Capitulo 12

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-¿Que pasa? ¿Por que has salido? Te toca a ti.- habló Gloria histérica, ya lo estaba desde antes de llegar, no encontrábamos un estacionamiento libre.

-Mejor nos vamos.- dije acercándome a ella.

-¿Por que? ¿Te ha dicho algo ese médico? Déjame hablar a mi, lo pondré en su lugar.- ella se levanto de su lugar altanera.

-No, Gloria por favor, debemos marcharnos.- le tome de la mano y cinche de ella.

-Stella...Stella detente por favor.- escuche la voz de Jairo detrás nuestro y trate de caminar más rápido. Mi amiga se detuvo en seco y me detuvo a mi también.

-¿Que hace el aquí?- pregunto antes de voltearse.

-Vámonos, por favor. Te lo ruego.- tire de su mano pero no se movió. El tiempo fue suficiente como para que Jairo llegara a nosotras.

-¿Cariño qué haces aquí? ¿Te ha sucedido algo? ¿Estas bien?- me observo de arriba a abajo varias veces para verificar si tenía algo mal en el cuerpo.

-Gloria... por favor...-dije en un susurro. Ella me observó y luego lo observó a el. 

-Te he dicho que no te acercaras a ella ¿Cuál es la parte que no has entendido?- mi amiga hoy tenia muchas ganas de pelear. 

-Necesito saber que sucede ¿Por que estas aquí?- ignoró a Gloria y se acercó mas a mi, retrocedí pero jamás solté la mano de mi amiga.- Por favor Stella, háblame. 

-No puedes perder tu turno por este idiota, es la salud de tu hijo.- dijo mi amiga en un susurro sobre mi oído y asentí. Pero no sabía como deshacerme de él. Lo observé, lo extrañaba tanto, estaba tan cambiado desde que me fui. Se había dejado la barba, él nunca hacía eso. Tenía ojeras y se notaba que la estaba pasando mal. 

-Tenemos que irnos.- solo me salió decir. 

-Por favor, dime si te sucede algo...- su cara de cachorro recién abandonado estaba superándome. 

-¿Tu recuerdas lo ultimo que yo te he dicho?- Gloria se paró frente a mi.- Te he dicho que te denunciaría si te volvía a encontrar cerca de ella, ¿quieres que llame a la policía?- Jairo alzó una ceja, para nada le temía a mi amiga. 

-La policía esta aquí.- se señaló a si mismo.- ¿me puedes dejar hablar con mi esposa? 

-Cruz, Stella.- gritó el medico que estaba dentro del consultorio. Los tres lo observamos.- ¿Eres tu? Es tu turno.- me habló. 

-¿Que sucede Stella? Dímelo.- Jairo se puso ansioso y yo nerviosa. 

-Ese turno es para mi, me he anotado con su nombre porque no tengo la asistencia medica al día pero a ti no te interesa, vamos acompáñame.- Gloria habló por lo bajo y tiró de mi pero Jairo se interpuso en su camino.- muévete Torres, circula.- lo esquivó y caminamos en dirección a la habitación en donde atendían. Antes de entrar sentí como Jairo tomaba de mi mano libre.

-Stella...- me observó detenidamente y mi pecho dolió.- te extraño.

-Solo pueden ingresar dos personas.- indicó el hombre. 

-Él no tiene nada que ver con nosotras.- Gloria entró al lugar después de soltarme y yo me quedé observando mi mano junto a la de él. 

-Te extraño mucho mi amor.- dijo con a voz temblorosa. 

-¿Señorita Cruz?.- presionó el medico. Conecté mis ojos con los de Jairo y la angustia creció en mi. Él no sabía que yo iba a mi primer ecografía, él no tenía idea de que iba a ver a nuestro hijo por primera vez. 

-Jairo, tengo hambre.- Elidia apareció tras él y le solté la mano. De repente recordé lo que vi, ellos dos viendo a su hijo, él parecía feliz y yo no podía soportarlo. Se suponía que debíamos ser felices juntos. 

-Ahora no.- habló angustiado.- Stella...

-Déjame en paz.- solo atiné a decir e ingrese al lugar. Él medico cerro la puerta tras de mi y nos observó, Gloria se mantenía sentada de brazos cruzados, sabía que no estaba conforme con lo que recién había pasado. 

-Puede subirse a la camilla, comenzaremos en breve.- observé a Gloria, me había puesto muy nerviosa de repente.

-Sube despacio, no pasa nada.- mi amiga puso las manos sobre la camilla y me observó con compresión. Me subí y traté de recostarme lo mas cómoda posible. El medico se acerco a nosotras mientras se ponía los guantes.

-Comenzare poniendo un poco de gel sobre tu vientre, ¿puedes subirte la blusa un poco?-asentí y lo hice, me sentía un poco expuesta pero me podían mas los nervios.- ¿es tu primer embarazo?- pregunto mientras ponía gel frío sobre mi piel. Asentí con la cabeza, me era imposible hablar.- estará todo bien, ahora verás a tu bebé por primera vez y tus nervios se calmarán.- pestañee varias veces, me iba a poner a llorar en breve. 

Gloria tomo mi mano y en verdad se lo agradecí internamente, necesitaba que alguien me acompañe en este momento. Cerré los ojos en cuanto el medico puso un aparato sobre mi vientre.

-Sentirás un poco de presión pero no será mas que eso.- aún mantenía los ojos cerrados, por algún motivo sentía algo de miedo.

-Stella, abre los ojos, no entiendo una mierda debes explicarme, tu eres la madre.- sabía que Gloria también estaba nerviosa. El hombre a nuestro lado soltó una carcajada. 

-No puedo, yo tampoco entiendo una mierda.- apreté su mano.

-Abre los ojos estúpida, me pones mas nerviosa.- sonreí, ella de verdad era una gran amiga, lograba hacerme olvidar de mis nervios en un instante. 

-Está aquí, lo he encontrado.- festejó el hombre, abrí los ojos con curiosidad, necesitaba verlo para saber que todo estaba bien. 

-Explíquenos de una vez señor, deje de jugar con nuestros sentimientos.- exigió Gloria y el medico volvió a sonreír. 

-Bien, el feto esta aquí, es esto que se ve ahí adentro.- señaló con uno de sus dedos y ambas tratamos de descifrar la imagen. 

-¿Es eso redondo de allí?- preguntó mi amiga con la cabeza torcida. 

-Exactamente, eso redondo de allí.- movió un poco mas la maquina- ahí se puede ver el saco amniótico.- me había encargado de leer un libro de maternidad antes de llegar, así que entendía lo que decía.- ¿Quieren escuchar sus latidos?- pregunto presionando algunos botones y la emoción se apoderó de mi. 

-No entiendo que espera que respondamos, es obvio que si.- Gloria a veces era algo bruta con sus palabras cuando estaba nerviosa, sonreí, esto era lo mejor que me había pasado en toda la vida. 



La chica del expediente IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora