🌾 Verwirrung

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Desperté nuevamente y miré alrededor.
Estaba en una habitación lujosa, sobre una cama extensa con cortinas por doquier.
Reaccioné levantándome a prisa buscando mis botas.
¿Quién me había llevado hasta ahí? ¿Dónde me encontraba?
Me vi en el espejo que se encontraba al costado de la ventana; mi ropa gastada había sido cambiada por un vestido con cintas de seda y unos zapatos con tacones.

- ¿Qué es todo esto? -pregunté desubicada-

Al no escuchar respuesta cogí mi pequeña maleta y salí con inquietud.

- Oh, al parecer se encuentra despierta.-saludó un joven de tez oscura- Esa ropa le queda muy bien, el amo tiene buen ojo.

- Quisiera saber dónde estoy y quién es usted.-respondí con rudeza-

- Se encuentra en la casa de campo alejada de la familia Minerva, quien es una de las familias más acomodadas del reino. Yo soy su servidor y mano derecha, Vicent.

- Me gustaría ir a verlo y preguntar el por qué de toda esta caridad hacia mi persona.

- Temo decirle que el joven amo salió hace unos instantes.

- ¿Entonces, puedo irme de aquí y dejarle un mensaje mediante usted?

- Tengo órdenes de no permitir que se retire. Debe quedarse hasta que regrese y hable con usted.

- Con mi más sincero respeto, señor. Debo salir de aquí con urgencia, el tiempo se me agota para lograr salir del reino.

- Lo lamento, pero tendrá que esperar.

- Yo tengo voluntad propia, me gustaría usar la ropa con la que vine aquí. Creo que no es una coincidencia toda esta ayuda.

Ya no confío en nada ni en nadie.

- Ray, como sabes Emma y los otros niños son muy diferentes.

- Me lo repetiste cientos de veces.

- Al fin estás casado con ella, por ningún motivo debes permitir que huya de tu lado.

- ¿Ahora qué más planeas?

- Con ella podré llevar a cabo mi venganza, seremos personas con mucho poder y beneficios gracias a esa niña.

- ¿Igual que con lo de Norman? Aún no entiendo cuánta riqueza quieres poseer.

- Más que riqueza, es venganza.

- Mi padre aún sigue con vida, y lo sabes. No puedes hacerle nada, posee sangre real.

- Claro, entonces tu también la tienes.
Esa repugnante sangre.

- Vaya, entonces ¿Qué harás con ella? Es mi mujer no lo olvides, no permitiré que le suceda algo peligroso.

- Aún no comprendo por qué la defiendes tanto. ¿Acaso la quieres de verdad?

Ray permaneció en silencio y luego de chistar respondió;

- Por supuesto que no. Nunca lo hice.

Mi corazón confundido se hizo pedazos.

- Señorita, ¿se encuentra bien?-preguntó-

- No es nada, debo pedirle la ropa que...

- La tiré.-interrumpió una voz familiar-

Volteé ofuscada a ver de quién se trataba.

Y ahí estaba él.
El chico con máscara y capa enorme, parecida a la mía.

- Bienvenido, joven amo.

- ¿Para qué deseas cambiar de ropa? Esa te queda a la perfección; combina con tu cabello anaranjado y orbes verdes.

Ode to deathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora