremos ver las estrellas? No me gusta nada la oscuridad.

- Claro que sí, el cielo está despejado. No te preocupes, la luna también nos alumbrará.

- Si Ray me ve con miedo, de seguro se burlará de mí.-susurré tomando su mano con fuerza-

- Para eso estoy yo.

El único que me veía vulnerable, escuchaba mis dudas y limpiaba mis lágrimas.

Quería...

- Casémonos, Emma.-sonrió tomando mi mano, mirando al cielo-

- ¿Como en las películas que ve mamá?

- Sip, me gustaría verte vestida toda de blanco. Te quedaría muy bien.-respondió-

- ¡Claro que sí! A tí te quedaría muy bien un traje blanco como tu cabello. ¡Ya quiero verte con él!-sonreí emocionada- Y a Ray con traje negro, se verían increíbles.

- ¿Y qué haríamos después de la boda?-preguntó pensativo-

- Supongo que viviremos en una casa enorme y tendríamos muchos niños pequeños como aquí. ¿Crees que sería tan buena como mamá?

- Yo creo que serías incluso mejor.

- Entonces está decidido.-sonreí viendo el cielo, satisfecha y ansiosa-

...

Ray seguía besándome cada vez con más intensidad.
Era llevada por un deseo indescriptible.
Sentía punzadas en mi corazón.
Lo único que hacía era pensar en él.
¿Por qué me sucedía eso?

Él ya no estaba, se había ido.

Aquella promesa... que había quedado olvidada en lo más profundo de mi mente regresó al sentir a Ray acariciándome con brusquedad y ansiedad.

- Por favor... basta.-susurré sintiendo a Ray desabotonando mi vestido mientras seguía embistiendo mis adentros con rudeza-

Empezó a besar mi rostro de una manera extraña la cual lograba sacarme sonidos que jamás habría imaginado hacer.

- No me detendré... hasta que solo grites mi nombre.

- Ray, te lo ruego...

- Esto no está mal, estamos casados.-respondió abriendo mi vestido por la parte de arriba-

- N-Norman...-sollosé impotente y con miedo-

Ray se detuvo.
Aproveché y huí encerrándome en mi habitación.


¿Reconocieron la primera parte?
Me inspiré en Otelo de Shakespeare, una obra magnífica.
¡Gracias por leer!

~S

Ode to deathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora