Blood Singer.

22.

La mañana llegó y con ella el frío sepulcral del inframundo, las nubes cubrían los rayos del sol y las ventiscas llevaban las hojas de árbol así como el polvo que roía la garganta y nariz de aquel que respirara.

Los sonidos del oxígeno siendo conducto para que Ikki viviera eran leves pero notablemente notorio para Minos y su hermano.

Albafica estaba cansado y perdido en la cama que estaba en la habitación de huéspedes.

-No creo que sea buena idea que vaya todavía con Papá

-Hades puede ayudarnos y decirnos qué carajo está pasando

Los vampiros estaban en la sala, discutiendo sobre lo que harían después y justo con su dolor tan repentino después de haber enterrado a su hermano en el jardín de la casa, justo a lado de unas lilium orientales.

-Puede que tengas razón pero por el momento creo que es mejor despejar la mente

-Respetaré tu decisión -pausando- pero no puedes quedarte aquí con Albafica, pueden venir los que están con esa vampiresa y no soportaría perderte 

-No te preocupes, sé a dónde iremos

-¿Estarán bien?

-Claro, pero dime -preocupado- ¿ustedes irán con Papá?

-Ya nos espera

-Ikki aún no despierta -remató- espero se reponga rápido

-Es muy diferente la fuerza de un humano con la de un vampiro

-En cuanto lleguen con Hades se comunican con nosotros

Minos se levantó del sofá.

-Lo haremos

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-Esa niña ya se tardó -pensó

Hilda estaba al tanto de cualquier novedad de su hermana

-¿Sabes si Freya ya regresó?

La dueña de la casa ya se había cansado de esperar.

-No Mi Señora -haciendo reverencia

-¿Tienes idea de dónde puede estar?

-Sí

-Quiero que mandes a Shaina y a Marín

-Pero, Mi Señora, ¿cómo sabremos si fracasó?

La líder se levantó de su sillón favorito y se acercó a su súbdita. La abofeteó.

-Eso no importa, te he dado una orden y la obedeces

Hilda salió de la habitación. Tenía un mal presentimiento con todo.

-Al parecer tu hermana no pudo con la más sencilla de las tareas, ¿cierto?

-Ya la escucharon -pausando- será mejor que comiencen de una vez

-Haremos lo que la pobre de Freya y tú nunca han podido -dijo la castaña

Las risas de ambas hicieron eco en las entrañas de Hilda mientras esta les entregaba un papel con la dirección de la residencia Yomotsu.

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-Parece que no es tan lejos como aseguras

Minos iba manejando la camioneta y con él iba el peliceleste.

-Sucede que la casa está bastante escondida 

-¿Estás nervioso?

-¿Se nota mucho?