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Jimin después de alimentar a sus dos niños emprendió el camino otra vez, sería difícil buscar un hotel o un hostal por qué no tenía dinero así que mientras pensaba en algo siguió caminando.

Una hora después se volvió a sentar a descansar por que su hijo también estaba cansado de estar alzado, Chae apesar de estar despierta no lloraba así que se concentró en ver corriendo a su feliz hijo.

Minutos después MinGuk estaba otra vez encima de su padre buscando ser mimado, Jimin lo abrazó y le daba caricias mientras veía el lugar que estaba frente a la banca donde estaba sentado.

"Hogar para madres desamparadas"

Se preguntó si ese lugar incluia a padres también, tal vez ahí se podía quedar para descansar con sus hijos. Una sonrisa se le escapó cuando reaccionó de hacia dónde el destino había llevado sus pasos.

Cuando la tarde ya estaba acabando una mujer iba de vuelta al hogar de las madres, ella ya había visto a Jimin cuando salió hace mucho así que encontrarlo ahí otra vez despertaba curiosidad en ella.

La mujer cruzó la calle con precaucion y con la mirada en Jimin se acercó, él se puso nervioso por que la mujer caminaba sin dejarlo de ver.

-Hola, buena tarde–Saludó la mujer e hizo una pequeña reverencia.

-Buena tarde señora–Jimin inclinó su cabeza y sonrió levemente.

La mujer dejó las bolsas que cargaba a un lado y se sentó en la banca, miró la maleta que estaba al lado suyo y pasó su mirada al coche, había una hermosa niña duermiendo como un angelito.

-¿Y son sus hijos?–Preguntó la mujer mirando a otro lado.

Jimin hizo un sonido de afirmación mientras asentia sabiendo que ella no lo veía.

-Felicitaciones, tiene dos hijos muy lindos–La mujer lo miró y sonrió. -Un gusto soy Anh Hye Jin.. Pero todos me dicen Hwasa..

-Hola y gracias, soy Park Jimin y también es un gusto...

El silencio cayó otra vez, la mujer lo vio mirar una y otra vez al hogar y se decidió preguntar.. No podía quedarse con la duda.

-No es por ser entrometida.. ¿Pero que hace tan tarde en la calle con sus dos pequeños?.

Jimin no dijo nada y bajó la mirada a MinGuk que estaba jugando con su collar.

-Bien, no me diga nada sino quiere... ¿Tienen donde quedarse esta noche?–Preguntó la mujer amablemente.

Jimin negó.

-Ok–Ella se levantó y suspiró. -Vamos, te llavare a mí casa...

Jimin la miró algo sorprendido pero no se lo demotro, ella con una sonrisa señaló el resinto que estaba al frente con el letrero morado con blanco.

-Esa es mi casa, vamos... No te dejaré dormir en la calle...

-¿Pero si dejan quedar donceles?–Preguntó Jimin aún dudoso.

-Es mi casa, si te digo que te llevaré... Te llevaré...

Jimin sonrió mas tranquilo... Tenia donde dormir con sus hermosos retoños y descansar.

Hwasa ayudó a Jimin con la maleta y tomó sus bolsas, él cargó a MinGuk en un brazo y con el otro manejaba el coche de su bebé. Cruzaron la callé y subieron los pequeños escalones hasta llegar a la puerta que fue tocada por la mujer.

Una mujer joven abrió la puerta... Sonrió saludando a Hwasa y le ayudó con las bolsas. Ella ayudó a empujar el coche de Chae dentro mientras Jimin entraba detrás de ella agarrando fuerte a MinGuk que se puso extraño por ver tantas personas.

-¿Y él?–Preguntó una chica que tenía un delantal y un trapo en sus manos.

-Es un nuevo miembro de este hogar, Liz dale un lugar a Jimin y sus dos hijos–La mujer a la que le había dado una orden no se movió.

-¿Se quedará aquí?–Preguntó la chica del delantal.

-Ya lo dije–Hwasa suspiró y miró a Jimin. -Te daré un lugar para que te quedes, los niños duermen en...

-Mis hijos no duermen sin mi–Dijo Jimin rápidamente. -Debo alimentarlos...

-Le daremos de cenar a tu pequeño en un momento–Hwasa tocó a MinGuk y empezó a llorar con miedo.

Jimin empezó a meserlo y decirle palabras de cariño para que se calmara, no demoró mucho e hizo silencio.

-Cariño no llores mas–Jimin lo bajó y MinGuk le abrazó la pierna. -La señora no es mala... Ella nos dará una casa...

Jimin lo separó y se inco frente a él.

-Aquí vamos a vivir por unos días–Jimin le dio un beso en la frente y le dio la vuelta. -Ella es la dueña, no te hará daño..

Todas lo quedaron mirando, el niño no decía una sola palabra y eso les daba curiosidad, sus hijos estaban igual de grandes y hablaban a medias pero hablaban.

-Dale la mano.. No seas grosero...

MinGuk con miedo se acercó a Hwasa, le tocó los brazaletes de su muñeca y sonrió cuando sonaron por chocar.

-Pin pin..–Dijo MinGuk con una sonrisa.

-¿Tu hijo no habla?–Preguntó una de las mujeres.

-No mucho–Jimin se levantó y suspiró. -Le cuesta relacionarse con los demás.. Pero entiende bien cuando hay ruidos y música..

La mirada de todas las mujeres pasaron a MinGuk que sonreía haciendo sonar los brazaletes de Hwasa.

-En nuestra habitación hay una cama grande–Dijo una mujer que estaba apartada de las demás. -Ahí podrá quedarse con los dos niños..

-Gracias Nayeon...

MinGuk vio que una mujer se les acercaba así que salió corriendo a donde su papá. Nayeon ofreció ayuda y Jimin agradeció amablemente... En la casa solo había mujeres y eso lo ponía muy nervioso, debía vivir en paz con ellas hasta que consiguiera otro lugar.

El Costo De La FamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora