21.

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La noche se hacía más oscura, más fría y las estrellas observaban desde su negrura. 

Radamanthys había regresado con Ikki y buscaban algo para comer en la cocina.

-¿Por qué no dijiste que tenías hambre?

-No quiero causar molestias

-No molestas

-Eso lo dices porque te gusto

-Eso lo digo porque es cierto -sonrojado

Ikki se acercó al mayor y robó un beso.

-¿No quieres cenar? -alzando la ceja

-Define eso -colgándose del cuello ajeno

Radamanthys tomó por las caderas al menor y lo subió a la barra que forma parte de la cocina.

-¿Estás seguro?

-Siempre estoy seguro Rada

Los besos fueron intensos, sin aire y casi se convirtieron en golpes cuando chocaban. El moreno abrió las piernas, invitando al rubio a tomar posesión de su cuerpo. Las manos de ambos tocaban las partes que los labios no podían alcanzar con un solo beso y el sudor hacía brillar las pieles.

-¿No te bastó con esa noche, Ikki?

-Nunca bastará si eres tú

Ambos estaban en un frenesí de pasión que los enmarañaba en deseo sexual.

-Ikki... -decía el vampiro

-Dime -jadeando

-Lamento interrumpir su bello momento...

Los amantes se habían quedado en blanco y con expresión estupefacta.

-Pero es necesario que haga los estudios necesarios, no es común que una herida como la que recibió se cure de forma tan veloz

-¡Aiacos! -el rubio estaba enojado

-No te molestes Rada -intentaba calmar al mayor- creo que tiene razón

-Gracias Ikki -comentó el vampiro- ahora, acompáñame al laboratorio 

Radamanthys ayudó a bajar al moreno de donde este se encontraba.

-También puedes venir, hermano

-No es necesario que lo digas -puso cara de fastidio

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-Gracias por esto

Minos estaba acostado junto a Albafica, viéndolo.

-¿Por qué agradeces tanto?

-No es común que la gente se quede conmigo después de conocerme

-Pero si aún no te conozco

Un silencio apagó la voz del vampiro.

-Pero me gustaría hacerlo

Albafica se incorporó y se puso encima de su acompañante.

-¿Qué haces? -dijo el mayor

-Quiero ver lo que tú ves

-No comprendo -riendo nervioso

El peliceleste se abalanzó sobre el ajeno.

-Quiero hacerlo, Minos

Una luz se encendió en la mirada de Yomotsu.

-¿De verdad?

Blood Singer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora