POV Jairo
-¿En donde está?- pregunto Gloria ingresando a la sala de espera, nerviosa.
-En cirugía.- respondí levantándome de mi lugar.
-Iré adentro, tengo algunos conocidos aquí.- habló Antonio mientras ponía una tarjeta de identificación en su pecho, allí decía que era médico.
-Esto es tu culpa, tu has llevado a esa zorra a tu casa.- atacó la amiga de mi esposa. Trate de no perder la paciencia, sabía que ella estaba enojada conmigo.
-He tratado de cuidarla, lo juro.- me excuse mirando al suelo.
-Pues parece que no la has cuidado muy bien, está en una sala de cirugía con el cuerpo abierto, joder.- suspiro agobiada.
-Tienes que calmarte, ella estará bien, lo sé.- hablé con la esperanza de creer mis palabras.
-Mira Jairo, has comenzado a caerme mal después de todo lo que has hecho así que evítame escuchar las mierdas que dices.- ella camino furiosa hacia la recepción.- necesito información de la paciente Stella Cruz.- Sabia que no iba a conseguir más que yo, me encargaba de preguntar lo mismo que ella cada diez minutos y la situación de Stella seguía siempre igual.
-Todavía no hay noticias señorita, le llamaremos en cuanto salga de su valoración postoperatoria.- era exactamente lo mismo que me habían dicho a mi.
Camino lentamente hacia la sala de espera otra vez y se sentó frente a mi, no había muchos lugares disponibles.
-Te juro que si le pasa algo te mato, es en serio.- advirtió.
-No será necesario que hagas nada, si le pasa algo a Stella yo mismo tomaré cartas en el asunto.
-Eres un cabron.- le deje insultarme, sabía que lo necesitaba y también sabía que no tenía idea de la verdad.- No entiendo por qué has podido engañarla así, ella es una persona espectacular, no merecía esa mierda.- su voz tembló y quise acercarme pero sabía que ella no lo permitiría.- ¿Tu no te das cuenta de que cuando está contigo solo sale herida? No solo emocionalmente sino que ahora también físicamente.- me hizo pensar y era verdad. Últimamente Stella sufría las consecuencias de mantenerse a mi lado.
-Estoy muy arrepentido, en serio.
-Deja de repetir lo mismo una y otra vez, tu arrepentimiento no alcanza.- limpio algunas de las lágrimas que cayeron de sus ojos.- ella puede morir hoy y tú seguirás con tu vida tranquilamente.
-No es así y lo sabes.- decidí detenerla, lo que decía ya no era verdad.- no tengo la obligación de explicarte esto, pero lo haré porque eres como familia para mi.- comencé. Por suerte decidió no interrumpirme.- Elidia me encontró en la comisaría un día, ella es la hija del comisario que secuestró a Stella. Estaba allí con la excusa de que quería saber más sobre lo que había pasado con su padre, entonces le ayude, porque pensé que ella no era igual a su progenitor, merecía una maldita oportunidad.- apreté los dientes recordando todo- nos encontramos fuera de la comisaría solo dos veces, una fue en el estacionamiento y otra en un bar.
-Ese día engañaste a mi amiga.- aseguro mientras se cruzaba de brazos.
-No, era lo que todos pensábamos, inclusive yo. Ese día discutí con Stella y mi peor error fue irme de la casa a beber un trago. Elidia estaba en ese bar, no conmigo, yo me la encontré después de varias copas. Nos fuimos a mi coche no recuerdo por qué, estaba ebrio.
-No sigas, me da asco escuchar.
-Déjame terminar.- ordene.- no tuve sexo con ella, me engaño, me hizo pensar que si cuando desperté. Te juro que ese día una parte de mi murió, supuestamente le había fallado a Stella. Un mes y medio después volvió a aparecer en la comisaría haciendo una denuncia en la que decía que la mafia le había amenazado. Debí iniciar un expediente y en cuanto termine, me di cuenta de que no había nadie que se hiciera cargo de ella, así que debí involucrarme de manera obligatoria.- suspire- me dijo que estaba embarazada un día antes de irnos a una nueva ubicación. Y se que estuve mal, pero decidí llevarla a casa para poder cuidarla yo mismo, necesitaba saber que lo que decía del embarazo era verdad.
-Y en tan pocos movimientos le has cagado la vida a Stella.- concluyó.
-No, he hecho lo que mejor pude. El niño no es mío, ella me ha engañado y he caído totalmente. Yo trate de actuar en buena fe.
-Y la has cagado.- se acomodó mejor para observarme- Mira Jairo, sé que me has explicado todo para que entienda, pero no por eso te perdonare, mi amiga ha sufrido demasiado por ti.
-No busco tu perdón Gloria, solo quiero que sepas que a pesar de que he fallado, deseo arreglar todo. Stella es lo mejor que tengo en la vida y estaré para ella cuando me necesite porque la amo y quiero estar en su vida siempre.
-Espero que cumplas, estaré controlándote.- dijo autoritaria. Sonreí levemente para asegurarle que todo estaba bien, si este era el precio que tenía que pagar para poder estar un poco más tranquilo entonces me dejaría controlar.
-Familiares o allegados de Luca Gonzales.- una doctora se adentró a la sala de espera y me levante apresurado.
-¿Como ha salido?- pregunte ansioso mientras me acercaba a ella.
-El señor Gonzales ha respondido bien a la cirugía, hemos podido bloquear la hemorragia y no fue necesario amputar nada.- suspire aliviado. Menos mal.- tendrá que estar por lo menos dos semanas internado, para que podamos controlar la herida.- asentí conforme.
-¿Y Stella Cruz?- cuestione.
-No puedo darle ninguna información de esa paciente ya que no la he atendido yo. Le sugiero que espere a que salga su médico, aunque por lo qué vi, sigue en cirugía.- volví a frustrarme, quería saber de ella cuanto antes.- en cuarenta minutos podrá pasar a ver a mi paciente si así lo desea.
-Muchas gracias.- y cuando termine de decir eso ella se retiró del lugar.
Volví a sentarme en donde estaba bajo la mirada de Gloria, ella aún se mantenía seria, no era la misma de siempre. A estas alturas ya hubiese hecho dos o tres chistes.
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La chica del expediente II
RomanceDespués de cuatro años de matrimonio, Stella cree que todo va de una forma espectacular. Pero nada más lejos de la realidad, los problemas aumentan, el peligro aumenta y su relación con el ahora comisario Torres, prende de un hilo gracias a una nuev...