capitulo22

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Y sólo podías decírmelo en este momento?

El primero que cayó ante el enojo de Ginny fue el mismísimo secretario del ministro. Luego uno a uno, el resto de los jóvenes Weasley fueron atacados con un estupendo hechizo mocomurcielago. Luego recibieron sus chillidos e insultos, peores que los vociferadores de la señora Weasley, porque eran en vivo y en directo. Charlie estaba seguro que si ella le gritaba en su trabajo, hasta los mismos dragones se irían a esconder de la pelirroja. El que tuvo más valor para enfrentarla, a pesar que no podía hablar mucho debido a la cantidad de mocos que adornaban su cara, fue Ron. Estaba en medio del estadio, recibiendo las burlas de sus compañeros de equipo, y los gritos de su hermana cuando, con las orejas coloradas, logró quitarse el hechizo a medias, y pudo decirle unas cuantas.

- ES QUE NO PUEDES HACER PENSAR ESA CABEZA QUE TIENES? COMO SE TE OCURRE GOLPEARLO DE ESA MANERA?

- EL NO SE DEFENDIO!

- CREES QUE HUBIERA TENIDO CHANCE? MERLIN! USTEDES ERAN SEIS! - DIJO Y LE DIO UN GOLPE EN LA CABEZA - PUDISTE HABERLO...

- Y A TI QUE TE IMPORTA? - gritó, haciéndola callar -NO ERA QUE A TI, EL NO TE IMPORTA EN ABSOLUTO?

- YO... NO TENGO POR QUE DARTE EXPLICACIONES! PUDISTE HABERLO...

- PODRIA HABERLE DESFIGURADO SU LINDA CARITA? ES ESO LO QUE TE MOLESTA? QUE TU LINDO HARRY QUEDE HECHO UN FELPUDO ROTO Y MALTRATADO?

- NO TE ATREVAS RON! NO TE ATREVAS DECIR LO QUE ESTAS TRATANDO DE DECIR O...

- O QUE? - la miró y ella estaba roja - No sé por que no lo perdonas y regresas con él - ella lo miró frunciendo los labios - se te nota a lo lejos que te mueres por volver... - ella solo atinó a bajar la cabeza y salir del campo

- Nunca voy a perdonarlo, me hizo la mujer mas infeliz del planeta -

- POR LO MENOS DIME COMO HAGO PARA SACARME ESTE HECHIZO! - gritó. Ella ya había desaparecido - demonios ahora tendré que buscar a Hermione!

Las semanas pasaban rápidamente y sin que Ginny se diera cuenta ya estaban en las vísperas de navidad. Casi dos meses sin Harry, suspiró mirando por la ventana al jardín ahora cubierto de nieve de la madriguera. Bajó la mano hacia su vientre, que ya había comenzado a notarse y lo acarició. Suspiró tratando de encontrar la manera de decirlo, sin que primero no la maten y segundo no la obliguen a volver con Harry. Y el crecimiento del vientre también la preocupaba, debido a su trabajo. No iba faltar mucho para que la obliguen a dejar de trabajar, y eso no podría soportarlo. Aun pensando que sería algo peligroso, decidió realizar un hechizo para ocultarlo. Era efectivo y nadie podría saber que ella estaba embarazada. Era tan eficaz que pudo engañar a las dos mujeres más perspicaces, a su madre y a Hermione... claro que todavía estaban los mareos, pero ella los justificaba con largas charlas a una tremenda situación de estrés, palabra muggle que encontró en un diccionario, vividas por el engaño de Harry, y la ruptura de su relación.

Harry trataba de que su trabajo le llevara la mayor cantidad de tiempo. La mayoría del día lo pasaba en el ministerio y mas en la oficina de Kinsley, trazando y presentando proyectos que satisfacían cada vez al ministro y que hacían suponer a todos, que en el momento en que Harry se hiciera cargo del cuartel, este entraría en el período de mayor esplendor. Por supuesto a Harry no le importaba mucho lo que pudieran pensar, lo único importante para él era entrar cada mañana y verla sentada en su escritorio. Su cabello rojo fuego tapándole la cara y su pequeña mano moviéndose de un lado al otro del pergamino para escribir. Con eso tan solo, se contentaba. El resto del día lo pasaba con Carrie. Había hablado con el abogado de su primo, pero con la ruptura de su relación, no quería adoptar a su sobrina aun, todavía albergaba la esperanza de que Ginny volviera. Por lo que decidió posponer los trámites hasta nuevo aviso. La niña crecía demasiado rápido, para ver de Harry. Ya caminaba, así que cuando estaba en la casa, se la pasaba haciéndola jugar en el patio y persiguiéndola por todos lados, ya que como toda deambuladora, Carrie hacía honores al período de la infancia en el que se encontraba, y no paraba de andar de un lado al otro, tirando todo lo que encontraba al paso, y llevándose todo a la boca, aun estaba en la etapa oral. Lo malo para Harry era que la niña no le decía papá. Lo encontraba frustrante, aunque no perdía las esperanzas. Carrie se divertía con su tío, y nunca dio muestras de extrañar a Ginny. Lo que él no sabía, era que la pelirroja se perdía a la hora del almuerzo y se quedaba en la guardería del ministerio, jugando con la bebé. El embarazo la tenía algo sensible así que como la extrañaba horrores y no quería hablar con él para que la dejara visitarla, se contentaba con verla al menos una hora todos los días.

Quien Llamo A La CigueñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora