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- Jungkook. - Dijo mientras retomaba aire.

- Taehyung, por favor.

- Jungkook ...

- Por favor. - Dijo mientras enterraba los dedos en el cabello del castaño y daba castos besos en su cuello. - Taehyung.

Tenía el pene completamente duro y Jungkook suplicando y gimiendo mi nombre no ayudaba en nada, sus caderas parecían no tener control, ya que no dejaban de moverse, mis manos no dejaban de guiar sus movimientos. Maldecí en bajo y quite a Jungkook de encima y lo hice a un lado para guardas las cosas en la mochila.

- Jungkook. - Se quito la corona y se la dio al pelinegro. - Guarda ambas coronas en la caja y sígueme.

Jungkook solo asintió, guardo ambas coronas con cuidado cerro la caja y lo jalé de la muñeca y regresamos al auto, guarde las cosas en los asientos de atrás y subí al auto, Jungkook volvió a jalarme para besarnos otra vez, puso una mano en mi miembro y daba suaves roces, lo empujé y arranque el auto. No manejé de regreso a su casa, busque un motel de carretera donde podríamos quedarnos, miraba de reojo a Jungkook y él sonreía, mientras trataba de tranquilizarse, su pene también estaba erecto, cuando iba en la secundaria algunas veces me masturbarme pensando en Jungkook, él tenía un cuerpo hermoso y ahora se tonifico un poco más. ¿Cómo carajo no quiere que me vuelva loco pensando en el de esa manera? A lo lejos vi una gasolinería, probablemente habría un motel cerca además de que recargar el tanque del auto, Jungkook seguía perdido en sus pensamientos, pero aquella sonrisita no desaparecía de su rostro. Una de las empleadas me atendió y ayudo a recargar la gasolina. Mire a mi alrededor y se podía ver un establecimiento más adelante, en cuanto el auto tuvo gasolina suficiente pague y volví al auto, Jungkook me miraba de reojo y sonreía sus mejillas se sonrojaban más de lo que estaban y sus risitas no paraban.

Lindo.

Arranque de nuevo el auto y en efecto era un pequeño motel, bajé del auto y le abrí la puerta a Jungkook para que también bajara, abrí la puerta trasera y saque de la mochila un poco más de dinero vi las pulseras que había comprado y me las puse, Jungkook me abrazó por detrás mientras se acurrucaba tal cual gato en mi espalda, él tenía demasiado rojas las mejillas me alejé y caminé a la recepción , pagué por una habitación, Jungkook estaba afuera esperándome en cuanto salí de la recepción tomé su mano, al entrar en la habitación dejé las cosas en el suelo y abrace a jungkook, en seguida sus brazos rodearon mi cuello. Deje castos besos en su cuello provocándole cosquillas. Sus labios buscaron los míos, caminé con el hasta la orilla de la cama me senté con el sobre mi regazo, juntamos nuestras frentes tratando de regular nuestras respiraciones, el soltó una risita después de un momento de silencio y empezó a mover sus caderas, estaba amando la sensación de excitación que sus movimientos provocaban. Lo cargué para poder dar la vuelta y que él quedara acostado en la cama, sus mejillas totalmente sonrojadas, sus ojos brillosos, sus labios hinchados y bien besados; su respiración agitada, él tenía las piernas abiertas, estaba invitándome a acomodarme entre ellas, ambos nos miramos fijamente tratando de ver quien era el que tenía el control sobre el otro, Jungkook no iba a ganarme. Mi mano surda poco a poco se fue colocando sobre el miembro de Jungkook, besé su cuello chupando, dejando unas leves marcas, mi mano derecha subió su playera y acaricie uno de sus pezones, Jungkook se retorció ante mi toqué, leves gemidos empezaban a abandonar su boca, el sin duda lo estaba disfrutando

¿Kim Taehyung que carajo estás haciendo?

Detuve mis movimientos y Jungkook gimió en protesta.

-Jungkook, ¿estás seguro de esto?

Jungkook no decía nada era como si él también estaba analizando lo que estaba pasando, sus manos tomaron mis mejillas y me besó, tarde en corresponderlo hasta que tome el control de aquel beso, me separe y quite la ropa que cubría su torso, sus pezones tan lindos y erectos, su respiración agitada. Me lo estaba comiendo con la mirada. Él se sentó en la cama y me quito la chamarra y mi playera, por un momento me sentí avergonzado por no ejercitarme, una de sus manos se colocó en mi mejilla comenzó a acercarnos un poco más, pensé que el volvería a besarme, pero solo junto nuestras frentes, su mano viajo por mi cuello después fueron a mi pecho y toco mi abdomen hasta llegar a mi miembro semiduro que en cuanto sintió la mano de Jungkook empezó a endurecerse aún más. Carajo lo deseaba tanto.

¿Eres mi princesa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora