¿Eres mi princesa?

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-Jungkook no me importa si es tu amigo o no, no voy a ser el típico novio celoso que no te deje tener amigos, solo que no me agrada la forma en la que te mira, tampoco las acciones que hace.

-Lo sé Taehyung, desde que lo conozco me ha tratado así, hasta ahora que me dijo que le gusto y que está enamorado de mí...

- ¿Qué?

-Hoy en cafetería me dijo que le gusto y que está enamorado de mí, él quiso besarme, pero te juro que no pasó nada, confía en mí.

-Jungkook no voy a prohibirte ver a ese tipo, después de todo es tu amigo desde hace mucho tiempo, además confió en ti.

-Gracias Taehyung, juro que hablaré con él.

-Jungkook solo prométeme algo...

-Dime.

-Si en algún punto tus sentimientos cambian vas a decírmelo.

-Taehyung...

-Promete que siempre serás sincero...

-Amor. – se sube al regazo del castaño.

-Promételo.

-Lo prometo.

Jungkook me beso, comencé hacerle cosquillas y el comenzó a moverse inquietarmente.

-Basta, puedo lastimarte la mano.

Besé su cuello un par de veces. Ama escuchar su risa.

- ¿Entonces ya estamos bien? - pregunto el pelinegro.

-Sí, levántate Jin no tardará en llegar.

- De acuerdo, pero déjame consentirte por hacer todo tu solo.

-Me lo debes.

El timbre de la casa sonó, Jin apareció tras abrir la puerta. Mientras Namjoon peleaba por poder arrastrar el colchón. Me alejé de Jungkook y Jin para irle ayudar a Nam.

-Déjame ayudarte.

- ¿Ya hablaste con Jungkook?

-Si.

- ¿Ya se dio cuenta que no vales la pena?

-Cállate.

Namjoon empezó a reír mientras luchábamos por meter el colchón a la casa.

-Kim Taehyung vas a lastimarte más esa mano. - dijo el pelinegro en la entrada de su casa.

-Déjalo Jungkook, puedo asegurarte que si estuviera usando esa mano para otra cosa no le pedirías que parara. – dijo seokJin apareciendo en la sala

- ¡Jin!

Jungkook corrió detrás de Seokjin pidiéndole que dejara de hacer esos comentarios, Namjoon solo reía de las bromas de su novio. Con algo de trabajo logramos colocar el colchón en aquella base, la cama estaba en perfectas condiciones.

-Tomen es un regalo mío y de Nam.

-Jungkook tomo aquella bolsa y la abrió con cuidado.

-Dios esto esta hermoso. – saco un bonito juego de sabanas

- Ya podrán estrenar la cama.

Namjoon le daba a un codazo a Seokjin que no paraba de reí, Jungkook tenía las mejillas sonrojadas y yo solo negaba con la cabeza.

-Bien nos vamos.

Namjoon y Seokjin se despidieron de nosotros. Los acompañe a la puerta mientras Jungkook colocaba las sabanas en la cama.