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Semanas después.

—No puede ser que estamos a solo horas.

Roseanne volteó a ver a la castaña con una sonrisa en su rostro, a pesar de que estaba irritada de escucharla decir constantemente eso, tampoco podía creerlo.

—Además pasaremos navidad allá... ¿Crees que podamos hacer algo?

—A duras penas creo que podemos comer tres veces al día, no podremos hacer mucho.

Tenía razón.

Ajustaron el poco presupuesto de una forma casi impresionante, aunque se sentían orgullosas de eso, les hubiese gustado que le sobrara un poco más de dinero.

Ya había pasado casi un año desde que empezaron con toda esa aventura, pero había un pequeño rincón en el interior de Roseanne que aún mantenía el miedo.

Jennie estaba segura de que al ir a Roma, solo debía recorrer las calles y preguntar el paradero de JiSoo, en cambio, Roseanne podría ir, buscarla y no conseguirla. Era una posibilidad riesgosa para su economía, pero era mejor hacerlo a que seguir esperando por un milagro.

Su mente se mantenía con la imagen de Lalisa sonriendo, acercándose para abrazarla y como su voz le pronunciaba: te extrañé.

Las últimas noches había llorado por lo conmovida que se sentía, lo que parecía ser un sueño se estaba volviendo en la realidad que ella misma estaba construyendo junto a Jennie, a quien sentía que le debía la vida.

Ya los recuerdos dejaron de causar nostalgia, la sala se había convertido en un lugar de la que nunca se olvidaría e incluso, las cuatro paredes de su cuarto recitaban la historia más bonita entre Roseanne y Lalisa.

Quería devolver el tiempo y ver a la pequeña rubia que se sentía triste por su distanciamiento y decirle que eso no era un punto y final, sino un punto y aparte.

Se acercó a la castaña, abrazándola por la espalda y tomándola por sorpresa.

— ¿Y este abrazo tan gratuito?

—Solo ando con los sentimientos elevados, si no quieres que llore, tú solo abstente de doblar tu ropa y dejarme aquí.

Jennie soltó una risa y se volteó para corresponder el abrazo.

—No diré más porque si tu lloras, yo también lloro.

— ¿Crees que eso sea normal?

—Seguramente no, pero por algo estamos juntas.

—Hemos dejado de ser dos chicas despechadas a tener corazón de abuela.

—Rosie, eso siempre lo tuvimos.

☾︎ First Love - ChaeLisa ☽︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora