Blood Singer.

35.

El peliceleste estaba llegando a donde se encontraban los vampiros y estaba acompañado de Zaphiri.

-Alba -rompía la tensión el rubio- necesito que te quedes aquí mientras nosotros vamos por los muchachos

-Mira vampiro, te he escuchado decirme de peores formas y desde ahora te informo que no voy a quedarme de brazos cruzados mientras el padre de mi hijo está como rehén de unas locas -tajó- y no pienso quedarme aquí

-No seas necio, nosotros tres iremos por Ikki y Minos

-A decir verdad -resoplaba Cheshire- creo que es mejor que uno de nosotros se quede 

La mirada del rubio caía pesadamente sobre el moreno.

-Se supone que dejaremos libre a la vampiresa cuando logren el rescate pero si intenta escapar dudo que Albafica y sus padres puedan contener la fuerza de ella además hay un niño arriba

-Gracias -espetó el pisciano

La expresión de Radamanthys era de desagrado total pero estaba de acuerdo.

-Iré por las armas -resopló

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-Seiya -decía el mayor- me alegra verte aquí

Sin dejar que más tiempo pasara, sin dejar que terminara y sin aire entre ellos el joven se lanzó a los brazos del maduro.

-No importa que seas un vampiro -dijo- me gustas 

-Tú también me gustas, pequeño

Los labios de ambos chocaron en un intento de tomar el control, el inicio de los besos fue torpe debido al nerviosismo, las manos bajaban y recorrían la piel ajena por debajo de la ropa.

-Eres mío, Seiya -apenas si respiraba- sólo mío

El menor no dudó ni un minuto y empujaba la cabeza del vampiro contra su cuello para que los besos recorrieran piel.

-Tengo un impulso enorme de poseerte -dijo con un sonido rasposo que se asomaba en la voz

-¿Puedes convertirme en vampiro?

Saga se desliza evitando contacto y mirando directo a los ojos del chico.

-¿Quieres eso?

-No estoy muy seguro -suspirando- pero quiero tenerlo como opción futura

-Puedo hacerlo si deseas -sonriendo- pero hay un inconveniente 

Seiya escuchaba atento.

-Verás morir a todos los que quieres; amigos, familia ¿no te duele eso?

-Como dije -acercándose- quiero considerarlo más adelante

-Está bien

-¿En qué estábamos? -lanzaba una sonrisa pícara

Saga sonrió y de nueva cuenta comenzó a comerse los labios ajenos como si no hubiera otros, como si no hubiera mañana, como si su inmortalidad no fuera suficiente y Seiya se lanzaba cual doncella al lago de cocodrilos para abrazarlos mientras la devoran.

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-Entonces Chess se queda aquí con ella -Radamanthys daba instrucciones- mientras tanto usted ayudará -le indicaba a Zaphiri entregándole tres pistolas- es una para cada uno de ustedes y otra para el señor que está con el niño

El escorpiano salió del lugar con dirección a las habitaciones de arriba.

-Es momento de que nos digas dónde está Sendai -comenzaba Hades

-Se encuentra al sur de la ciudad -indicaba- pasando los últimos indicios de civilización se encuentra un bosque al que está prohibido entrar, justo al centro está la mansión y sólo se puede acceder caminando

-El auto del Cejón no puede llevarnos a los tres -soltó el peliceleste

-De eso no hay problema 

Hades había llevado una camioneta blindada, ni siquiera la usaba por seguridad si no por comodidad.

-Vayan con cuidado -dijo Cheshire

-Los estaremos esperando -secundó Zaphiri quien bajaba con su esposo y el niño

-Regresen a salvo -el pelirrojo cargaba al pequeño quien agitaba su mano

-No se preocupen -continuó Hades- su hijo estará bien

Aunque sus palabras no tranquilizaban del todo a los señores se sentían un poco más aliviados y los corazones, incluso los de los vampiros, palpitaban de forma intensa.

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-Hay muchas cosas que detesto -se escuchaba la voz de Sendai quien estaba extrañamente calmada- entre ellas los desastres 

Sendai había llevado a la peliverde a la mazmorra donde tenía cautivos al moreno y a su cuñado.

-Mi Señora -decía una muy maltratada Shaina- había vampiros en esa casa, estaban protegiendo a los quasar y...

-Los detalles de tu incompetencia no me interesan en lo absoluto

-Yo no tuve la culpa, fueron ellos los entrometidos

-Ya no te necesito -dijo la líder alzando con una sola mano a la subordinada de los cabellos

-¡Señora Sendai -desesperada-  espere por favor!

La mencionada no escuchaba, parecía poseída y su mirada, fría, inamovible.

-Señora Sendai, por favor -repetía

La señora posó su mano libre en la cabeza de la victima y enterró los dedos haciendo que en un momento estos perforaran piel y hueso con una fuerza brutal, cerrando el puño se llevó el rostro de la chica dejando un cuerpo muerto con la cabeza hueca.

Ikki observaba la escena y, petrificado, sólo pudo sentir horror en sus entrañas, por otra parte Minos jadeaba una suplica al aire.

-Sigues tú -dijo alzando a Minos

El de cabellos largos comenzó a reír.

-¿Qué es tan gracioso?

-Hades te encontrará y hará que pagues nuestras muertes de la peor forma

-¿Hades? -cuestionó mientras soltaba al joven

El semblante de la vampiresa cambió en su totalidad, el ansiedad y deseos de pelea comenzaban a llegar así como la sangre que corría por las venas de manera veloz e inaudita.

-¡Hilda! 

Una muchacha entraba temerosa a la celda con fino horror en sus ojos y con cabeza gacha.

-Reúne a las vampiresas que quedan -sonriendo- tendremos visitas