Capítulo 18

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Aquí tenemos el capítulo 18. Yeiii. Aunque lo quería subir el 27 pero por estar haciendo un proyecto ya no pude, pero bueno, mejor tarde que nunca.

En este capitulo pondré una parte de lo que pasa en el libro (lo que está en cursiva) y lo que este normal ya es mío, ¿va? Va. Si no han leído los libros no se preocupen, las escenas son parecidas a las de la película. Eso seria todo y sin mas que decir ya los dejo leer.
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Al día siguiente, Harry se despertó muy temprano. Tan temprano que todavía estaba oscuro. Por un instante creyó que lo había despertado el ruido del viento. Luego sintió una brisa fría en la nuca y se incorporó en la cama. Peeves flotaba a su lado, soplándole en la oreja.

- ¿Por qué has hecho eso? -le preguntó Harry enfadado.

Peeves hinchó los carrillos, sopló muy fuerte y salió del dormitorio hacia atrás, a toda prisa, riéndose.

Harry tanteó en busca de su despertador y lo miró: eran las cuatro y media. Echando pestes de Peeves, se dio la vuelta y procuró volver a dormirse. Pero una vez despierto fue difícil olvidar el ruido de los truenos que retumbaban por encima de su cabeza, los embates del viento contra los muros del castillo y el lejano crujir de los árboles en el bosque prohibido. Unas horas después se hallaría allí fuera, en el campo de Quidditch, batallando en medio del temporal. Finalmente, renunció a su propósito de volver a dormirse, se levantó, se vistió, cogió su Nimbus 2.000 y salió silenciosamente del dormitorio.

Cuando Harry abrió la puerta, algo le rozó la pierna. Se agachó con el tiempo justo de coger a Crookshanks por el extremo de la cola peluda y sacarlo a rastras.

- ¿Sabes? Creo que Ron tiene razón sobre ti -le dijo Harry receloso-. Hay muchos ratones por aquí. Ve a cazarlos. Vamos -añadió, echando a Crookshanks con el pie, para que bajara por la escalera de caracol-. Deja en paz a Scabbers.

El ruido de la tormenta era más fuerte en la sala común. Harry tenía demasiada experiencia para creer que se cancelaría el partido. Los partidos de Quidditch no se cancelaban por nimiedades como una tormenta.

Y aunque Harry estaba impaciente por vencer a Cedric en el campo de juego, pero mientras más pasaba el tiempo se empezaba a sentir algo inseguro.

Aunque rápidamente saco la idea de la inseguridad de su cabeza, quizás el clima le de cierta ventaja a Cedric, pero Harry confiaba en sus habilidades y en su equipo, todo estaría perfecto.

Harry pasó ante la chimenea las horas que quedaban hasta el amanecer.
De vez en cuando se levantaba para evitar que Crookshanks volviera a
escabullirse por la escalera que llevaba al dormitorio de los chicos. Al cabo de un tiempo le pareció a Harry que ya era la hora del desayuno y se dirigió él solo hacia el retrato.

- ¡En guardia, malandrín! -lo retó sir Cadogan.

-«Cállate ya» contestó Harry, bostezando.

Se reanimó algo tomando un plato grande de gachas de avena y cuando
ya había empezado con las tostadas, apareció el resto del equipo.

-Va a ser difícil -dijo Wood, sin probar bocado.

-Deja de preocuparte, Oliver -lo tranquilizó Alicia-. No nos asustamos por un poquito de lluvia.

- No me preocupa la lluvia... - Dijo Oliver un tanto inseguro

- Tienes que comer Oliver - dijo Katty tomando un poco de jugo de calabaza

Aprender a amar ~Harry x CedricDonde viven las historias. Descúbrelo ahora