Parte 10/2

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Antes de dirigirme a la cocina, entré al cuarto de Ten sin mirarlo realmente. Tomé la primera camiseta grande que vi y me vestí con ella. Bajé las escaleras a paso flojo. Sentía el suelo moverse a mi alrededor y la vista se me comenzó a nublar un poco. Quería llorar por todas las cosas tan horribles que me estaban pasando últimamente; Primero Kun, luego mis padres y ahora Ten. Necesitaba unas vacaciones.

Ya en la cocina, amarré mi cabello húmedo con una liga que llevaba en la mano y comencé a tomar comida del refrigerador. Revolví de esto y aquello en una licuadora y comencé a morder una pera que se encontraba sobre la barra. Me senté en una silla de madera y pegué la frente contra mis piernas. Necesitaba pensar.

Le gustaba a Ten, de eso no me quedaba duda. Pero ¿cómo? No había sido precisamente la persona más amigable con él, solo hacía mi trabajo; además él no me conocía. Me refiero físicamente. Ya me habían dicho que él era un mujeriego, así que mi concepto de él era que nunca se fijaría en alguien a quién no puede ver. Ósea yo. Todo esto era tan extraño, me dolía la cabeza de solo pensarlo.

Alguien me sacó de mis pensamientos. — ¿Ten? Querido, ¿estás en casa? Ten que estas... ¡Sook! -Di un grito y salté de la silla, pegándome con la pata en el dedo pequeño. Mire a Yuna, que a su vez me observaba con una mirada de horror. Me pregunté por qué... hasta que finalmente me di cuenta. — ¿Por qué estas vistiendo solo una camiseta? Y es de mi hijo. ¿Acaso tú y él...

—¡No! No, no. Es una equivocación, yo nunca —Mi mente quedé en blanco. ¿Realmente creía que Ten y yo habíamos tenido sexo? ¿En serio? —. Nunca haría nada con su hijo, ¿está bien? El solamente es mi amigo. O algo parecido, ust-usted me paga para que hable con él, así que no hay ningún otro tipo de relación entre él y yo. Solo laboral, se lo aseguro, por favor, yo...

— ¿Es en serio, Sook? ¿Solo lo hacías por eso? —«!ESTÚPIDA! Ten había escuchado aquello. Que estúpida, que estúpida, que estúpida». Ten se acercó a mí, frunciendo la nariz y volviendo sus palmas en puños—. ¿Es cierto?

—No realmente, solo que...

— ¿Sabes qué? Mejor olvídalo. Y también se me quitó el hambre. Adiós, mamá.

— ¿A dónde vas? —Pregunto Yuna, culpable —Con Lucas, me espera fuera. Ojalá no te importe. Ahora sí, adiós. Salió de la casa dando un portazo. Me estremecí.

—Oh Sook, siento mucho si te cause problemas con él, no era mi intención...

—Está bien —Le dije, sin sentirlo. La miré.

—Puedes tomarte el día libre si quieres, al cabo, no creo que veamos a Ten en todo el día.

—Eso sería perfecto. Pero, algo más. ¿Podría llevarme a mi casa? -Aquí vamos de nuevo, a lidiar con más problemas.

Yuna me llevó enseguida a casa. En el trayecto, mantuvimos una pequeña conversación sobre Ten y su accidente. También me contó sobre sus hermanos y las aspiraciones de estos. Me dijo lo mucho que quería a Ten, y lo mucho que quería que él saliera adelante. Que intentaría hablar con él sobre lo que me escuchó decir, y prometía que nada saldría mal. Y yo le creía.

Me dio un poco de vergüenza al llegar a casa y encontrar mi casa en tan mal aspecto. Había un par de ventanas rotas, el césped crecido y varías latas de cerveza tiradas alrededor. Yuna se estacionó frente a la casa frunciendo el ceño y apagó el coche. Después, me miró.

—Hay algo que Ten me prohibió decirte, sin embargo, creo que tienes derecho a saberlo. —Tomó un breve respiro. Yo la miré con atención—. La próxima semana viajaremos hacía Jeju, a una pequeña cabaña a la cual siempre solíamos ir en verano. Me gustaría que nos acompañaras, si eso fuese posible, ya que realmente creo que le haces un bien a mi hijo. ¿Considerarías la idea? —Preguntó esperanzada. Yo me quedé en blanco—.

—No lo sé. Viendo como están las cosas entre su hijo y yo...

—Te dije que no te preocuparas, yo me encargaré de eso —Dijo Yuna con una seguridad, que hasta logré creer que hablaba en serio—. Haré todo lo que esté en mis manos para que mi pequeño sea como lo era antes. Y si eso implica el ayudarte para que vuelvan a ser amigos, no dudes que lo haré. Vale, ya veo porque tanto empeño.

