Vuelve conmigo!
Quizás si habría los ojos, se despertaría en su mullida cama y todo lo que supuestamente había escuchado era una pesadilla. Dos segundos después escuchó las palabras de los hermanos Weasley y entonces decidió que no quería abrir los ojos. No, eso era enfrentar a la realidad… y entonces se dio cuenta que una realidad como esa… no podría enfrentarla nunca! Tener una hija como Carrie estaba bien… otro mas, era lo que esperaba… pero tres! Y de golpe! Sus pensamientos se escuchaban dentro de su cabeza como un eco, que lo torturaban… llantos, insomnios, desfigurados biberones que lo perseguían… todo en un torbellino que lo mareaba más, aun cuando todavía estaba inconsciente. De pronto le pareció que a lo lejos, alguien decía un hechizo conocido… "aguamenti" y luego sentía un chorro de agua helada en la cara.
- AHHHHG! – gritó y se sentó en el suelo – qué diablos pasó? – los pelirrojos Weasley se reían a mas no poder…- qué les pasa?
- Es que fue tan gracioso amigo… – dijo Ron ofreciéndole la mano para que se levante. – tu hiciste una rara mueca, pusiste los ojos en blanco y te desmayaste!
- Si? Y qué tiene eso de gracioso? – preguntó frotándose la nuca, y alborotándose el cabello.
- Papi de tres! – dijeron Bill y Charlie – Vaya eso no lo esperábamos!
- Crees que yo si? – dijo en un tono agudo, de terror – Merlín! Yo… yo… yo tengo que irme… necesito respirar!
- Ey, de aquí no te vas! – dijo Fred – tienes que pedirle que…
- Escúchame! – le dijo tomándolo de la chaqueta – Yo, en estas condiciones no puedo pedir ni agua! – lo soltó – tengo que pensar… tengo que pensar… yo… adiós!
En la sala estaban todos festejando cuando sintieron el golpe y los gritos. Ginny se quedó parada sin saber que decir y miró a su padre. El solo sonrió.
- Está aquí? – dijo nerviosa – Harry está aquí?
- Llegó al mediodía – sonrió Molly – no podía trabajar de lo nervioso que estaba.
- Crees que le pasó algo malo? – dijo preocupada.
- No creo… – respondió Arthur – estuvieron bromeando con los muchachos hasta recién, y jugando póquer.- De pronto por la puerta de la sala se asomó Harry, con el pelo todavía mojado y la cara pálida. Se iba acomodando la capa cuando la vio.
- Harry, muchacho! – dijo Arthur – que ha sucedido?
- Yo… tengo que irme… no me… - la miró – no me puedo quedar… yo no me siento bien… – salió al patio y desapareció.
- Dónde está ese idiota? – dijo Ron ofuscado.
- Qué sucedió? – preguntó Hermione dándole un beso. El la abrazó y luego a su hermana.
- Así que tres, eh? – ella sonrió – Ahora no tendrás problemas para elegir padrinos… solo tres de nosotros tendrán el privilegio…
- Y por qué se fue Harry? – preguntó Ginny.
- Cuando escuchó la tremenda noticia… – dijo Bill abrazando a su hermanita – Se desmayó!
- Fue muy cómico! – dijo Fred – dónde esta la maquina de hacer bebes?
- FRED! – dijo su madre – respeta a tu hermana!
- Perdón! Pero es la verdad! – resopló – Uno, eso nos hacía feliz. Que podía tener dos, bueno, tienes un precedente – señaló a su madre – Pero tres! Uff! te superas cada día, niña! – rieron.
ESTÁS LEYENDO
Quien Llamo A La Cigueña
FanfictionHistoria de locura intriga magia NO ES MIA ES DE FAnfiction