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La primera vez que lo vi, jamás creí que podría hablarle, o tan siquiera poder estar cerca de él, tenía unos ojos precioso, tiene unos ojos preciosos, que me hipnotiza cada vez que los miraba, más cuando sonreía y sus ojos se hacen más chiquitos, cuando frunce el ceño y se ve más tierno el café claro se había vuelto mi favorito por esos ojos, el sonrojo que se apodera de su rostro cuando le avergüenza, la timidez que lo acompañaba cuando leía las cartas que le mandaba. Si que me tenía enamorado.

Me tiene enamorado. 

Hoy, lo tenía a mi lado, estaba tomándole la mano, escuchándome atentamente, sus ojos fijos en mí, solo mirándome a mí.

-Cuando estaba buscando donde vivir, 1 año antes de regresar a corea, vi que esta casa también estaba en renta, me puse en contacto con el señor Choi, me dijo que ya no era posible que pudiera rentar la casa ya que una familia ya estaba viviendo en ella, pero había olvidado quitar el anuncio.

- El señor Choi es un desastre. – dijo soltando una risita.

- el contrato terminaba unos meses después de que yo llegara, le dije que quería comprarle la casa, al inicio se negó, pero cuando le explique por que quería comprarla y le conté un poco sobre nosotros, me dijo que al menos iba a considerarlo, en lo que pasaba el tiempo del contrato, me ofreció la casa en la que vivo, por eso trate de no comprar muchas cosas y tengo lo necesario, como tu dices.

-Creía que habías preferido llevar una vida minimalista.

-Dejas de burlarte. – le da un beso en la mejilla.

-Ya lo siento. – le devuelve el beso. – sigue.

-Hace dos meses, el señor Choi dijo que estaba de acuerdo y que iba a venderme la casa, estuvimos haciendo el papeleo, y amueblamos la casa, quería tener todo listo para cunado vinieras.

-Es eso o ¿querías todo listo para que ya dejara de vivir con Bangchan? - alza una ceja de forma burlona. – créeme que ambos estamos enterados de esos celos.

-Ya déjame. 

- Ya, lo siento, sígueme contando.

-Bueno realmente eso es todo. – rasco su nuca. - ¿Te gusto la sorpresa?

- Me emocione demasiado si soy honesto, y en verdad lo agradezco, tengo tantos recuerdos aquí, antes y después de que llegaras, me dolió venderla, pero en ese tiempo me dolía estar en este lugar, ahora solo siento nostalgia. – tomo la mano del pelinegro. – estoy seguro de que el hecho de que hayas podido comprar la casa, es una señal de que tenemos la oportunidad de tener un nuevo inicio.

-Estoy seguro de que sí.

Jungkook termino con la distancia que había entre nosotros, cuando sus brazos rodearon mi cintura, sonreí, una gran sonrisa se apodero de mi rostro, mis brazos lo rodearon y lo apretaron un poquito mas fuerte, jungkook dio golpes es mi espalda cuando fue demasiado. Nos soltamos a reír, se veía precioso. Mi mano fue a sus mejillas, lo atraje a mi para darle un beso, necesitaba besarlo después de tanto tiempo. Por qué seguía aferrado a que tenían que pasar ocho mil años para ser novios. Cuando su nariz rozo con la mía se alejó soltando una risa.

-Nada de besos hasta dentro de 6 años.

- ¡Jungkook!


¿Eres mi princesa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora