Capítulo 5

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-¿En serio fue capaz de mantenerlo a raya con solo un golpe y una advertencia? Ella era increíble- Preguntó Naruto que luchaba con todo su ser para no soltar una risa maniática. Los presentes ahí jurarían verlo cambiar de color cual lámpara de lava.
-Es como dice ese viejo dicho: no importa que tan fuerte e imponente sea la bestia, siempre habrá una mujer que la mantenga a raya- dijo Garu con rostro y actitud estoicos, pero muy en el fondo se encontraba igual o peor que Naruto.
-Así que me imagino que ella era nuestra bisabuela. Dígame, ¿Se consiguieron llevar mejor?- Con la pregunta que hizo Karai, Madara pareció tener una invasión de recuerdos, ya que su rostro pasó por muchas expresiones: seriedad, enojo, dolor, felicidad, sonrisas nostálgicas y otras tristes, para terminar con una mirada de idiota al infinito mientras un ligero y fino hilo de sangre bajaba por una de sus fosas nasales.
-Pervertido- Murmuraron los 3 apuntándole acusatoriamente, haciendo que Madara vuelva en sí y procediera a limpiarse. Kurama se preguntaba que carajos le había pasado al Madara que creía que estaba en la cima y no se arrepentía.
-Si, después de unos meses comenzamos a mostrarnos nuestros sentimientos, y tiempo después nació el fruto de nuestro amor, un niño muy parecido a mí y tuve el honor de bautizar Izuna, en memoria de mi querido Ototo- Dijo con una sonrisa nostálgica al recordar a su pequeño siendo cargado por la mujer que ahora amaba a más que nada, y empezaba a agradecer por haber elegido esa decisión de quedarse.
-¿Qué pasó después?- Preguntó un poco animado Naruto, el saber la historia de su familia le gustaba.
-Vivimos bien durante unos años, hasta que un grupo de ninjas de Konoha arrasaron con el pueblo en busca de una ´´Senju traidora´´. Cuando la encontraron, la atacaron sin inmutarse… Se llevó a tantos como pudo, pero resultó herida de muerte. Para cuando llegué estaban a punto de decapitarla. Simplemente los maté… a uno por uno, y al último entré a su cabeza para ver quién era el verdadero detrás de esto, pero nadie lo era. En Konoha estaba el rumor que había una Senju viviendo fuera de la aldea, y Hashirama lo aceptó, pero estos idiotas querían demostrar que nadie deja Konoha sin sufrir las consecuencias, eventualmente lo asesiné… todo eso último enfrente de Izuna. Akame con sus últimas fuerzas me dijo que cuidara y protegiera a nuestro pequeño, y a él le dijo que siempre lo amaría. Después de que murió, no supe que hacer, solamente estaba consciente de que Izuna no estaría seguro conmigo, por lo que borré sus recuerdos y no tuve de otra que dejarlo con los demás del clan, pero nunca dejé de velar por él. Creció como un gran hombre y se casó tiempo después. Tuvo una hija, Kaho, su madre, quien pronto se casó con Kensei Uzumaki, y los tuvo a ustedes 2 y adoptó a Naruto, aunque no es como me lo describieron. Después de que ella muriera ustedes salieron de Konoha repentinamente y se perdió su rastro… hasta ahora, por fin nos reunimos, nietos míos- Dijo Madara con diferentes emociones ante todas esas revelaciones, que tenían años sin salir, y ahora tener alguien a quien contárselo era reconfortante.
-Resulta difícil de creer el ver quién eres ahora, ¿en serio una mujer te cambió, así como así?- Dijo un Kurama fuera del sello recostado en el suelo, escuchando lo que tenía que decir y decidir qué haría.
-Las personas cambian o mueren con el tiempo, Kyuubi-sama, y lo hacen por 3 razones: aprenden demasiado, sufren lo suficiente o se cansan de lo mismo- Dijo sabiamente Garu con Kurama solo asintiendo en comprensión, ya que eso era posible, después de todo, Madara era humano, y como todos cometió errores.
-Sí. Akame logró abrir mis ojos, por así decirlo. Yo en ese entonces me encontraba caminando por un camino sumergido en completa oscuridad, pero cuando ella llegó, todo de repente se iluminó. A pesar de saber que yo era un monstruo y alguien desalmado, ella me dio otra oportunidad, me permitió entrar en su corazón y me dio la dicha de bendecirme con una familia, a la que juré proteger, y eso es lo que haré- Dijo con una paz y serenidad, para terminar con total convicción. Ahora podían verlo, Madara era alguien distinto y que quería enmendar sus errores del pasado, por lo que verían si lo pueden ayudar.
-¿Y por qué nos cuenta esto? ¿Desea ayuda con algo?- Preguntó Karai para eliminar la intriga.
-De hecho sí. Yo estoy muriendo y soy demasiado viejo como para hacerlo yo mismo, por lo que les quiero confiar mi legado y cambien este mundo para bien, debido a que se ha estado corrompiendo. Karai, tú como la mayor quisiera confiarte los títulos de clanes Uchiha y el que recae sobre ti por nacimiento, el Uzumaki. Veo que eres lo suficientemente madura e inteligente para liderarlos y cambiarlos. ¿Qué dices, aceptas?- Preguntó Madara a la joven que se encontraba meditando la decisión y sus hermanos no podían evitar sentirse feliz por ella, ya que sentían que se lo merecía.
-Me niego- Soltó de repente para la sorpresa de los presentes- Yo no estoy hecha como para posiciones de liderazgo así, por lo que me gustaría ceder esa posiciones a mis hermanitos. Garu el Uchiha, y Naruto los Uzumaki- Con eso los menores se iban a negar, pero Karai les dijo con su mirada que no se preocuparan, que ella estaría allí para apoyarlos y estaba orgullosa- ¿Qué dicen?- Finalizó.
-Aceptamos- Dijeron ambos con determinación.
-Ya veo, me alegra escuchar eso, pero me temo que aún no están listos, por lo que les enseñaré correctamente para que se conviertan en grandes líderes que se den a respetar, y en cuanto a ti Karai, puedo deducir ahora que eres estratega, por lo que también puliremos eso- Terminó viendo las expresiones de felicidad y emoción de sus nietos, por lo que también se puso así con una sonrisa, pero la atención de todos se vio dirigida a Zetsu, quien salía del suelo.
-¡Lo encontré!- Seguido de eso se ve a un lado de Zetsu como una especie de vórtice espacio-tiempo se abre, por donde sale un hombre joven de cabello negro, un poco bronceado y que viste con un obi azul de cuello alto con pantalones ambu negros, pero lo más notorio en él, era una serie de cicatrices del lado derecho de su cara. Fácilmente dedujeron que era un Uchiha, debido a que distinguían el Mangekyou Sharingan en sus 2 ojos.

Naruto: Lo que en verdad nos uneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora