𝑩𝒓𝒐𝒌𝒆𝒏 𝑾𝒊𝒏𝒈𝒔 • SNK

Aquél que nos guía

—¿Es un mal momento? —preguntó Soho, observando a Hange sostenerse la cabeza con pesar—. Estuve preguntando dónde encontrarte.

—Estaba hablando con los rebeldes —resopló la Comandante, girándose para mirar a Soho—. ¿Cómo estás?

—Mejor ahora que estoy fuera de la celda, gracias.

—No me agradezcas, fue idea de Levi. Regresó del bosque sólo para abogar por ti —la castaña negó con una sonrisa, acercándose para sentarse a un lado de su Comandante.

—Sabes que es obstinado.

—Y por suerte para él, siempre confío en su loca cabeza —Soho asintió, frunciendo los labios—. Luces cansada.

—Lo estoy —suspiró, estirando los brazos por encima de su cabeza—. Esos niños se escaparon. Floch y los otros... es una locura —resopló, colocando sus manos sobre sus rodillas.

—¿Qué? ¿Escaparon? —Hange asintió—. Mierda. Le dije a Levi que debían asesinarlos, pero no me escuchó —escupió molesta, recibiendo una mirada indignada de Hange—. Lo siento, pero asesinaron a Sasha a sangre fría, y sabían lo que hacían.

—Es fácil decirlo, pero tomar esa clase de decisiones es complicado, Soho —la castaña decidió no responder, ella podría asesinarlos sin dudarlo—. Ya ordené que los busquen en casas y negocios de los voluntarios marleyanos.

—¿Crees que estarán ahí?

—No conocen la isla, ir con los suyos es lo más sensato —Soho asintió sin convencerse del todo.

—Bien.

—Ahora, sé que estás harta de los interrogatorios, pero es mi turno —Soho la miró frunciendo los labios.

—¿Qué quieres saber?

—¿Eres amiga de Floch?

—No, creo que sólo hemos cruzado el saludo —soltó frunciendo el ceño y negando.

—Eso pensé, pero él dijo que era tu amigo —Soho hizo un gesto de disgusto mientras Hange se alzaba de hombros.

—Pues no lo es.

—Entonces mintió para ver a Eren en la prisión —soltó Hange pensativa.

—¿Qué fue lo que dijo?

—Que quería verte porque era tu amigo —Soho se tomó la barbilla.

—Recuerdo haberlo escuchado entrar.

—¿Qué escuchaste?

—Que quería lo mejor para Paradis, y que eso era Eren —Hange asintió lentamente, colocando sus codos sobre sus rodillas, mirando a la castaña con hastío.

—¿Sólo eso?

—Sí. Eren le dijo que no confiaba en él y se marchó.

—Entonces actúan por su cuenta —musitó la Comandante más para sí—. ¿Y Pixis qué te dijo?

—Casi nada. Hizo demasiadas preguntas sobre lo ocurrido en Marley y mi relación con Eren —Hange chistó para enseguida suspirar y quedarse en silencio unos segundos. De verdad se sentía exhausta.

—¿Cuál es tu posición ante todo esto?

—Mi posición siempre ha sido la misma. Quiero lo mejor para Paradis y para Eldia, al igual que tú y toda la Legión.

—Tu lealtad es con la Legión —afirmó Hange.

—Sí —dijo Soho y Hange suspiró, levantándose de su lugar.