𝗕𝗟𝗜𝗡𝗗｜lixjin

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En mi siguiente exposición, expuse las pinturas menos subidas de tono de Hyunjin, él ni siquiera estaba seguro acerca de que las personas que estuvieran por la sala vieran sus nalgas y tampoco necesitaba que le persuadiera que eso era arte y que los clientes estarían impresionados por su belleza. Me preguntó si iba a engañarlo y a exhibir esas fotos de él desnudo y excitado con su miembro en la mano o esposado en cuatro con un tapón anal en su adorable trasero. Me hizo gracia su falta de confianza y le juré que esas fotos estaban en mi biblioteca privada y eran sólo para mí, aunque podría haberlas vendido por internet por una gran cantidad de dinero, pero ya hablaría de eso con él en algún momento en el futuro.

Como esperaba, la gente se peleó por los cuadros donde aparecía semidesnudo incluso aquellos en los que una sábana le cubría su trasero y su tentador trasero era visible a través de la fina tela. Él se sintió avergonzado cuando los invitados de la galería se dieron cuenta de que era el modelo y lo encontré escondido en la habitación de atrás con Kkami hacia el final de la noche.

—¿Qué te pasa?— me acerqué a su silla, acariciando su cabeza con la mano.

—Nada.— dijo con la cabeza agachada y acariciando las orejas de Kkami.

—¿Te molesta que te hayan reconocido?

—Supongo.

—Hyunjin, eres hermoso, la gente sólo quiere que lo sepas.

Tragó saliva y se mordió el labio. —No me he sentido hermoso durante mucho tiempo.

Asombrado, me agaché entre sus rodillas. —Oye, ¿estás tratando de decir que no te hago sentir hermoso?

—No, no, por supuesto que no.— negó con la cabeza y puso sus brazos alrededor de mi cuello rápidamente. —Pero yo no lo siento, tanto si tú me lo dices como si no. Estoy ciego. Ni siquiera puedo ver tus cuadros donde aparezco.

Lo acerqué contra mi cuerpo y tembló en mis brazos. —Escúchame,— le dije —La primera vez que te dibujé tumbado en mi cama, cuando rodaste a un lado y abriste las piernas, posaste para mí como si supieras que eras hermoso. No hubo ni falsedad ni pudor ahí. Lo sabías y sabías que lo hacías para mí.

Cuando me retiré me quedé muy sorprendido al ver las lágrimas surcar por sus mejillas. —Porque tú me inspiras que me sienta de esa manera, me olvido de lo que soy. Puedo ver en mi mente cómo me miras y siento la manera en que tu cuerpo reacciona ante mí. Quiero ser así para ti, y no quiero mostrarte mi falta de confianza, tampoco quiero ser una persona tímida y modesta y que me pierdas el respeto.

—Oh, mi amor.— lo atraje contra mí de nuevo, acunando su cabeza en mi mano. —Eso nunca, nunca sucederá. Tú y yo, estamos en esto para siempre y tanto si deseas mostrarme tu hermoso cuerpo como esconderlo porque te sientes asustado e inseguro no va a pasar nada. Siempre voy a estar allí y siempre lo entenderé ya que te enfrentas al mundo con todos sus desafíos, ya me gustaría ser más como tú.

Ahogó un sollozo y enterró su cara en mi cuello y la mantuvo allí durante un gran rato.

De camino a casa, compramos comida china para llevar y la compartimos con Kkami en el apartamento.

Bebimos más vino aunque ya nos habíamos saciado y luego le llevé en brazos hasta el dormitorio.

Cuandohicimos el amor no contamos con ningún juguete ni azotes. Éramos sólo él y yo yme sentí tan profundamente dentro de él que pensé que sentía su alma unirse conla mía. 

—ANG3LIX1E