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El día se había pasado bastante rápido, el reloj marcaba las 7pm y un Ikki bastante descansado estaba contento por ello.

-¿Entonces viste a Shiryu? –el mayor dijo

-Me preguntó por ti –Shun hablaba con suavidad- me dijo que podías ir a verlo cuando quisieras

-Gracias Shunny pero sabes que no tengo mucho tiempo libre y el que tengo lo uso para descansar

-Seiya también preguntó por ti

Ikki sabía a ciencia cierta que era el amor platónico del amigo de su hermano pero no lo veía de igual forma.

-Sabes que no puedo corresponderle –dijo con seriedad

-Sería lindo si eso pasara –Shun esbozó una sonrisa

-¿Te parece lindo?

-Es lindo... a su modo

-Son de la misma edad ¿por qué no intentas algo más con él?

El menor de sonrojó.

-Ahh, Ikki...

-¿Si? –Ikki esperaba con suma expresión en su rostro

-Tengo novio

El silencio llegó de momento e Ikki sólo podía ver a su hermano.

-¿Quién es? –el semblante tranquilo había cambiado por uno serio

-Oh bueno, yo...

-No me digas que es ese rubio

Shun volteó a ver con ojos entornados.

-Ya te dije que no es una buena persona –sumamente molesto

-¡Yo no tengo la culpa de haberme enamorado!

-¿Y él? –Ikki había perdido la poca paciencia que tenía- ¿estás seguro de que siente lo mismo?

Shun se quedó callado.

-Es increíble que no te percates de lo más obvio Shun

-¿Así como tú con Kagaho? –dispuesto a confrontar

-Ya cállate

-¿O quieres hablar de tu trabajo con él?

-Ya basta Shun

-No eres más que su prostitu...

¡PLAP!

El sonido de una bofetada de Ikki comenzó un sonido sepulcral.

-¡No tienes ningún derecho a recriminarme –estaba acelerándose- tuve que dejar a un lado mis estudios para que tú siguieras con los tuyos! –lágrimas comenzaron a estancarse en sus ojos- desde que papá murió mi vida ha sido dedicada a ti y tú no puedes... ¿sabes qué? olvídalo

Ikki tomó una sudadera color arena y salió del lugar.

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-¡Minos!

Radamanthys estaba hecho una furia.

-¿Qué sucede? –dijo Aiacos quien se había asustado por el grito de su hermano

-Mira

El rubio extendió una hoja que claramente era una carta.

"Querido Yellow:

Tu apretón del desayuno hizo que me mareara un poco así que fui a tu escritorio decidido a tomar la tarjeta del médico pero vi tu reloj de bolsillo, ese de plata con oro negro y detalles de rubíes y zafiros.

Blood Singer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora