Capítulo 10

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Zayn's P.O.V


-Venga tío, vámonos.- Insistió Liam otra vez más.

-Pero... hace frío.-Me quejé.

Liam quería que fuéramos al otro lado de la universidad, dónde, realmente está todo lo bueno. Ya que, desgraciadamente, la facultad de medicina y la de derecho, están completamente marginadas. En apenas tres meses, Liam y yo ya nos conocemos cada maldita esquina de este edificio. Y ni siquiera tiene una cafetería decente.

Pero era miércoles, estaba nevando, y para ir habría que atravesar todo el campus... Aunque, por otro lado, no estaría mal tomar un café que no supiera a pis. Literalmente.

Liam puso los ojos en blanco y me agarró del brazo inténdando levantarme del sofá.

-Vaaaale. -Accedí con un suspiro y me levanté a duras penas.

-Además, no querrás perderte a las de la facultad de enfermería jugando al voleyball.- Dijo con una sonrisa maliciosa. Ahora todo tenía sentido.

-Dios Liam.-Me reí.- No cambias ¿eh?- Me puse mi abrigo y abrí la puerta.

-Para algo hemos venido a Londres ¿no?-Me guiñó y salimos por la puerta, llenándonos de los pequeños y fríos copos blancos.

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Liam me arrastraba, prácticamente babeando, hacia el gimnasio de las chicas cuando pasamos por una pequeña cafetería.

-Liam, vamos a por un café, me estoy congelando...-Le sugerí, y su expresión se torció enseguida.

-Pero... El partido ya ha empezado... y... -Me miró con los ojos iluminidos y un pequeño puchero, como si fuera un niño de tres años que quiere ir a ver su serie favorita. Me reí suavemente. Este tío es realmente tonto.

-Anda ve... lo estas desando, cerdo. -Enseguida se recompuso y sonrió, por lo que los dos nos reímos. 

- ¡Vale! ¡Te quiero, Zayn ! -Gritó drámaticamente mientras caminada en dirección al gimnasio, cosa que solo hizo que me riera más. - ¡Enseguida vengo! -Le lancé un beso exageradamente, y él hizo como si no cogiera y se lo guardara en el bolsillo, para después poner las manos en forma de corazón y darse la vuelta. Que chaval.

Me giré, y caminé hasta la cafetería, mucho más decente, de esta facultad. Empujé la puerta, pero como esta no se abría comencé a forcejear, hasta que me di cuenta del pequeño cartelito encima del pomo que ponía "Tirar"

Me reí para mis adentros y sentí como mis mejillas se sonrojaron. Buah, que tonto me siento ahora mismo. Espero que nadie lo haya visto. Finalmente, tiré de la puerta y entré.

El calor del interior me invadió enseguida, cosa que agradecí, estaba congelado. Me quité mi abrigo y el gorro negro que llevaba puesto, y sacudí los copos de nieve que se habían quedado en mi, ahora, desordenado pelo.

Llevaba una camiseta, también negra (Sí, me gusta el negro, al menos para vestir) unos Levis desgastados y unas vans granate que... ahora que lo me fijo... estaban empapadas. Maldita nieve.

Sin pensar mucho en el ridículo que estaba haciendo, mi quité las vans y las apoyé en una calefacción a mi derecha; quedándome solo en mis, sorprendentemente, no negros calcetines. Eran un tono tirando a gris, creo.

En fin, en mis calcetines y con una sonrisa en la cara, me fui a la caja a pedir. Esperé a mi capuccino, y una vez me lo dieron, le di un gran sorbo abrasándome la garganta. ARG! Pegué un pequeño salto en mi sitio, como ardía el maldito capuccino. Miré a la dependienta y estaba escondiendo una carcajada. Bien. Menudo día. 

Greenlight (One Direction fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora