Ya era sábado, el reloj marcaba las 10 de la mañana, Ikki estaba roncando literalmente, parecía que nunca iba a despertar.
Cuando Shun se despertó (debido a los mismos ronquidos) lo primero que observó fue un moretón en el pómulo izquierdo de su hermano y luego se topó con heridas enrojecidas en los nudillos de sus manos.
-Se ha vuelto a pelear –pensó el menor
Resignado, se levantó y comenzó a preparar el desayuno; huevos revueltos con jamón y jugo de naranja, hizo lo suficiente pues esperaba que su hermano despertara y le hiciera compañía.
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Otra vez, en la penumbra de las sombras, se hallaba aquel joven con cabellos azules. Descalzo y sin sentido de la orientación huía de algo, esta vez fue un poco más palpable, sentía, además de los charcos y basuras de las calles, cómo pequeñas hebras de hilo se le enredaban en los mismos.
-Necesito... -en un leve susurro se escuchó la voz de una mujer
-¿Quién está ahí?
-... a los guardianes de las estrellas...
Esta vez la voz se escuchaba extremadamente cerca, los pies de Ikki estaban completamente cubiertos por estos hilos. El entorno empezó por alumbrarse con una luz roja, era un sol, uno muy muerto (o eso pretendía dar a conocer) el cual daba tonos lúgubres y tristes a todo. Ni un alma, ni un ruido, ni el viento soplando, nada.
Los hilos jalaron al chico hacia abajo y tras unos segundos de pavor se hallaba en un pedazo de tierra infértil, no había nada a su alrededor salvo el polvo de que hubo algo construido y un montículo de piedras que se alzaban al aire y ahí, en la punta de toda las rocas, estaba un hombre de espaldas.
Ikki intentó verlo más detenidamente, incluso entrecerró los ojos para "agudizar" la vista pero fue inútil. El hombre volteó a verlo por encima del hombro, Ikki pudo observar su mirada, fría y completamente sedienta. Luego de eso, el hombre sonrió y un terremoto sacudió el lugar, una gama de explosiones fue lo último que pasó.
-Ikki, despierta –Shun mecía al mayor a modo de que saliera del sueño
El más joven había escuchado cómo su hermano se quejaba y sus mismos quejidos iban en aumento casi igualando un grito.
Cuando el moreno despertó pudo ver a un preocupado hermano menor, su cuerpo se sentía frío y pegajoso debido al sudor excesivo, eso sin mencionar el dolor muscular tan agresivo en sus brazos.
-Es mejor que te levantes, hice el desayuno y...
-¿Qué hora es? –un adolorido Ikki trataba de incorporarse
-Son las 10:20 y con respecto a ese moretón...
-Ni si quiera preguntes Shun –dijo molesto- necesito comer
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-¡Buenos días hermanitos!
Minos se había levantado de perfecto humor lo cual mantenía alegre a Aiacos, por su parte, Radamanthys no tanto. La tercia de hermanos se encontraba desayunando en el balcón de la casa; en la planta baja estaba un patio delantero, dos laterales, el jardín trasero, los cuartos de servicio, la sala con acceso a dos baños, el comedor, la bodega y la cochera. En el primer piso estaba una sala, una biblioteca, un gimnasio y un baño hecho de cristal. En el segundo piso se hallaban las habitaciones de los hermanos y dos más de huéspedes además de un balcón bastante amplio donde cabía perfecto un comedor.
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Blood Singer.
FanfictionIkki y Albafica son dos jóvenes amigos que se verán en varias situaciones comunes y en varias arriesgarán sus vidas y emociones. El miedo y la intriga se harán presentes cuando se topen con una tercia de hermanos poco inusuales.