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"Recuerdame en cada nota de un piano, cuando estés nerviosa al tocar, recuérdame viéndote con admiración. A pesar de que me vaya, no te preocupes, porque sé que estaremos bien por nuestra cuenta. Aún recuerdo la primera vez que te vi...
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Volvieron a su casa y como si fuesen un oso en pleno invierno, invernaron por todo lo que quedaba de noche y prácticamente todo el día.
Cosa que a Roseanne le sorprendía, la energía que había perdido cuando pensaron que no conseguirían a JiMin, la recuperó en cuestión de minutos y sentía que podía saltar de un lado a otro sin parar.
Y aunque estuviese dormida, su propia mente había hecho que soñara sobre eso.
Habrá pasado unas cuantas semanas y de a poco había tenido información, no es exacta, pero le servía para seguir cumpliendo con su búsqueda.
Por otra parte, por más que estuviese feliz de lo poco y nada que han logrado conseguir, de JiSoo no había nada. Y pudo notar que Jennie estaba decaída y estaba segura que era por eso.
Era cierto que ella solo sabía de la existencia de JiSoo y no le ha dicho a otras personas, por lo que sería difícil saber algo.
De cierta forma, eso era lo que la castaña quería, pero ese sentimiento que tenía guardado en lo más profundo de su ser, fue saliendo a la luz y ya estaba empezando a afectarle. "Enterrar" otra vez ese sentir iba a tomar otros largos años.
Jennie aún seguía dudando si lo que quería estaba bien.
Si había dicho que tocaría puerta por puerta, ¿Por qué no lo estaba haciendo?
¿Era miedo? Lo más probable.
¿La costumbre que tomó al pasar el tiempo? También puede ser.
Le gustaba ver que Roseanne no se dejaba ganar por todo eso que le impedía ver nuevamente a Lisa.
Jennie se sentía incapaz.
Y esa palabra lo odiaba con todo su ser.
No solo porque eso le afectó a la hora de elegir que estudiar, sino porque ya se había creído que era así.
Se despertó de la cama sobresaltada, sudando y llorando, despertando a la rubia, que de una vez la apoyó de su pecho, ofreciéndole consuelo y cariño para que se calmara.
—Nini, calma, estás bien, estás conmigo. — Roseanne la abrazó con más fuerza cuando la castaña se acurrucó más a su cuerpo. — ¿Que sucede? ¿Tuviste un mal sueño? — La chica niega. — ¿Entonces?
Jennie intentó calmar su llanto, pero este no parecía cesar.
—Y-yo... Siento que... N-no podré ver a JiSoo... — Tomó aire para contener sus lágrimas, pero a medida que seguía pensando, empeoraba. —Jamás...
Escucharle decir esas palabras, le hizo sentir rabia.
Una rabia que no tenía sentido, era cierto que no se merecía pasar por esto, pero al igual que ella y Lalisa, ambas dejaron ir a la otra por el hecho de cumplir sus metas.
—Sé que... — Roseanne suspiró. —Sé que no hemos buscado a JiSoo, ni siquiera sabemos algo sobre ella por buscar a mi chica, lamento que sea así... Pero a partir de ahora, lo haremos juntas, sé que debes tener miedo... Yo también lo siento, pero mis ganas de volver a tenerla a mi lado son mil veces más grandes.
La rubia tomó con delicadeza el rostro de su amiga y secó sus lágrimas.
—Llamaremos a Bora e iremos, las actrices deben aprender muchas si quieren ser contratados, puede que ella sepa algo, quien sabe... No te rindas Jen, puede estar más cerca de lo que nosotras podemos imaginar.
La mayor dejó ver un puchero.
Roseanne podía tener razón, pero nada lo aseguraba.
—Vamos, duerme otro rato, aún falta para que sea de día.
Las dos chicas se volvieron a acomodar y la rubia tomó la mano de Jennie.
—Sé que estás cuestionando muchas cosas, pero puedes más que eso... JiSoo te ayudó y lo superaste, esta vez también puedes hacerlo.
La castaña vio como Roseanne cerraba sus ojos, sin soltar de su agarre.
Tenía razón, ya lo superó una vez y lo podía hacer otra vez.
Jennie, puedes hacerlo y mejor, pensó.
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En la mañana, más bien, ya en la tarde, la castaña se despierta y notó que Roseanne no estaba a su lado.
Soltó un bufido y se cubrió la cara al recordar lo que había pasado en plena madrugada.
Se sentía apenada.
─Buenos días, bella durmiente.
─Dios, lamento mucho haberte despertado en la noche, no quería hacerlo. ─ Dijo a duras penas.
La rubia esbozó un sonrisa y se sentó a su lado.
─Tranquila a mi también me pasaba en los primeros meses cuando Lalisa se fue... Pero si que me diste un susto, pensé que fuiste poseída. ─ La chica recibió una mirada incrédula por parte de Jennie. ─Si, ya sé que no soy la mejor comediante. Dejando eso a un lado, ya llamé a Bora y tienes la comida servida.
─ ¿Y que te dijo?
─Bueno... No era Bora quien respondió, era de su novia, SiYeon, de todas formas dijo que si queríamos verla, tenía que ser en una clase de baile, pues se la pasa todo el día en eso y no puede salir.
─Es decir que...
─Aprenderemos a bailar.
─ ¿Es un chiste? Dime que es un chiste.
─ ¿Tengo cara de que te estoy diciendo un chiste? ─ Jennie negó. ─Entonces no es un chiste.
─ ¿Por qué la vida quiere que pasemos por todo esto? ─ La castaña se volvió a acostar, viendo al techo y Roseanne hizo lo mismo.
─No lo sé, en vez de cruzar el mar o algo por estilo, nos toca bailar e ir a teatros abarrotados de gente.
─Y perdí cien euros... ─ Lloriqueó.
─Nadie te mandó a gastarlos, piensa un poco más antes de hacerlo, eso pudo servir para algo importante.
─Roseanne, soy humana y cometo errores, déjame ser... Pero antes de seguir lamentándonos las consecuencias de la vida, ¿Cuando y a qué hora debemos ir?
─Dentro de 3 días, desde las cuatro.
Jennie cerró sus y suspiró.
Tenía que mentalizarse y al menos tenía el tiempo suficiente para poder hacerlo.
─Juro que le diré a JiSoo todo esto y tendrá que recompensarlo.─ Soltó una risa vacilante. ─Las cosas que hago por ella.
La rubia rió.
A pesar de las graciosas quejas que daba la castaña, ambas sabían que valía pasar por todo eso.