—Muchísimas gracias Yuna. Ojalá que todo pudiera volver a ser como antes.

Me despedí de ella y me bajé del coche, viendo como avanzaba por la calle. Pasé mis manos por la cabeza y después decidí echarle un vistazo a mi coche, que probablemente estaba guardado en la cochera, porque no lo veía estacionado. Abrí la puerta de la casa con las llaves que siempre guardo debajo de una maceta y me metí, intentando hacer el menor ruido posible. Eché miradas furtivas a todos lados y me encaminé hacía el patio trasero, que estaba comunicado con la cochera. Me sorprendí al ver que también había un desastre, pero no hice nada para arreglarlo. Me metí en la cochera y suspiré aliviada. Mi destartalado coche estaba en perfectas condiciones. Maravilloso. Iba subirme en él, cuando fui interrumpida por alguien detrás de mí. Mi madre.

—¿Sook? ¿Qué haces aquí? —Preguntó, más ebria que la última vez. Rodé los ojos y me alejé de ella cuando intento abrazarme. Vestía su pijama verde y una bata de baño rosa, el cabello amarrado en desigual a la altura de la nuca y grandes ojeras bajo sus ojos. Mi madre realmente daba pena.

—Bueno, resulta ser que esta es mi casa, y puedo venir cuando me venga en gana —Le respondí fríamente, sacándole la vuelta y entrando de nuevo a la casa. Ella me siguió—. ¿Podrías dejar de seguirme?

—No. Lo siento, pero... —Se tropezó detrás de mí, cayendo al suelo y después lanzando una carcajada. Y después comenzó a llorar, mientras se levantaba y empezaba a reír de nuevo—. Ay, me tropecé -Realmente no podía creer que esta era mi madre amorosa de hace tres días.

—Iré a mi cuarto, y por favor, no me sigas —Le dije con los ojos escociendo y me volví a alejar de ella, subiendo escaleras con dirección a mi cuarto. Cuando finalmente llegué a él, cerré la puerta con seguro y me dejé caer sobre el suelo. Me dolía tanto la cabeza. Por todo; por el engaño de mi padre, las borracheras de mi madre, todavía por el beso de Kun, el enfado de Lucas, y sobre todo, por lo que Ten me escucho decir. Deseaba con todo mi corazón que las cosas fueran como antes; Desearía que Yiren no hubiera marcado ese número en el teléfono. Que Ten nunca me hubiera besado. Que papá no hubiera engañado a mamá. ¿Por qué las cosas tenían que ser tan difíciles?

Me incorporé y caminé hacía mi cama, tirándome en ella. Ni siquiera me había dado cuenta de que me faltaban los zapatos y la ropa interior. Y comencé a reír. Estaba tan preocupada en otras cosas, que me importó un limón que la señora Yuna y mi madre me hubieran visto semidesnuda. Reí más fuerte cuando pensé en todos los momentos divertidos que había vivido al lado de Kun, cuando estaba perdidamente enamorada de él y deseaba a cada momento que me diera un beso, en la piscina y a la luz de la luna. Reí más por la estupidez de haber salido corriendo de casa la otra noche, cuando pude haber tomado mi coche y simplemente haber conducido. Y reí, aún más cuando recordé la primera vez que conocí a Ten y vislumbré a Lucas desnudo, cuando fuimos a la feria y Ten comenzó a burlase de mí porque tenía miedo en la casa de espantos, cuando miramos hacia el cielo juntos. Cuando lo besé por primera vez, volviéndome la persona más feliz del universo, y finalmente cuando me dijo que me quería, porque, aunque hubiera estado borracho en esos momentos, yo le creía. Le creía porque confiaba ciegamente en él. ¿Y por qué confiaba ciegamente en él? Porque lo amaba, y porque siempre estaría a su lado. Y no me importaría que me tratara como a una niñera, o incluso una criada. Lo que sentía por él era tan... tan natural. Tan correcto. Al estar con él me embargaba una sensación de familiaridad, me sentía protegida, a pesar de ser yo la que lo protegía a él. Y al final, me sentí triste. Porque tenía tantas cosas, que desaproveché y luego se marcharon. Y algunas nunca volverían. Y yo quería, no, perdón. Yo necesitaba que volvieran a ser igual, excluyendo la parte de Ten, tal vez. Como Yuna, haría todo lo que estaba en mis manos para modificar los cambios de mi vida.

Y empezaría desde ya.



¡¡¡Gracias por los 1k!!! Ahora si que estoy mas ilusionada con subir capítulos.
Me encanta que os esté encantando.

Blind Heart [Ten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora