Capitulo 18

281 36 2
                                    

-Jairo...-hablé por lo bajo. Él estaba profundamente dormido. Me concentre mejor en lo que oía y allí estaba, un extraño ruido provenía desde afuera.- Jairo cariño.- no vi su brazo para despertarle pero no había caso. Trate de observar a mi alrededor pero la oscuridad de la noche nos inundaba.
Me moví hacia la derecha y saqué el arma de mi mesa de luz. El corazón me iba a mil.

Otro ruido se escuchó pero esta vez fue más fuerte, como si tratasen de abrir la puerta principal. Mi esposo despertó exaltado y tapé su boca con una de mis manos.

-Hay alguien allí.- indiqué en un susurro. Abrió los ojos como platos en cuanto vio que tenía un arma en la mano.- iré a fijarme que es.- quito mi mano de su boca bruscamente y tomó su arma.

-Te quedas aquí, cerraré la puerta tras de mi y no salgas a menos que te lo pida.- se levanto así como estaba, en bóxers y camino rápido hacia la salida. Los nervios me estaban consumiendo de a poco. Lo observe desaparecer de mi vista y eso me daba miedo, si no volvía podría enloquecer.-¡Quédate quieto o te vuelo la cabeza!- grito él y el cuerpo me tembló, definitivamente había alguien ahí afuera.

-¡Soy yo!- grito aquella persona.- no dispares, me moveré lentamente para que puedas ver mi rostro.- me senté en la cama, esto no era para nada normal.

-¿Que haces aquí? Cabron me matarás de un susto.- escuche a Jairo hablar más tranquilo.

-Cabron tu que no me reconoces la voz.- trate de oír mejor, yo tampoco reconocía ese sonido.

-¿Has sido consiente de que podría haberte disparado no? ¿que es eso de andar entrando en las casas tan tranquilamente? ¿Eres idiota o que?

-No he querido entrar, trataba de encontrar un timbre.

-¿Un timbre en el medio del bosque? Estas mal Luca, tienes el cerebro atrofiado.- suspire tranquila y observe una de mis manos, la tenía sobre el vientre. No me había dado cuenta de cuando la puse allí.- entra trastornao, has asustado a Stella.

-Buenas noches.- habló Luca mientras ingresaba a la cabaña. Guarde mi arma dentro de la mesa de luz nuevamente y trate de levantarme pero aún estaba nerviosa así que me fue imposible. 

-Cariño está todo bien.- Jairo ingreso a la habitación y encendió la luz.

-¿Que tal estás, guapa?- mi amigo entro detrás de él y me saludo con la mano, los observe a ambos con lágrimas en los ojos. Estaba pasando de nuevo, lloraría por nada.

-No, no, no... mi amor.- Jairo se acercó a mi rápidamente y me abrazo.

-¿Que pasa? ¿por qué lloras? Soy yo.- Luca se acercó a nosotros.

-Me has asustado.- dije angustiada.

-Pero me has visto miles de veces Stella ¿de que vas?

-¡Fue tu manera de llegar, idiota! ¿Por que has venido de noche?.- grite enojada. El cambio de humor estaba a tope hoy.

-Ya, tranquilos.- dijo Jairo mientras acariciaba mi espalda.- el embarazo la tiene algo sensible.- explicó mi marido.

-¿Que embarazo? ¿Estás embarazada? ¿Por que nadie me ha dicho nada? ¿He sido el primero o el último en entrarme?- Luca nos bombardeó con miles de preguntas.

-Has sido el último, deja de joder ya.- Jairo se estaba poniendo histérico.

-No me han tenido en cuenta para nada, pensé que era de la familia.- camino fingiendo estar ofendido hacia nuestra cama y se sentó justo del otro lado.

-Deja de hacerte la víctima y dinos qué haces aquí a esta hora.- él no me había soltado, seguíamos abrazados y se lo agradecía. Luca suspiro fingiendo tristeza, cuando se lo proponía lograba ser un excelente actor. Nos observo detenidamente, parecería que las ganas de hablar se le habían ido de repente.- habla ya coño, que pesado eres, en serio Luca.

-Está bien, lo siento.- se acomodo mejor sobre el colchón.- Elidia ha desaparecido.

-¿Y?

-Y muy probablemente los esté buscando.- me separé de Jairo y seguí prestándole atención a Luca.- La comisaría es un desastre ahora mismo, no entienden que ha pasado. Piensan que te la has llevado Jairo, no es bueno que hayan desaparecido así.

-Ella no es lo que piensan, me ha disparado.- se excusó mi marido.

-Ya lo se, explícale eso a nuestro superior que todavía piensa que es la triste hija del fallecido Nuñez.

-¿Donde está tu coche?- pregunte curiosa. Debería haber sentido el motor del mismo, sin embargo no.

-Ha llovido y el camino está hecho una mierda. Debí dejarlo atrás y caminar hacia aquí.

-Bueno, al menos no soy el único.- bromeó Jairo. Luca se puso serio.

-He venido a ayudarlos, supe desde un principio que esa chica no traía nada bueno. He estado averiguando un poco, ya saben, extraoficialmente.

-Y has descubierto que ella es parte de una mafia.- aseguró Jairo.

-Exacto. Ha perdido el rumbo con la muerte de su padre y no ha tenido mejor idea que sumarse a una banda delictiva.

-¿Tienes idea de donde puede estar?- pregunte acomodando mi postura.

-No, solo me han dicho que está fuertemente armada y qué hay gente que la apoya.

-Esto es mas grave de lo que pensaba.- suspiro acostado mi esposo.

-Estuvieron bien al venir aquí, no conocía este lugar. Gloria me ha indicado cómo llegar. Me he perdido dos veces.- Luca era muy capaz de eso.

-Tenemos que asegurar el perímetro, recuerda que lo más importante aquí es Stella.- ordenó Jairo.

-Que emoción, volveremos a revivir los viejos tiempos.- sonrió divertido Luca y lo observe con una ceja arriba.

-Yo no soy la más importante aquí, somos los tres. Debemos cuidarnos entre nosotros.

-No empieces, tienes a mi hijo ahí adentro. Tienes que empezar a cuidarte más.- le mire inconforme. Luca me observo alegre.

-¿Que pasa?- pregunte de mala manera.

-Estamos embarazados, tendremos un bebé, me dio ansiedad.- rodé los ojos.

-El hijo es mío, imbecil.- El humor de Jairo había cambiado radicalmente desde que se dio cuenta de esta situación grave.

-Es nuestro, de los tres.- bromeó.- lo cuidare como si fuera mío. De hecho podría ser el padrino.

-No tengo intenciones de dejar a mi hijo a tu cargo, eso sería desastroso.

-Jairo...-dije en tono de advertencia, si le dejaba seguir hablando se sobrepasaría.- lo consideraremos, por mientras serás el tío Luca.- él me miro conforme y le dedique una pequeña sonrisa.

Tendría que volver a convivir con ambos, no era la primera vez pero tampoco estaba acostumbrada. Solo esperaba que tuviéramos la misma o mejor convivencia que antes.

La chica del expediente IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora