• 26 •

465 69 0
                                    

─────❀◦❀◦❀─────

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─────❀◦❀◦❀─────

Aquellas palabras retumbaron en la cabeza de la castaña.

Sus ojos se cristalizaron a tal punto de no ver con claridad lo que tenía al frente.

Su corazón quería salir de su pecho.

Y su fuerza parecía haber desaparecido.

—Roseanne... No juegues conmigo, dime que no es una broma.

—El profesor habló conmigo, prácticamente afirmó que ninguna salió de Europa pero que con JiSoo, decidió ir a Italia, ¿Donde estás?

—Dios... Ya va... — Dijo entre sollozos y risas.

Se sentía en un sueño.

El sueño más hermoso y de la que temía despertar.

Kim JiSoo, gracias por dejarme una pista aunque la haya visto muy tarde... En serio, gracias.

—E-estaba llegando a casa para ir a otro lado, ¿Vendrás?

—Ya estoy en camino, nos vemos en unos minutos, ¿Me oíste?

Escuchó como Roseanne colgó la llamada y con la poca fuerza que no sabía de donde la sacó, terminó de llegar a casa.

Cayendo de una vez al piso y cubriendo su rostro con las manos.

No podía explicar con simples palabras o acciones todo lo que su corazón sentía en ese momento.

Desde un principio pensó que la posibilidad de ver a la mayor era poca, porque no sabía nada, porque la razón principal era Lalisa.

Pero en cuestión de unos días, solo estaba a unos kilómetros de ver el rostro de su más preciado amor.

Ya no habrían noches donde tuviera que recordar como se sentía estar a su lado, ya no se le haría difícil escuchar todas las canciones que alguna vez compartió con JiSoo, ya no tendría que autoconvencerse de que más nunca la vería.

Podría volver a sentir el calor de su abrazo, la delicadez de un beso y ver lo más lindos deseos a través de los ojos oscuros de su amor.

Le diría nuevamente que la amaba y no sería suficiente.

Apreciaría cada segundo que pasaría a su lado para poder recompensar los perdidos.

Le recordaría cada día lo hermosa que es y la felicidad que le causa.

Recordarían juntas el pasado y crearían un nuevo futuro.

Se volvería a sentir completa.

Jennie podía vivir sin JiSoo, de eso no había duda, pero el que esté a su lado, la mejoraría por completo.

Alguien tan importante como era la mayor para Jennie, es indispensable en su vida.

Y saber que volvería a estar con ella, era la mejor noticia que le podían dar.

Después de unos minutos, empezó a recuperar la calma y se paró del lugar donde estaba.

Antes de ir al baño para lavarse la cara y quitarse la mala pinta que causó su llanto, Roseanne tocó la puerta.

A penas la abrió, la chica la abrazó.

—Te daré dinero si es necesario para que vayas a Italia y no me lo vas a negar.

La castaña rió y correspondió su abrazo.

—No seas idiota, vendrás conmigo.

La menor se separó de golpe, mostrando una expresión de confusión.

—Dios mío, Jen. ¿Lloraste tanto?

— ¿Que esperabas que pasara?

—Tienes razón, pero no puedo ir contigo, tengo que hablar con alguien a ver si tiene alguna información sobre Lalisa, tal vez sepa también donde se encuentra.

—Roseanne, ¿Me crees millonaria? No me iré mañana aunque tuviera la oportunidad, ¿Con quien hablarás?

Finalmente, la chica terminó de entrar a la casa de la castaña, sentándose en el sofá.

—Una cantante de opera irá a la academia y necesita un lugar para ensayar, la única sala que está disponible es la nuestra, aprovecharé ese momento para preguntarle.

Jennie asiente, comprendiendo lo que decía.

—Pero mi pregunta ahora es, ¿Que tiene que ver una cantante de opera con una tailandesa que baila contemporáneo?

Roseanne se encogió de hombros.

—Supongo que sus presentaciones no solo se basa en lo auditivo, como sea, no me pondré a ver eso cuando lo importante es otra cosa... Dejando todo esto a un lado, ¿Que piensas hacer?

Jennie se quedó en silencio.

Era obvio lo que debía hacer.

Tenía que reunir dinero lo antes posible e irse.

Decirlo era fácil, hacerlo no.

—Necesito dinero, principalmente es eso, por suerte conozco a alguien que puede dármelo sin ningún problema, pero ya dije que no me iré sin ti, me rehúso. — Se sentó en el sillón que tenía al frente de Roseanne y cruzó sus brazos con tal de demostrarle que estaba hablando en serio, pero solo causó que la mirara con una sonrisa. — ¿Por qué me miras con esa sonrisa?

—Estoy feliz por ti... Podría decirte más cosas, pero tu rostro hinchado con maquillaje me distrae.

—Ay, tan linda. — Escuchó como la rubia rió. —Gracias a ti, por preguntarle sobre donde estaba Soo, de verdad que no tengo palabras para poder decir más que eso, ahora más que nunca agradezco que me hayas permitido estar en tu vida.

—Gracias a ti por hacerme dar cuenta de muchas cosas, aunque ahora mismo no estamos para decirnos lindas palabras, ve a lavarte la cara, prepararé algo para comer y veremos cuanto dinero necesitamos.

Jennie se paró del sillón y antes de irse al baño, le dejó un beso en la frente de Roseanne.

—Te lo recompensaré, gracias por ser tan buena conmigo.

—Deberíamos dejar de decir gracias.

Aquellas palabras que alguna vez se dijeron al conocerse, le llegó como una bala al corazón de Jennie.

Muy pocas veces tuvo la oportunidad de acercarse a alguien y que con suerte, pudiese mantener una buena conversación, aunque su amistad no durara tanto, al menos con Roseanne había mejorado esa cualidad y le hacía feliz que recordara ciertas cosas de cuando todo comenzó.

Era como su otra mitad reflejada en su amistad.

Y estaba feliz de que fuese así.

—Dejaremos de agradecernos cuando estemos muertas o alejamos, pero es más probable que pase lo primero y para eso, aún nos quedan unos largos años.

─────❀◦❀◦❀─────

☾︎ First Love - ChaeLisa ☽︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora