Naruto se encontraba despertando lentamente. Sentía como si su mundo fuera muy ligero, estaba relajado y cómodo, no había absolutamente nada que ahora mismo fuera de preocupación. Abriendo lentamente sus ojos, sintió el como la luz los golpeaba a través del rayo que entraba por su ventana. Al aclararse bien su vista, no pudo evitar observar la larga y sedosa cabellera celeste que estaba reposada sobre su pecho; los recuerdos de esa intensa noche llena de placer, caricias, afecto, calidez, intimidad, y sobre todo, amor, golpearon su mente, haciendo que se sonroje un poco. Su momento se vio cortado cuando sintió que Mikura se aferraba a él aún dormida, podía sentir el cálido aliento que exhalaba en su pecho; llevó una de sus manos a la cabeza de su pareja, comenzando a dar suaves y cuidadosas caricias, mientras que con la otra mano la acercaba más a él rodeando su cintura; como respuesta a estos gestos, ella soltaba pequeñas risitas y se acurrucaba más en su pecho, deleitando a Naruto por lo adorable y tierna que lucía.
La sensación de paz y tranquilidad estaba latente en la habitación de la pareja, que se encontraba en un momento íntimo y mágico, que no precisamente era lo mismo que había ocurrido hace algunas horas, pero demostraba el gran cariño que se tienen. Después de unos minutos en donde el pelirrojo seguía realizando caricias, Mikura empezó a despertar lentamente; ella se sentía increíble después de esa noche, en donde por fin se había dado una de las mayores muestras de afecto entre parejas, la cual había estado esperando desde hace algo de tiempo, y disfrutó cada momento que duró. El aroma de la piel de Naruto llegó a ella al despertar completamente, con ella la sensación de las caricias que recibía y el agarre de su cadera, así que ella queriendo aportar su parte, empezó a acariciar suavemente su pecho, a la vez que depositaba suaves besos, llamando la atención de su pareja.
-Así que ya despertaste, mi Hime dormilona- Habló el pelirrojo en manera de susurro. Mikura infló sus mejillas en forma de puchero por el comentario que hizo su novio.
-Buenos días. No soy una dormilona, es solo que fuiste muy duro, así que era obvio que terminara agotada- Respondió la hermosa chica aún con su actitud infantil, ganándose una pequeña carcajada de parte de él.
-Perdón, es que la verdad te veías muy hermosa así- Dijo Naruto suavemente, haciendo que Mikura se ponga un poco roja por el cumplido- Además, tú eras la que me pedía ir más rápido- Añadió finalmente, consiguiendo aumentar ese sonrojo en ella en gran medida, solo sacándole otra pequeña carcajada.
-Oye eres malo- Lloró cómicamente, acostándose en el pecho del joven. Él la tomó del mentón y alzó su mirada, en donde se encontraron esmeralda y jade, y sin titubear, juntó sus labios con los de ella, en un beso amoroso y delicado, fundiendo sus corazones ante el fuerte sentimiento. Cuando rompieron el beso, sus ojos se volvieron a juntar, con un brillo suave, para que después Naruto comience a acariciar su mejilla.
-Gracias por darme la oportunidad de amarte, por estar aquí conmigo, por tu apoyo, y sobre todo, el haberte conocido- Confesó el joven, haciendo que su novia suavizara su mirada y unas lágrimas de felicidad se comiencen a asomar debido a lo conmovida y feliz que se sentía.
-Yo también te agradezco, por amarme como lo haces, tu cariño y esfuerzo, haces que me sienta única y especial- Respondió la chica, sosteniéndose del pelirrojo fuertemente, quedando en un nuevo abrazo.
No se dieron cuenta que había pasado alrededor de media hora, en donde a pesar de estar sin decir una palabra, se podían demostrar el gran afecto que se tenían. No se trataba de algo como la noche pasada, solo eran caricias y pequeños besos románticos. No fue hasta que el despertador que marcaba las 8 de la mañana empezara a sonar, para hacer que la pareja regresara a la realidad.
-Ah, parece que el deber nos llama- Dijo Naruto en un suspiro y comenzando a levantarse de la cama- ¿Tomamos un baño?- Sugirió el chico.
-No me vendría mal uno, pero no me puedo levantar- Comentó vergonzosamente la chica, con sus mejillas marcadas de rojo en su blanca piel. Pronto se vio siendo levantada al estilo de princesa por su novio.
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Naruto: Lo que en verdad nos une
AdventureNaruto enfrenta una vida muy dificil en sus primeros años debido a su condición y la estupidez de la gente e incluso los que son su "familia". A pesar de todo esto continua adelante, hasta el día en que alguien le da la oportunidad de entrar en su v...