Amy's P.O.V.
Arranqué la hoja del calendario, y el último mes del año quedó colgado en la pared.
Sí, ya era diciembre.
Tampoco había pasado mucho estos meses. Mi segundo año de universidad estaba yendo muy bien, aunque todavía no había empezado los finales del semestre y estaba, como decirlo, pelín estresada.
No es que yo me obsesionara con estas cosas ni nada, pero los finales eran en menos de un mes y no había empezado. Pero todo por culpa de Mina, que siempre me convence para salir de fiesta y a locales. Está obsesionada con que debería encontrar un novio, pero a mí eso no me preocupa.
Y sobre Zayn, en estos meses no he sabido nada de él. Los primeros días, algo de mí sentía que iba a aparecer mágicamente por la puerta o algo, pero simplemente me estaba montanto una pélicula. Seguramente él se olvidó de mi cuando salí por la puerta del local aquella noche.
También intenté buscarle, incluso le pregunté a Niall si le había vuelto a ver por el local, pero nada.
Por cierto, el local de Niall había tenido un éxito total. Todo el mundo reclamó una segunda fiesta, y la hicieron; una de las mejores fiestas de halloween. Según me han dicho, porque ni Niall ni yo fuimos.
¿Qué por qué? Por qué viajamos a Bluefolk a ver a nuestras familias.
Desde que mi madre murió, en navidades, pasamos a hacer la fiesta familiar en halloween. Nos juntamos todos, hacemos una macro casa del terror (la mejor del barrio), una cena, y un maratón de péliculas de miedo. Mi padre, mi hermano y yo siempre acabamos riéndonos de Niall, que como cagado que es, acaba hecho una bolita en el sofá, muerto de miedo.
Y este año no fue exepción.
La verdad es que lo pasamos muy bien cuando volví a casa, les hecho de menos. Menos mal que aún tengo a Niall.
Y en estos meses, Harry y yo hemos pasado muchísimo tiempo juntos.
Al principio yo me pasaba algunos días por la panadería, o él venía algunos días a mi piso. Después, cuando comenzaron las clases, teníamos menos tiempo, pero aún así, no pude deshacerme de él; nuestras facultades estaban al lado. Todos los días íbamos juntos.
Harry estudia veterinaria, y cuando no está estudiando está ocupado trabajando en la panadería de su tía. Yo en cambio, estudio microbiología. Desde pequeña me ha encantado todo lo que tiene que ver con la investigación, y mis clases favoritas siempre eran química, biología... y esta carrera es todo lo que siempre había soñado, aunque hay que dedicarla muchísimo tiempo.
Bueno y eso, aunque los dos estemos muy ocupados, nos las arreglamos para pasar tiempo juntos. Harry es un verdadero amor. Con sus hoyuelos y ricitos, no puedes evitar quererle. Pero a parte de eso, es un chico muy listo. Siempre está observando todo, y enseguida se da cuenta cuando algo va mal. Pero a la vez, es un chico muy enérgico, se pasa el día de aquí para allá y le encanta salir. Por eso ha congeniado tan bien con Louis.
Louis, en estos meses, ha conseguido pasar página al asunto de Megan, y ha vuelto a las andadas. Sale de fiesta, cuanta chistes, hace tonterías... básicamente Louis. Y ahora junto a Harry y Niall, se pasan el día picándonos a Mina y a mí. Pero les queremos.
-¡Amy! ¿Cómo vas? ¡Vamos a llegar tarde! -Gritó Mina desde la cocina.
-¡Ya estoy, ya estoy! -La respondí desde mi cuarto.
Me puse las botas y me miré al espejo. Llevaba una blusa, un jersey y unos vaqueros. Nada del otro mundo para un día más en la universidad. Me puse mi bufanda y mi gorro y bajé las escaleras.
En la cocina estaba Mina, de pie al lado de la encimera, hablando con un recién levantado Niall encalzoncillos, cosa a la que estábamos acostumbradas.
-Buenos días.-Dije a los dos, y me acerqué a Niall para darle un beso en la mejilla.
-Buefofs diafs.-Me respondió dándome un pequeño abrazo, y con la boca llena de cereales.
Todos nos reímos, y empezamos a hablar animadamente cuando sonó el timbre.
-Ese debe ser Harry. -Me levanté y fui hacia la puerta.
La abrí y allí estaba Harry. Llevaba un gorro que recogía sus rizos, un abrigo largo y unos pantalones ajustados. Se sacudió algunos copos de nieve que tenía en el gorro y me miró.
- ¡Venga! ¿A qué esperáis? ¡Llevo diez minutos ahí fuera y me estoy congelando! -Se quejó intentando sonar serio, pero a la vez con una sonrisa en sus labios.
-Buenos días a ti también.- Se rió y me dio un abrazo. -Mina, ¡Vamos! Harry ya está aquí, y.. parece que está nevando.-Grité mientras buscaba mi abrigo.
MIna salió de la cocina y Niall apareció detrás mío con mi abrigo y una sonrisa juguetona. Le intenté quitar el abrigo pero lo alejó.
-Vamos Niall... Tengo prisa.-Harry y Mina ya habían salido de casa y se estaban metiendo en el coche.
-Ah... Primero...-Señaló su mejilla con el dedo. Me puse de puntillas y le di un pequeño beso dónde señalaba. Me dio mi abrigo y le dí una pequeña colleja. Que tonto es.
-Que tengas un buen día, idiota.-Me despedí de mi mejor amigo y salí corriendo hacie el coche.
_ _ _ _ _ _
Salí de mi segunda clase y me fuí a por un café. Ahora tenía un descanso, Harry y Mina aún tenían clases y Niall... nose, estaría por algún lado con Louis. Además él tenía un horario diferente.
Pedí mi café, con un toque de jenjibre, y me senté en mi sillón favorito, en una esquina de la cafetería. Apenas había nadie allí. Agarré mi mochila y saqué mi libro, Oliver Twist. Me encantan los clásicos.
Tomé un sorbo de mi café desgustando el jenjibre, que como Louis dice, sabe a navidad. Y me metí en el pequeño y triste mundo de Oliver.
- Nada mejor que un café y un libro, ¿Eh? -Dijo una voz que ya había oído antes, pero no sabía dónde.
Levanté la cabeza de mi libro, sorprendida, y allí estaba.
Zayn.
Él chico que no había conseguido sacar del todo de mi cabeza en todo este tiempo. Él chico que siempre se las apañaba para sorprenderme con esa voz tan sexy. Él chico que se las apañaba para encontrarme.
Nuestras miradas se cruzaron y una sonrisa se mostró enseguida en su rostro. Pero yo, sorprendida, no podía corresponderla. Seguí mirándole, aún incrédula. Llevaba unos Levis algo desgastados, unas vans granate y una camiseta negra ajustada que se adaptaba a sus músculos y mostraba algún que otro tatuaje más que la otra vez.
Su pelo estaba peinado hacia arriba, más largo que aquella noche, pero más sexy aún, si era posible. Se había dejado una puqueña barba de dos días que hacía resaltar su mandíbula. Seguí subiendo con la mirada, y me encontrécon esos ojos dorados que me volvían loca.
Bueno, él me volvía loca.
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Siiii !
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OneMore1DAddicted
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Greenlight (One Direction fanfic)
FanfictionAmy Edwards se mudó a Londres junto a Niall, su rubio y carísmatico mejor amigo. Ella es una chica alegre, graciosa, un tanto insegura sobre sí misma; y sobre todo con ganas de enamorarse. Y al enamorarse descubrirá todas las caras del amor, se dará...