Amy's P.O.V
La cita con Harry no fue del todo mal. Bueno, la verdad, lo pasamos estupendamente.
Fuimos a cenar a un restaurante moderno que habían abierto en la otra manzana. Era muy bonito, todo en tonalidades grises y negras, con una música de jazz suave, y una comida deliciosa, pero escasa. Muy escasa.Apenas comimos nada, pero nos lo pasamos muy bien. Harry siempre se las apaña para hacer todo agradable y confortable.
Nos reímos de la "gran cantidad" de comida que nos habían servido, pese a cómo nos miraba la gente. Si había una cosa de ese restaurante que no me gustó, a parte de no ser capaz de desempeñar su función y saciar el hambre, es la clase de gente que había ahí. Todos te miraban con esos aires elitistas, y notabas como te juzgaban a través de sus caras gafas.
Harry pareció notar que ese no era mi sitio, asique sugirió que nos fueramos a los recrativos para cambiar totalmente el guión de la cita. No era necesario, pero aprecié el gesto.
Después de unos veinte minutos en el metro, entramos en el enorme local que había a escasos metros de la parada, y ahí fue cuando todo empezó a ser divertido. Me lo pasé genial machacando a Harry en todo, excepto en el ping pong. Odiaba esa mierda.
Aunque en realidad, no hicimos nada que no hubieramos hecho antes. Harry y yo habíamos ido allí mil veces, pero por eso quizás me sentí más cómoda y lo pasamos bien de verdad. Parecía que tan solo era otra tarde normal con Harry.
Acabábamos de salir de los recreativos y estábamos dando un paseo por los alrededores. Las luces de Navidad que nos rodeaban me hacían sentir bien y a la vez mal. Bien porque está época del año me encantaba, y mal porque me recordaba a mi madre. Además me sentía confusa sobre Harry, y esta situación tan novelescamente romántica no ayudaba.
-Ralmente eres malísima al ping-pong. -Dijo Harry con una sonrisa, rompiéndo el silencio, no íncomodo, que manteníamos.- Pensé que exagerabas, pero ya veo que no. -Me pasó el brazo por el hombro.
-Arg. Cállate. No debería haber compartido mi debilidad contigo.-Le saqué la lengua y los dos nos reímos. Me miró a los ojos.
-Bueno Amy... Lo he pasado genial esta noche, exceptuando aquel horrible restaurante.-Sonreí. -Muchas gracias por aceptar salir conmigo.
-A mi también me ha gustado un montón, Harry. -Se sonrojó y sonrió marcando sus famosos hoyuelos. Se giró, y se fue acercando a mi. Era altísimo comparado conmigo. Agachó la cabeza un poco más sin dejar mucha distancia entre nosotros.
Oh no.
Dime que no va a besarme.
No estaba lista para eso... Simplemente con Harry no. Y me da rabia, por que sería muy fácil tener algo con Harry. Ya nos conocemos bastante, vivimos cerca... Pero aveces lo fácil no es lo mejor. Me aparté ligeramente, sin que se notara que me había dado cuanta, pero indicando que no era el momento. Pareció notarlo, sonrió, me dio un beso en la mejilla, y respiré aliviada.
-Bueno, nose... ¿quieres que te lleve a casa? No tengo el coche muy lejos de aquí, y sino podemos coger el metro...-Empezó a decir, pero le interrumpieron.
-¡Amy! - Se escuchó un grito a lo lejos, miré hacia allí, y encontré a la persona que menos esperaba ver en este momento.
Zayn.
¿Qué hace aquí? Él y su pequeña capacidad de encontrarme.
Harry me miró confundido y Zayn se acercó.
-¡Amy! Hola. Te estaba buscando. -Sonaba fatigado, como si hubiera estado corriendo. Me sonrió con esa sonrisa tan suya y no pude evitar agachar la mirada y sonreir tímidamente como una adolescente. Odiaba que me hiciera sentir así.
Mentira, me encantaba.
-¿Os conoceis?- Preguntó Harry.
-¿Búscandome? ¿Para qué? -Me dirigí a Zayn evitando la pregunta de Harry.
-Emm...- Se pasó la mano por la nunca, nerviso. -¿Podemos hablar?- Y me miró, haciéndo contacto visual por primera vez en esta noche, y tampoco pude evitar perderme en sus ojos. Me giré hacia Harry.
-Uh, Vale. Supongo que vuelves tu sola a casa. O si quieres, llámame cuando termines. - Se lo agradecí este miró a Zayn frunciendo los ojos. Con una sonrisa, no la suya habitual, una más... ¿misteriosa? Se acerco a mí y me susurró, suficientemente alto para que Zayn lo oyera: -Gracias por esta cita, lo he pasado genial. -Y me besó en la mejilla nuevamente.
-Nos vemos Harry. -DIje como pude, abrumada por la situación. Había demasiada tensión. Se giró y empezó a caminar lejos de nosotros.
¿Había hecho ese numerito, impropio de él, pera poner celoso a Zayn? Arg. Odio cuando los tíos se ponen así.
Miré a Zayn y estaba con la mirada perdida y una expresión seria, pero que a su vez le hacía extramadamente sexy. Como básicamente todo lo que hacía. Aproveché para mirarle mejor. Iba vestido con una cazadora vaquera, con una camiseta debajo de alguna banda de rock, unos vaqueros oscuros y unas Dr Martin parecidas a las mías, pero en negro.
Me pilló mirándole y me sonrió, cambiando su expresión a una coqueta.
-Hola preciosa.-Me sonrojé ante el cumplido y ante el cambio en su forma de dirigirse a mí. ¿No estábamos en esa fase de amigos? Que difícil era entender a este chico.
-Hola Zayn.-Le miré a los ojos una vez más. -¿De qué querías hablar? Y... ¿Cómo me has encontrado? Yo...-Le pregunté atropellando las palabras.
-Ey, ey, tranquila.- Posó una mano en mi hombro. Templé ligeramente ante el contacto.- ¿Qué te parece si antes vamos a comer algo? Estoy hambriento. -Me miró con una mirada de súplica y yo me reí.
-La verdad es que yo también.- Maldito restaurante moderno.-Pensé.
-Mira, allí hay un Mcdonalds. ¿Qué te parece? -Le miré sorprendida. Menudo cambio a dónde me había llevado Harry.
-¿Qué pasa? -Preguntó.-Oh no, vamos, no me digas que eres una de esas chicas que pueden tomarse una buena hamburguesa, por qué engorda demasiado, o por qué no pueden comer si se ensucian los dedos, -Dijo, poniendo los ojos en blanco.
- Más quisiera yo. Pero, sino. ¿Quién le haría negocio al Mcdonalds? -Soltó una carcaja, completamente adorble. -Eh, no te rias. Es un tema muy serio. Tengo un contrato fijo de cliente.- Se rió aún más, y no pude evitar unirme a él.
-Así me gusta -Contestó, y pasó el brazo por mi hombro, como había hecho Harry. Pero esta vez, no me sentía incómoda. Abrió la puerta del local pronunciando un "señoritas primero" y un gesto caballeroso, como si fueramos a entrar al local más lujoso de la ciudad, cuando enrealidad todo olía a patatas fritas y comida rápida.
Solte una risita y entramos.
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Este capítulo es uno de mis favoritos
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OneMore1DAddicted
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Greenlight (One Direction fanfic)
FanfictionAmy Edwards se mudó a Londres junto a Niall, su rubio y carísmatico mejor amigo. Ella es una chica alegre, graciosa, un tanto insegura sobre sí misma; y sobre todo con ganas de enamorarse. Y al enamorarse descubrirá todas las caras del amor, se dará...